El gobernador demócrata de Kentucky, Andy Beshear, vetó el proyecto de ley que prohíbe los abortos después de las 15 semanas de embarazo.
La prohibición del aborto no tiene excepciones en caso de violación o incesto, pero exime los casos en que la vida de la madre está en juego, «o para evitar un riesgo grave de deterioro sustancial e irreversible de una función corporal importante de la mujer embarazada».
La legislación, el proyecto de ley 3, sigue el modelo de una ley de Mississippi que también prohíbe el aborto después de las 15 semanas de embarazo. La Corte Suprema de Estados Unidos debe pronunciarse a fines de junio sobre la constitucionalidad de la ley.
Actualmente, el aborto está prohibido en Kentucky después de las 20 semanas de embarazo.
La legislatura del estado de Kentucky tiene una mayoría que le permite anular el veto de Beshear.
El Partido Republicano (GOP) del estado criticó duramente al gobernador por su veto.
El veto del gobernador es «la última acción en su guerra ideológica contra los valores conservadores de los residentes de Kentucky», dijo el viernes el portavoz Sean Southard del GOP estatal.
En un mensaje (pdf), Beshear cita la falta de excepciones por violación e incesto como una de las razones del veto.
Además indica que el proyecto de ley haría más difícil para las niñas menores de 18 años poner fin a un embarazo sin notificar a ambos padres.
«Bajo el proyecto de ley 3, una niña de 12 años que es violada y embarazada por su padre no tendría la opción de un procedimiento sin el consentimiento de su madre y sin notificar también a su violador —su padre— al menos 48 horas antes de obtener un procedimiento o solicitando a una corte de circuito o de distrito una audiencia donde esta niña violada y herida sería juzgada en cuanto a su credibilidad y comportamiento como testigo; capacidad para aceptar la responsabilidad; capacidad para evaluar las consecuencias actuales y futuras del procedimiento y las alternativas al mismo; y capacidad para comprender los riesgos médicos del procedimiento y aplicar esa comprensión a su decisión», escribió Beshear.
«La violación y el incesto son delitos violentos. Las víctimas de estos crímenes deben tener opciones, no ser marcadas aún más a través de un proceso que las expone a más daño de sus violadores o que las trata como si fueran delincuentes», añadió Beshear.
También dijo que la legislación es «probablemente inconstitucional», añadiendo que los «estatutos similares en Texas y Luisiana han sido declarados inconstitucionales por la Corte Suprema de Estados Unidos».
El proyecto de ley exige que las mujeres sean examinadas en persona por un médico antes de que se les dispensen píldoras abortivas. Alrededor de la mitad de los abortos realizados en Kentucky son el resultado de la medicación en lugar de la cirugía.
«Específicamente, el proyecto de ley 3 de la Cámara de Representantes requiere que los médicos que realizan procedimientos no quirúrgicos mantengan privilegios de admisión en el hospital en la proximidad geográfica del lugar donde se realiza el procedimiento», escribió Beshear en su carta de veto. «La Corte Suprema ha dictaminado que tales requisitos son inconstitucionales, ya que hacen imposible que las mujeres, incluidas las que son víctimas de violación o incesto, obtengan un procedimiento en ciertas áreas del estado».
Beshear también dijo que la legislación requeriría recursos adicionales para crear una base de datos electrónica «para almacenar y rastrear un programa de certificación y quejas, y establecer requisitos adicionales de información pública con un coste inicial estimado de cerca de un millón de dólares». Sin embargo, no se han consignado fondos para ello, lo que daría lugar a «programas esenciales sin financiación».
«Una agencia no tiene la obligación de llevar a cabo un mandato no financiado. En ausencia de una asignación, estos estatutos no financiados no pueden ser implementados», escribió el gobernador.
Con información de The Associated Press
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