El gobernador republicano de Ohio, Mike DeWine, promulgó una ley para penalizar a los médicos que no presten atención de salud a los bebés nacidos vivos después de un intento de aborto.
El proyecto de ley 157 del Senado de Ohio, también conocido como Ley de Protección del Bebé Nacido Vivo, «crea protecciones para los bebés que nacen vivos después de un intento fallido de aborto», dice un comunicado de la oficina de DeWine, del 22 de diciembre.
La nueva ley también «amplía el homicidio involuntario por aborto para incluir el hecho de no tomar medidas para preservar la salud de un niño nacido vivo después de un aborto y crea un derecho de acción para que la madre afectada pueda demandar a una persona culpable de homicidio por aborto».
«El proyecto de ley también crea nuevas normas en torno a los centros quirúrgicos ambulatorios donde se intentan realizar abortos, con el fin de garantizar la salud y la seguridad de un bebé cuando nace vivo después de un aborto».
El senador estatal Terry Johnson, republicano, patrocinó el proyecto de ley.
«Gracias gobernador DeWine por defender a los recién nacidos de Ohio y proteger la vida en su etapa más vulnerable», dijo Johnson en una declaración tras la firma de la medida. «Cada niño, independientemente de las circunstancias que rodean su nacimiento, merece nuestra compasión y cuidado».
La ley obligará al médico que atiende al niño a informar de las circunstancias de los bebés que sobreviven a los abortos y lo penaliza si se descubre que no lo hizo. El Departamento de Salud publicará entonces anualmente el número de bebés que sobreviven a los abortos en Ohio, manteniendo los detalles confidenciales, según un comunicado del Senado de Ohio sobre la nueva ley.
Planned Parenthood se opone
La nueva ley asegura que los dólares de los contribuyentes no se canalicen directa o indirectamente hacia los abortos, bloqueando a los médicos para que trabajen en hospitales y escuelas de medicina financiados por el estado si por separado atienden como médicos para una clínica de aborto.
Planned Parenthood se opuso al proyecto de ley debido a esta disposición, diciendo que esto descalificaría a «todos los médicos que enseñan a los estudiantes de medicina o están afiliados a los hospitales e instituciones públicas de contratarse con las clínicas de aborto”.
«No hay ninguna justificación médica para desautorizar a los médicos cualificados y con experiencia para que accedan a proporcionar cobertura de apoyo a los proveedores de aborto bajo una divergencia», dijo Adarsh Krishen, el director médico de Planned Parenthood of Greater Ohio, en una declaración. «De hecho, si el estado estuviera realmente preocupado por la seguridad de los pacientes, estos médicos serían ideales. En cambio, esta disposición solo pretende hacer más difícil que los proveedores de abortos sigan teniendo licencia y estén operativos”.
El Centro para la Virtud Cristiana, el mayor lobby cristiano de políticas públicas de Ohio, sugirió que la disposición «podría potencialmente cerrar dos clínicas de aborto —Planned Parenthood of Southwest Ohio y Women’s Med Center en Dayton— que dependen de médicos financiados por el estado para sus servicios».
«Hoy el estado de Ohio ha hecho una declaración audaz sobre dónde están nuestros valores: con las mujeres, los niños y las familias, y no con la industria del aborto que los degrada y explota», dijo Nilani Jawahar, contacto legislativo del grupo, en una declaración.
«La Ley de Protección del Bebé Nacido Vivo, con todas sus disposiciones de afirmación de la vida, es una declaración de que Ohio luchará allí donde podamos para evitar que nuestro hermoso estado se convierta en un lugar oscuro donde los débiles e indefensos son descartados para servir a los intereses de los poderosos», agregó.
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