El gobernador de Texas convocó el 5 de octubre una sesión legislativa especial para prohibir que los empleadores privados impongan mandatos de vacunación contra COVID-19.
El gobernador Greg Abbott, republicano, mencionó la prohibición de los mandatos privados entre una lista de prioridades que también incluye proyectos de ley para financiar la construcción de barreras en la frontera entre EE. UU. y México y la lucha contra el campamento de inmigrantes ilegales de Colony Ridge.
«Debemos proteger la libertad de los texanos frente a las vacunaciones forzadas contra COVID-19. Espero con interés trabajar con mis socios en la legislatura para abordar estas cuestiones críticas», dijo Abbott en una declaración.
Los republicanos, que controlan ambas cámaras legislativas, además del cargo de gobernador, se mostraron sorprendidos por la noticia.
«Esto es fantástico. No esperaba que se añadieran a la convocatoria las órdenes de vacunación», declaró Matt Rinaldi, presidente del Partido Republicano de Texas.
En una orden ejecutiva en 2021, el gobernador prohibió a los empleadores privados de imponer órdenes de vacunación contra COVID-19 a los trabajadores o clientes, pero eso no ha impedido que algunos empleadores en el estado de exigir las vacunas.
El Baylor College of Medicine, una universidad privada ubicada en Houston, anunció a fines de septiembre que tanto los profesores como los estudiantes necesitarían vacunarse contra COVID-19 antes del 30 de noviembre, a menos que reciban una exención por motivos médicos, religiosos o personales.
Las nuevas vacunas contra el COVID-19 fueron autorizadas y aprobadas recientemente por la Administración de Alimentos y Alimentos de EE. UU. (FDA), y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) las recomendaron para prácticamente todos los estadounidenses, a pesar de los datos de estudios clínicos de solo 50 personas. Las vacunas son fabricadas por Pfizer, Moderna y Novavax.
Muchos otros países, y el estado de Florida, solo recomiendan las vacunas para determinadas poblaciones, como las personas de 65 años o más.
Los legisladores estatales aprobaron a principios de septiembre una ley que fue promulgada por Abbott, que prohíbe a los gobiernos locales imponer órdenes de vacunación contra COVID-19. Pero los legisladores de la Cámara estatal no han aprobado otro proyecto de ley que impida que las empresas privadas impongan requisitos de vacunación.
El proyecto de ley fue aprobado por el Senado estatal pero bloqueado por el Comité de Calendario de la Cámara estatal.
El representante estatal Brian Harrison, un republicano, en respuesta a la orden de Baylor, había dicho a The Epoch Times que el gobernador debería convocar una sesión especial para aprobar el proyecto de ley relativo a las empresas privadas.
“Esto es Texas. Nosotros no deberíamos tolerar esto aquí”, dijo el Sr. Harrison. “El gobernador debería exigir que aprobemos la Ley de Libertad de Vacunación contra COVID en una sesión especial. No tiene sentido que la gente no esté protegida.
El representante Harrison indicó que la medida del gobernador Abbott esta semana fue una respuesta a su llamado.
«AHORA es el momento de aprobar la Ley de Libertad de Vacunación contra COVID de Texas», dijo el Sr. Harrison en X.
Texans for Vaccine Choice, un grupo que apoya la finalización de los mandatos, señaló a sus partidarios que las firmas de su petición, los correos electrónicos, las llamadas telefónicas y la presión en las redes sociales dieron como resultado la acción del gobernador Abbott. «¡Finalmente, veremos el fin de todos los mandatos de vacunación contra el COVID en Texas antes del Día de Acción de Gracias!», dijo el grupo en una declaración.
El representante estatal Jeff Leach, otro republicano, declaró que presentaría un proyecto de ley separado que prohibiría a las empresas privadas imponer órdenes de vacunación contra COVID-19.
«Yo espero trabajar con mis colegas en la Cámara y el Senado, y con el gobernador Abbott, para salvaguardar agresivamente la libertad médica de todos los texanos oponiéndonos a las órdenes de vacunación», dijo el representante Leach en una declaración. «Estoy orgulloso de aprobar esta importante legislación y prometo hacer todo lo posible para que llegue al escritorio del Gobernador y se convierta en ley lo antes posible».
La sesión especial está programada para comenzar el 9 de octubre.
Jeringas llenas de la vacuna contra el COVID-19 en California en una fotografía de archivo. (Justin Sullivan/Getty Images)
Otras prioridades
La sesión especial también se centrará en la legislación que proporcionaría cuentas de ahorro para la educación a todos los estudiantes de escuelas primarias en Texas; una legislación que crearía un nuevo delito penal por ingresar ilegalmente a Texas desde una nación extranjera; y una legislación que proporcionaría más fondos para construir barreras en la frontera con Texas.
El gobernador Abbott también quiere un proyecto de ley que aborde «la seguridad pública, la calidad ambiental y la propiedad, en áreas en desarrollo como Colony Ridge», que alberga a inmigrantes ilegales.
Está previsto que el Comité de Finanzas del Senado estatal se reúna el 9 de octubre para discutir la remuneración de los maestros y el financiamiento de las escuelas públicas, mientras que el Comité de Educación del Senado estatal dijo que se reuniría al día siguiente para considerar una medida sobre las cuentas de ahorro para la educación.
Las prioridades generaron críticas de parte de los demócratas, quienes dijeron que los legisladores deberían centrarse en otras cuestiones.
“Hoy en día, hay escuelas en mi distrito y en todo Texas en riesgo de cierre, porque el gobernador está tomando como rehenes los fondos de las escuelas públicas para aprobar su estafa de vales para escuelas privadas”, dijo en una declaración el representante estatal James Talarico, un demócrata. “Está claro que Greg Abbott está más interesado en cumplir las órdenes de los megadonantes multimillonarios que impulsan esta estafa que en servir al pueblo de Texas”.
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