El gobernador de Texas está pidiendo a los hospitales que retrasen los procedimientos médicos que no sean esenciales en respuesta a un aumento de casos de COVID-19 en el estado.
El gobernador Greg Abbott, republicano, envió el lunes una carta (pdf) a la Asociación de Hospitales de Texas solicitando «su cooperación para evitar una escasez de capacidad hospitalaria».
El número de pacientes con COVID-19 en los hospitales, como porcentaje de la capacidad hospitalaria total está cerca de superar el 15 por ciento, señaló Abbott, añadiendo que el año pasado emitió órdenes ejecutivas que obligaron a los centros de salud a retrasar algunas cirugías y procedimientos.
También indicó que ahora podría imponer medidas similares , pero que en este momento se limita a pedir a los hospitales que lo hagan voluntariamente, porque está a favor de utilizar los medios menos restrictivos posibles para responder a la pandemia.
«Con ese fin, estoy pidiendo a los hospitales de Texas que tomen medidas para garantizar la disponibilidad de una capacidad hospitalaria adecuada para atender a los pacientes con COVID-19. Entre otras estrategias, los hospitales podrían posponer voluntariamente los procedimientos médicos cuya demora no suponga la pérdida de vidas o el deterioro del estado del paciente. Los hospitales también podrían derivar a algunos pacientes con COVID-19 a centros de transfusión, liberando así camas de hospital para casos más graves. Al adoptar estas medidas voluntarias, espero que los hospitales puedan evitar la necesidad de una orden», escribió el gobernador.
La asociación de hospitales no devolvió de inmediato un correo electrónico ni comentó la carta, pero sí promovió en las redes sociales el anuncio de Abbott sobre las medidas adoptadas el lunes para intentar mitigar el aumento de casos.
Abbott también dijo que estaba dando instrucciones a los funcionarios de gestión de emergencias de Texas para abrir más centros de transfusión de anticuerpos contra COVID-19 en todo el estado. Los centros tratan a los pacientes con COVID-19 que no tienen cuadros lo suficientemente graves como para justificar la atención hospitalaria.
Para acceder a estas instalaciones, los pacientes deben cumplir ciertos criterios y tener una referencia médica.
Otra medida fue pedir al Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas que utilice empresas de dotación de personal que puedan traer trabajadores médicos de otros estados para ayudar en la respuesta a COVID-19. La asociación de hospitales pidió a Abbott la semana pasada que ayude a resolver lo que describió como «necesidades críticas de personal de los hospitales».
«El Estado de Texas está tomando medidas para combatir el reciente aumento de casos de COVID-19 y asegurar que nuestros hospitales y comunidades tengan los recursos y el apoyo que necesitan para mitigar el virus», dijo Abbott en una declaración. «Los texanos pueden ayudar a reforzar nuestras iniciativas vacunándose contra el COVID-19. La vacuna contra el COVID-19 es segura y eficaz y es nuestra mejor defensa contra este virus. Los texanos pueden visitar Covidvaccine.texas.gov para encontrar un proveedor de la vacuna anti COVID-19 cerca de ellos».
Según los datos estatales actualizados por última vez el lunes, en los hospitales de Texas se registraron 9462 pacientes con COVID-19 confirmados por laboratorio.
Hay aproximadamente 8280 camas de hospital disponibles de un total de casi 63,000 camas dotadas de personal. Eso incluye casi 400 camas disponibles en la unidad de cuidados intensivos.
El mayor repunte de hospitalizaciones en Texas fue el 11 de enero, cuando se registraron más de 14,200 pacientes.
Las autoridades de Texas informaron el lunes de 2151 nuevos casos confirmados, así como de ocho nuevas muertes entre los pacientes con COVID-19. El número de nuevos casos aumentó considerablemente en los últimos días, aunque el número de muertes se mantiene estable.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
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