El gobernador de Texas pidió el 1 de junio que los legisladores se reúnan para examinar cuestiones que incluyen la seguridad de las escuelas y de las armas de fuego, la salud mental y la formación de la policía tras el tiroteo en la escuela primaria de Uvalde que dejó 21 muertos, además del tirador.
El gobernador Greg Abbott, republicano, pidió al vicegobernador Dan Patrick y al presidente de la Cámara de Representantes del estado, Dade Phelan, que convoquen cada uno un comité legislativo especial.
«Solicito que estos comités revisen qué medidas han promulgado las legislaturas anteriores, qué recursos ha puesto el Estado a disposición de los distritos escolares locales, y que hagan recomendaciones a la Legislatura y al Poder Ejecutivo para que se puedan tomar medidas significativas, entre otros, en los siguientes temas para prevenir futuros tiroteos en las escuelas: seguridad escolar, salud mental, medios de comunicación social, entrenamiento policial, seguridad de las armas de fuego», dijo Abbott en una carta dirigida a Patrick y Phelan, que también son republicanos.
Abbott pidió que el proceso comience «inmediatamente» tras el tiroteo en la escuela primaria Robb.
«Nosotros, como Estado, debemos reevaluar los problemas gemelos de la seguridad escolar y la violencia masiva. Como líderes, debemos unirnos en este momento para ofrecer soluciones que protejan a todos los texanos», dijo.
Las oficinas de Patrick y Phelan no respondieron al momento de la publicación de este artículo a las solicitudes de comentarios.
Abbott dijo durante una reciente sesión informativa que espera que se aprueben nuevas leyes, incluyendo medidas que mejoren la seguridad en las escuelas y aborden la «serie de problemas de salud que se relacionan con los que cometen delitos con armas de fuego». Ha indicado que no es partidario de las propuestas que endurezcan el acceso a las armas.
Abbott firmó un proyecto de ley en 2021 que permitía a la gente portar armas sin licencia.
Los demócratas de Texas quieren promulgar una serie de medidas, incluidas las que aumentan la edad para comprar armas de los 18 años a los 21, amplían las comprobaciones de antecedentes e imponen la llamada ley de bandera roja que permitiría a los jueces despojar a ciertas personas de su capacidad de poseer armas de fuego.
Pero Abbott se resiste a la presión de los demócratas para que se convoque una sesión legislativa especial más amplia para considerar las propuestas.
Según la ley de Texas, el gobernador es el único funcionario que puede convocar una sesión especial. Si no lo hace, la próxima sesión no comienza hasta el 10 de enero de 2023.
«Cualquiera puede convocar una comisión. Solo el gobernador puede convocar una sesión especial. Haga su trabajo», dijo Beto O’Rourke, un demócrata que desafía a Abbott en las próximas elecciones.
Ovidia Molina, la presidenta de la Asociación de Maestros del Estado de Texas, dijo que la petición de Abbott era «muy débil».
«Las armas matan a la gente, incluyendo a los niños en edad escolar y a los educadores, y hay demasiadas armas por ahí en posesión de gente peligrosa», dijo Molina. «No hacen falta más comités para darse cuenta de ello».
Tras el tiroteo, Phelan dijo que la legislatura tendría «una larga y muy robusta discusión sobre la salud mental», calificando la situación como «otra reiteración de una crisis de salud mental que tenemos en este estado».
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