El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo el jueves que añadirá más alambre de púas en la frontera entre Estados Unidos y México para evitar que más inmigrantes ilegales entren en Estados Unidos, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos se pusiera del lado de la administración Biden y permitiera a los agentes federales cortar el alambre.
«Estamos añadiendo más alambre de espino en este momento para asegurarnos de que estamos haciendo aún más para asegurar la frontera», dijo el republicano de Texas en una entrevista el jueves con Bloomberg TV.
El gobernador dijo que su estado tiene la autoridad para desafiar al gobierno de EE.UU. bajo la Constitución de EE.UU. porque sus autores -los Padres Fundadores- creían que «habría momentos en que el gobierno federal no hace su trabajo y los estados tienen el derecho de autodefensa.»
El teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, escribió que la Operación Estrella Solitaria del estado mantendrá «su postura actual» de colocar alambre de púas y otras barreras para bloquear la inmigración ilegal en el estado.
«La preocupación lógica debería ser por qué el gobierno federal sigue obstaculizando la capacidad de Texas para proteger su frontera, al tiempo que admite los métodos de explotación, peligrosos e inhumanos de permitir a los inmigrantes ilegales, incluidos los niños, cruzar ilegalmente un río peligroso donde muchos han perdido la vida», dijo Olivarez en las redes sociales.
En las redes sociales, el Departamento Militar de Texas publicó recientemente fotografías en las que se ve a miembros de la Guardia Nacional de Texas y funcionarios del Departamento de Seguridad Pública añadiendo más alambres de púas.
El comentario de Abbot supone una escalada en la batalla legal entre el estado de Texas y el gobierno federal, después de que Texas se apoderara del parque Shelby, cerca de Eagle Pass, mientras que hay demandas contra las recientes medidas del gobierno de Biden para cortar el alambre de espino que había instalado la Guardia Nacional de Texas. Texas también instaló una barrera flotante en medio de la zona fronteriza del Río Grande, aunque una corte ordenó al estado que retirara esa barrera.
A principios de esta semana, la Corte Suprema de EE.UU. se puso del lado del gobierno de Biden al conceder una apelación de emergencia para permitir que los agentes federales corten el alambre de púas. La orden, de 5 votos a favor y 4 en contra, solo permite a los agentes federales cortar la alambrada y no prohíbe a Texas instalar la alambrada, según han señalado algunos analistas jurídicos.
La orden de la Corte Suprema no dio ninguna explicación. Entre los que votaron a favor se encuentran el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, y las juezas Amy Coney Barrett, Sonia Sotomayor, Ketanji Brown Jackson y Elena Kagan. Los que votaron en contra son los jueces Clarence Thomas, Samuel Alito, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh.
Ese fallo anuló una decisión de una corte inferior que impedía a los funcionarios federales cortar el cable, instalado a lo largo de la orilla del Río Grande dentro de Texas. La orden no se refería a una demanda presentada por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, en octubre para impedir que los agentes destruyeran o confiscaran las barreras de alambre de púas.
Mientras Abbott se comprometía a instalar más alambre de púas, un portavoz de la Casa Blanca lo calificó de mera «maniobra política», que «hará más difícil y peligroso el trabajo del personal de primera línea», según un comunicado. «En última instancia, necesitamos recursos adecuados y cambios políticos para abordar nuestro sistema de inmigración roto».
En un comunicado separado, Abbott acusó a la administración Biden de romper su «pacto» con Texas y otros estados porque, según él, el gobierno federal no está aplicando actualmente «las leyes federales que protegen a los estados, incluidas las leyes de inmigración en los libros en este momento.» En cuanto a la situación de la frontera entre EE.UU. y México, la administración Biden, añadió, «se ha negado a hacer cumplir esas leyes e incluso las ha violado.»
Se produce cuando un alto funcionario federal de inmigración dijo a The Associated Press el mes pasado que los cruces ilegales superaron los 10,000 durante algunos días de diciembre. Las detenciones por cruces ilegales superaron los 2 millones por primera vez en cada uno de los dos últimos ejercicios presupuestarios del gobierno estadounidense, lo que refleja los cambios tecnológicos que han aumentado la movilidad global que ha impulsado a la gente a abandonar sus hogares.
«Nuestros oficiales y agentes están respondiendo a grandes grupos de migrantes, lo que significa que algunos de nuestros agentes no están en la línea, no están realmente monitoreando algunos de esos cortes», dijo a AP Troy Miller, comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. «Si no tenemos a nadie para responder, entonces vas a ver lo que estás viendo».
Las detenciones de personas en familia se acercaron a las 72,000 en el sector de Tucson entre el 1 de octubre y el 9 de diciembre, más de nueve veces durante el mismo periodo del año pasado. Se trata de un gran cambio respecto a la época en que casi todos los migrantes eran hombres adultos. Las detenciones de no mexicanos superaron las 75,000, casi el cuádruple que hace un año y más de la mitad de todas las detenciones del sector.
Los republicanos han dicho que el aumento de la inmigración ilegal se debe en gran parte a las políticas laxas de la administración Biden, señalando que a principios de su mandato, el presidente Biden rescindió una serie de normas de inmigración de la era Trump.
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