En su toma de posesión, el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, cumplió su promesa de campaña al prohibir que las escuelas públicas del estado enseñaran la teoría crítica de la raza (TCR), un concepto que describió como algo «inherentemente divisivo».
Youngkin, quien prestó juramento como gobernador el sábado en Richmond, firmó nueve órdenes ejecutivas y dos directivas ejecutivas para abordar algunos de los temas que considera prioritarios. El primer tema apunta a terminar con “el uso de conceptos divisivos, incluida la teoría critica de la raza en la educación pública”.
«Los conceptos inherentemente divisivos, como la teoría crítica de la raza y su progenie, instruyen a los estudiantes para que sólo vean la vida a través de la lente de la raza y presume que algunos estudiantes son consciente o inconscientemente racistas, sexistas u opresores, y que otros estudiantes son víctimas. Esto niega a nuestros alumnos la oportunidad de adquirir hechos importantes, conocimientos básicos, formular sus propias opiniones y pensar por sí mismos», afirma la orden.
“Nuestros hijos merecen cuestionamientos mucho mejores en sus procesos educativos”.
Específicamente, la orden ejecutiva encarga al superintendente de instrucción de Virginia que revise todas las políticas, programas, estándares académicos y planes de estudio dentro del departamento de educación, para determinar si promueven o respaldan conceptos inherentemente divisivos como la TCR. La orden también prohíbe a cualquier empleado ejecutivo «dirigir u obligar a los estudiantes a afirmar, adoptar o adherirse personalmente a conceptos inherentemente divisivos».
La orden define los «conceptos divisivos» como ideas que violarían las leyes federales contra la discriminación, como que una raza es intrínsecamente superior a otra raza, que cualquier persona debe ser discriminada o tratada negativamente por su raza; que cualquiera debe asumir la responsabilidad por acciones cometidas en el pasado por otros miembros de la misma raza; o que el carácter moral de uno está inherentemente determinado por su raza.
Youngkin ha designado a dos mujeres en los principales puestos de liderazgo para hacer cumplir su orden. Ambas designadas son críticas conocidas del activismo progresista en las escuelas K-12 y defensoras de dar a los padres más voz en la educación de sus hijos.
Jillian Balow, quien se ha desempeñado como superintendente de instrucción de Wyoming desde 2015, renunció la semana pasada para aceptar la oferta de trabajo de Youngkin como su directora escolar. En septiembre de 2021, se unió a dos senadores estatales republicanos para anunciar un proyecto de ley (pdf) que requeriría que las escuelas publiquen por Internet una lista de todos los materiales didácticos que utilizan.
“Las aulas K-12 no son un foro apropiado para la teoría política radical como la TCR”, dijo Balow. “Este proyecto de ley empodera a los padres con las herramientas que necesitan para supervisar lo que se enseña en su distrito y brinda orientación a los distritos sobre la instrucción integral de historia y educación cívica de Estados Unidos”.
Elizabeth Schultz fue nombrada por Youngkin para ser la próxima asistente del superintendente. Schultz, miembro principal del grupo a favor de los derechos de los padres Parents Defending Education, ha estado activa en la lucha contra los esfuerzos para instaurar la TCR en Fairfax y en el condado de Loudoun, los dos condados más grandes de su estado.
«A pesar de las protestas de las juntas escolares en Fairfax y Loudoun que dicen que no lo están ‘enseñando’, ha habido un esfuerzo integral, deliberativo y manipulador del personal escolar y las juntas escolares, en marcha durante años», escribió Schultz en un artículo de opinión el año pasado, señalando una serie de iniciativas destinadas a promover la “equidad” y la justicia social.
Mientras tanto, la versión actual del sitio web del gobernador de Virginia ya no incluye una página para el director de diversidad, equidad e inclusión (DEI), cargo que ocupó Janice Underwood bajo la administración de Northam. The Epoch Times se comunicó con la administración de Youngkin para confirmar si se eliminó la oficina de DEI a nivel de gabinete.
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