El gobernador de Connecticut dijo que no restablecerá una orden de uso de mascarillas, citando datos que sugieren que dicha política no está «frenando el pico» en los casos de COVID-19 que se están presentando en otros lugares.
El gobernador Ned Lamont, un demócrata, le dijo a la prensa esta semana que los casos de COVID-19 han aumentado en la ciudad de Nueva York en los últimos días a pesar de una orden de uso de mascarillas en todo el estado emitida por la gobernadora de ese estado hace varias semanas.
Las órdenes de uso de mascarillas «no están frenando el repunte en la ciudad de Nueva York, que probablemente sea la zona cero», dijo Lamont a un periodista en respuesta a una pregunta sobre si consideraría tal regulación.
“Si pienso en las cosas, ciertamente pienso en los asilos de ancianos y en otros entornos colectivos donde creo que la vacuna de refuerzo es probablemente la prioridad número uno, para asegurarme de que sean motivados todos los que pueden recibir refuerzo. Esa sería mi próxima prioridad”, agregó Lamont.
El 10 de diciembre, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció que se deberá exigir el uso de mascarillas en todos los lugares interiores, a menos que las empresas o lugares soliciten a los clientes o empleados que muestren pruebas de que están vacunados. Sin embargo, más tarde dio marcha atrás y dijo que los condados tienen la opción de no aceptar el mandato, ya que algunos ejecutivos del condado de Nueva York criticaron su directiva y prometieron que no la harían cumplir.
«Mi departamento de salud tiene cosas críticas que hacer que son más importantes que hacer cumplir esto, y creo que las pequeñas empresas ya han sufrido bastante», les dijo a los medios de comunicación el ejecutivo del condado de Orange, Steve Neuhaus, un republicano. «Dios no permita que la gobernadora ordene a la policía estatal que salga y lo haga cumplir».
La oficina de Hochul confirmó el 20 de diciembre que el estado de Nueva York no enviará inspectores a las empresas para ver si están haciendo cumplir la orden.
«Los departamentos de salud locales harán cumplir la ley», dijo la portavoz de Hochul, Hazel Crampton-Hays, a los medios de comunicación en ese momento. “La gobernadora Hochul puso a disposición hoy USD 65 millones para las necesidades de cumplimiento de los condados, incluidos los costos de personal asociados con las verificaciones al azar y otros controles. Estamos todos juntos en esto mientras luchamos contra esta oleada invernal».
En una sesión informativa a principios de esta semana, Lamont anunció que su estado distribuiría alrededor de 3 millones de pruebas caseras de COVID-19 y 6 millones de mascarillas N95 para hacer frente al aumento de los casos de COVID-19. Se espera que la distribución de los artículos comience el jueves, dijo Lamont.
“Eso significa en términos de algunas de nuestras poblaciones más afectadas, algunos de nuestros entornos congregados, algunos de nuestros refugios para personas sin hogar… asegúrese de que esas pruebas para COVID estén ahí para que podamos asegurarnos de que sabe que está a salvo y si no está a salvo, asegurarnos de que te mantengamos en cuarentena y de que todos los que te rodean estén a salvo”, comentó Lamont.
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