Se prevé que la tormenta tropical Francine, que se formó el lunes en el Golfo de México, golpee Texas y Luisiana a finales del miércoles, lo que ha llevado a Texas a activar su sistema de respuesta de emergencia.
Se prevé que Francine alcance fuerza de huracán el miércoles por la tarde, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC). La tormenta no se prevé que llegue a ser un huracán «mayor»—de categoría 3 o superior.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, aumentó la preparación de los equipos de emergencia del estado.
«Texas continuará monitoreando de cerca las condiciones climáticas para proteger el bienestar de los texanos», dijo Abbott en un comunicado, advirtiendo que el sistema «traerá amenazas potenciales de inundaciones repentinas y fuertes lluvias».
El gobernador añadió que los residentes «se les insta a tomar las precauciones necesarias para el clima tropical potencial, incluyendo permanecer consciente del tiempo, el seguimiento de las condiciones del camino, y tener un plan de emergencia para garantizar la seguridad de ellos mismos y sus seres queridos».
No está claro si el gobernador de Luisiana aplicará medidas similares, como declarar el estado de emergencia. Hasta el lunes por la mañana no se había emitido ninguna declaración de emergencia o catástrofe.
Se ha emitido una vigilancia de huracán desde Cameron hacia el este hasta Grand Isle en Luisiana, mientras que también se emitió una vigilancia de tormenta tropical desde High Island, Texas, hasta Cameron, Luisiana, y desde Grand Isle, Luisiana, hasta la desembocadura del río Pearl incluyendo el lago Pontchartrain y el lago Maurepas, dijo el NHC.
El NHC dijo el lunes por la mañana que se esperan «marejadas ciclónicas potencialmente mortales y vientos huracanados» a lo largo de las costas de Luisiana y el este de Texas a mediados de semana, según un boletín. Una vigilancia de tormenta tropical está en vigor para el norte de México y el sur de Texas, desde la desembocadura del Río Grande hasta Port Mansfield, Texas.
«Se espera que la perturbación se convierta en una tormenta tropical más tarde hoy, con una intensificación más significativa pronosticada para el martes y el miércoles», dijo un boletín del NHC. «Se pronostica que el sistema se convierta en huracán antes de que alcance la costa noroeste del Golfo de Estados Unidos».
Se espera que Francine toque tierra en el centro-sur de Luisiana, probablemente como huracán para el miércoles a las 7 p.m. ET, según el modelo de pronóstico del NHC. La agencia predice que se degradará a tormenta tropical el jueves por la mañana.
«Aunque es demasiado pronto para precisar la ubicación exacta y la magnitud de los impactos, la posibilidad de que las mareas tormentosas y los vientos dañinos pongan en peligro la vida de las personas está aumentando en partes de las costas de Luisiana y la parte alta de Texas a partir del martes por la noche», señaló el NHC.
Se espera que el sistema de tormentas produzca de cuatro a ocho pulgadas de lluvia, con cantidades localizadas de 12 pulgadas, desde el noreste de México hacia el norte a lo largo de partes de la costa sur de Texas, y a través del sur de Luisiana y el sur de Mississippi hasta el jueves, según el boletín.
Es probable que las fuertes precipitaciones aumenten el riesgo de inundaciones repentinas y urbanas en esos estados, advierten los meteorólogos.
La temporada de huracanes en el Atlántico, que dura del 1 de junio al 30 de noviembre, suele alcanzar su punto álgido a principios de septiembre. Hasta ahora, la temporada de 2024 ha sido relativamente tranquila, según los investigadores.
No ha habido tormentas tropicales ni huracanes con nombre desde mediados de agosto, cuando se nombró al huracán Ernesto.
Los datos de los científicos de la Universidad Estatal de Colorado muestran que aproximadamente el 68 por ciento de toda la actividad tropical en la cuenca atlántica se produce después del 1 de septiembre.
A principios de este año, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) predijo que la temporada de 2024 tendría entre 17 y 24 tormentas con nombre, de las cuales entre ocho y 13 se convertirían en huracanes. De esa cifra, entre cuatro y siete serían huracanes de gran intensidad, según la agencia.
Los meteorólogos del NHC también están vigilando otras dos perturbaciones, ambas emergentes en el Atlántico tropical oriental y central. Una zona de baja presión tiene un 60% de probabilidades de convertirse en depresión tropical en las próximas 48 horas «mientras el sistema serpentea sobre el Atlántico tropical central», dijo la agencia.
Una segunda zona de baja presión, al este de la primera, tiene un 60% de posibilidades de convertirse en depresión en los próximos siete días, añadió el NHC.
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