La gobernadora de Kansas ordenó el uso de mascarillas en público y en el trabajo donde el distanciamiento social no es posible.
«Los últimos meses han presentado muchos nuevos desafíos para los residentes de Kansas, y todos queremos volver a nuestras vidas y rutinas normales», dijo la gobernadora demócrata Laura Kelly en un comunicado de prensa. «Desafortunadamente, hemos visto un incremento en el número de casos de COVID-19, hospitalizaciones y muertes en todo nuestro estado y nuestro país. Debemos actuar. Los virus no se detienen en los límites del condado. Esta orden no cambia a dónde puedes ir o qué puedes hacer. Pero usar una mascarilla es una forma simple y efectiva de mantener a los residentes de Kansas sanos y de mantener a Kansas abierta para los negocios».
La orden entra en vigor a partir del viernes.
«Este es un paso simple y proactivo que podemos tomar para que los residentes de Kansas sigan en su trabajo, hacer que nuestros hijos vuelvan a la escuela, y mantenernos a nosotros mismos y a nuestros vecinos sanos», añadió Kelly. «Usar una mascarilla no solo es seguro, sino que es necesario para evitar otro cierre».
La orden (pdf) no se aplica a los niños menores de 6 años, a los sordos o a las personas que tienen condiciones médicas que dificultan la respiración.
Dijo que la oficina del fiscal general de Kansas trabajará junto con su oficina para asegurarse que la orden cumpla con la ley del estado de Kansas.
Kansas ha reportado casi 15,000 casos confirmados del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), el nuevo coronavirus, desde que la pandemia comenzó a principios de marzo y reportó 272 muertes relacionadas con el COVID-19 hasta el miércoles. Desde que Kelly levantó las restricciones estatales a los negocios y reuniones públicas inmediatamente después del Día de la Recordación, Kansas ha tenido 5653 nuevos casos confirmados de COVID-19, lo que equivale a un aumento del 61 por ciento y 84 muertes, una fuerte subida del 45 por ciento.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos registró más de 50,000 casos de virus del PCCh (Partido Comunista Chino) el miércoles, aunque otros rastreadores han señalado que el número de muertes diarias ha sido relativamente bajo en las últimas semanas.
El jueves, el vicepresidente Mike Pence dijo a la CNBC que no cree que haya necesidad de un “mandato nacional” para usar mascarillas.
“La verdad es que estamos monitoreando en este momento 12 estados que tienen un aumento de casos y una creciente positividad, y estamos apoyando plenamente los esfuerzos que los gobernadores están tomando y los funcionarios locales de salud están tomando para alentar a la gente a practicar una buena higiene, el distanciamiento social, usar una mascarilla donde el distanciamiento social no es posible”, dijo.
A principios de la semana, Pence dijo que cuatro estados representaban más del 50 por ciento de los nuevos casos: Florida, Texas, California y Arizona.
The Associated Press contribuyó a este informe.
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