La gobernadora de Oregon, Kate Brown, dijo antes del Día de Acción de Gracias que la gente de su estado debería llamar a la policía si se enteran de que sus vecinos están violando las últimas restricciones de salud pública, que incluyen la reducción del número de personas en reuniones privadas a seis.
«Mira, esto no es diferente de lo que sucede si hay una fiesta en la calle y eso mantiene a todo el mundo despierto», dijo Brown el viernes cuando una reportera de la KGW le preguntó si quería que la gente llamara a la policía por sus vecinos.
«¿Qué hacen los vecinos? Llaman a la policía porque es demasiado ruidoso», continuó la gobernadora demócrata. «Esto es así. Es como una violación de una norma sobre el ruido».
Brown emitió una orden ejecutiva la semana pasada para implementar una «congelación» de dos semanas en todo el estado, que restringe a los restaurantes a solo comida para llevar, cierre de negocios como gimnasios, piscinas y cines, y requiere que las tiendas de comestibles y las farmacias operen a una capacidad máxima del 75 por ciento. También limita las reuniones sociales, dentro o fuera, a no más de seis personas de dos hogares.
La violación de las medidas de congelación, si se cita penalmente, es un delito menor de clase C que se castiga con hasta 30 días de cárcel, una multa de hasta 1250 dólares, o ambas cosas, según la oficina de la gobernadora.
Brown dijo en una conferencia de prensa del 13 de noviembre que había ordenado a la Policía Estatal de Oregón que trabajara con las fuerzas policiales locales en la posible detención de personas por no cumplir con las nuevas restricciones.
«En cuanto a los individuos, no se los estoy pidiendo», dijo. «Les digo que detengan sus reuniones sociales, sus reuniones sociales informales y sus fiestas en casa, y que limiten sus interacciones sociales a seis personas o menos, no más de un hogar, y les pido eso inmediatamente. Tomaré acciones legales más fuertes según sea apropiado».
La política restrictiva ha sido rechazada por algunos líderes estatales y locales de Oregón. El viernes, la oficina del sheriff del condado de Marion dijo en un comunicado que no van a arrestar a la gente por violar las órdenes de congelación de la gobernadora.
«Reconocemos que no podemos arrestar o imponer nuestra salida de la pandemia, y creemos que ambas cosas son contraproducentes para los objetivos de salud pública», decía la declaración. «Podemos trabajar juntos en el seguimiento de estas recomendaciones para hacer de nuestras comunidades un lugar más seguro y saludable. Si te encuentras en un lugar en el que te sientes incómodo con la situación, te recomendamos que te retires de esa zona o situación».
Brown respondió a sus críticos, llamándolos «irresponsables». «Son políticos buscando titulares, no funcionarios públicos tratando de salvar vidas», dijo. «Mi principal prioridad como gobernadora es mantener a los residentes de Oregon sanos y salvos. En eso me concentro».
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