La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció el lunes que va a llamar a la Guardia Nacional para que ayude en la crisis de la inmigración ilegal que asola la Gran Manzana.
En una conferencia de prensa celebrada el 25 de septiembre en la ciudad de Nueva York, la Sra. Hochul anunció que había ordenado que 150 miembros de la Guardia Nacional apoyaran las operaciones de gestión de casos destinadas a conseguir permisos de trabajo a los solicitantes de asilo y a expulsar a algunos de los aproximadamente 60,000 inmigrantes ilegales que abarrotan los centros de acogida de la ciudad, que, según dijo, están llenos hasta los topes.
Los 150 miembros adicionales de la Guardia Nacional elevarán el total a 2200, que están apoyando los esfuerzos para hacer frente a lo que la Sra. Hochul describió como «dos desafíos reales» que se producen al mismo tiempo: una «crisis de inmigrantes» y una «crisis de escasez de trabajadores».
«Tenemos una economía que podría estar en plena ebullición», dijo durante una sesión de preguntas y respuestas tras la conferencia de prensa, señalando que Nueva York tiene una tasa de desempleo casi récord y que las empresas están pidiendo a gritos más personal, pero «nos vemos frenados por la escasez de trabajadores».
La Sra. Hochul dijo que en el estado de Nueva York hay alrededor de 400,000 puestos de trabajo vacantes, que van desde la construcción a las residencias de ancianos, y no hay suficientes personas para cubrirlos.
Permisos de trabajo acelerados
La gobernadora de Nueva York elogió las medidas federales para permitir que más solicitantes de asilo soliciten el Estatus de Protección Temporal (TPS), que les permitirá estar protegidos de la deportación y trabajar legalmente.
El gobierno de Biden anunció el 20 de septiembre que permitirá a casi medio millón de venezolanos que ya se encuentran en Estados Unidos —incluidos los que entraron ilegalmente en el país— solicitar el TPS.
La Sra. Hochul dijo que, de los 2200 miembros de la Guardia Nacional que apoyan la misión de hacer frente a la crisis migratoria, 250 se centrarían exclusivamente en la gestión de casos para ayudar a los venezolanos a solicitar el TPS y a encontrar trabajo legalmente.
«Es un trabajo muy intensivo», dijo sobre el proceso de gestión de casos en el que ayudarán los miembros de la Guardia Nacional.
La autorización de trabajo es «su boleto hacia el sueño americano», dijo refiriéndose a los solicitantes de asilo.
«Así que los ayudarán a conseguir un trabajo, a mantenerse, a salir de estos refugios, porque creo que no han recorrido todos estas miles de millas para vivir en un refugio con cientos, si no miles de otras personas», dijo,
Dijo que los miembros de la Guardia Nacional ya han estado trabajando para encuestar a las distintas personas que residen en los refugios superpoblados de Nueva York.
«Tenemos diferentes categorías. Algunas personas pueden trabajar ahora mismo si ya entraron a través de la aplicación de Aduanas y Protección de Fronteras. Hay personas cualificadas para ello», dijo.
«Hay personas en libertad condicional que pueden trabajar», continuó. «Están los solicitantes de asilo que tienen que solicitarlo y esperar 180 días».
«Y ahora tenemos esta nueva categoría que permite los permisos de trabajo acelerados para los venezolanos que llegaron aquí antes», añadió, refiriéndose a la nueva elegibilidad ampliada del TPS para unos 472,000 venezolanos más.
La Sra. Hochul pidió una ampliación del programa TPS para permitir que más solicitantes de asilo consigan trabajo como una de las soluciones clave para arreglar el problema de la inmigración ilegal que atenaza a su estado.
«Eso sería el punto de inflexión que necesitamos para esta crisis», dijo, al mismo tiempo que añadía que otra parte de la solución son más controles fronterizos para «detener los flujos ilegales» de personas a través de la frontera.
«Necesitamos más dinero»
La Sra. Hochul dijo que Nueva York ya ha gastado 1700 millones de dólares para acoger y apoyar a los solicitantes de asilo.
«Nuestro objetivo: atender a las personas cuando llegan, mostrarles la compasión de los neoyorquinos, pero darles lo que quieren, que es una salida rápida de nuestro sistema de refugio», dijo.
En una sesión de preguntas y respuestas tras la conferencia de prensa del lunes, la Sra. Hochul volvió a suplicar ayuda federal, afirmando que su oficina se había vuelto más «firme» en su petición de más recursos.
«Nos gustaría tener más dinero, por supuesto», dijo, pero señaló que el presidente Joe Biden no puede limitarse a «extender un cheque», sino que tiene que pasar por el proceso de asignaciones del Congreso, que se enfrenta a impedimentos en medio de las disputas en el Capitolio sobre los recortes de gastos, que podrían provocar un cierre del gobierno a finales de mes.
«Necesitamos más dinero», dijo, señalando que el sistema de refugios de la ciudad de Nueva York está lleno hasta el tope y se necesitan más recursos para aliviar la carga.
Uno de los objetivos de los miembros adicionales de la Guardia Nacional que ayudan con los casos es desalojar a algunas de las 60,000 personas que abarrotan los refugios.
«Vayan a otra parte»
Hace unos días, la Sra. Hochul dijo que los centros de acogida de la ciudad de Nueva York están llenos en medio de la incesante afluencia de inmigrantes ilegales y que la gente debería «irse a otra parte».
«Vienen de todas partes», dijo a la CNN en una entrevista la semana pasada. «Pero tenemos que hacer correr la voz de que cuando vengan a Nueva York, no vamos a tener más habitaciones de hotel. No tenemos capacidad».
La Sra. Hochul también ha respaldado la propuesta del alcalde de Nueva York, Eric Adams, de suspender la ley municipal sobre el derecho a la vivienda en medio de la afluencia de inmigrantes ilegales.
El Sr. Adams ha pedido que se suspenda el mandato de 40 años de la ciudad sobre el derecho a la vivienda, que se estableció para ayudar a abordar la crisis de los indigentes de la ciudad y básicamente exige que la ciudad proporcione una cama a cualquiera que la pida.
En su entrevista en la CNN, la gobernadora de Nueva York dijo que la propuesta del Sr. Adams de suspender el mandato de derecho a refugio de la ciudad, que tiene décadas de antigüedad, es lo «correcto».
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