Los miembros de la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA, por sus siglas en inglés) pidieron al Congreso que aprobara un proyecto de ley adicional de ayuda con valor de 500,000 millones de dólares para estabilizar los estados y territorios que, según ellos, se encuentran en una «situación desesperada» a causa de las repercusiones económicas de la pandemia.
En una carta firmada por el presidente de la NGA, Larry Hogan, gobernador republicano de Maryland, y el vicepresidente de la NGA, Andrew Cuomo, gobernador demócrata de Nueva York, los dirigentes de la asociación describieron el daño que ha causado a las economías locales el virus del Partido Comunista Chino (PCCh), conocido comúnmente como el nuevo coronavirus, que causa la enfermedad COVID-19.
«Como gobernadores, priorizamos la salud y el bienestar de nuestros ciudadanos por encima de cualquier otra consideración. En respuesta a la crisis y para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos, cerramos los negocios no esenciales, limitamos las grandes reuniones y aplicamos las órdenes de permanecer en casa. No tomamos estas decisiones a la ligera. Como resultado, nuestras economías nacionales y locales están en una situación desesperada y han dado lugar a la contracción más dramática de la economía estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial», escribieron los líderes.
«Muchos estados ya están reportando disminuciones precipitadas en los ingresos que financian los servicios estatales para la atención médica, la educación, la seguridad pública, el transporte y otros programas vitales», dice la carta, que fue enviada el 21 de abril, el día en que el Senado aprobó una medida de alivio económico de 483,400 millones de dólares que repondría al popular programa de préstamos para pequeñas empresas que se ha quedado sin dinero e incrementaría los fondos para que los hospitales aumenten las pruebas de la COVID-19. El voto oral del Senado envía el proyecto de ley a la Cámara para su aprobación final, que se espera para el jueves.
El presidente Donald Trump tuiteó su apoyo a la medida, llamada Programa de Protección de Cheques y Ley de Mejora de la Atención Médica, el martes, diciendo que la firmaría cuando llegue a su escritorio. Trump dijo en un tuit separado que los artículos adicionales que se dejaron fuera del proyecto de ley, como los recortes de impuestos sobre la nómina, las iniciativas de infraestructura, y el alivio fiscal a los gobiernos estatales y locales por la pérdida de ingresos debido al COVID-19, podrían ser incluidos en la próxima ronda de ayuda.
En la carta, los gobernadores piden a los líderes del Senado y de la Cámara de Representantes de ambos partidos que adopten medidas que incluyan una ayuda federal directa de 500,000 millones de dólares a los estados y territorios para reemplazar los ingresos perdidos.
«Estas continuas pérdidas obligarán a los estados y territorios no solo a hacer drásticos recortes a los programas de los que dependemos para proporcionar seguridad económica, oportunidades educativas y seguridad pública, sino que la recuperación económica nacional se verá drásticamente obstaculizada», argumentaron los gobernadores.
También pidieron un aumento temporal de los Porcentajes de Asistencia Médica Federal del 6.2 por ciento al 12 por ciento, un mayor acceso al equipo de protección personal y a los suministros médicos, y mejoras en el seguro de desempleo, citando el «récord de 22 millones de estadounidenses [que] han solicitado [subsidios] por desempleo en las últimas tres semanas».
La carta llega en medio de los crecientes llamamientos a los gobernadores para que alivien las restricciones que han sofocado la actividad económica y aumentado el desempleo.
Sin embargo, antes de que se puedan levantar los cierres, habrá que aumentar las pruebas, dicen los gobernadores en la carta.
«Antes de que los gobernadores consideren relajar las medidas de distanciamiento social para protegerse contra la reaparición de casos de COVID-19, los estados necesitarán expandir significativamente la capacidad de diagnóstico y pruebas de anticuerpos, lo que incluye una infraestructura de salud pública esencial para apoyar el rastreo de contactos, la vigilancia, la epidemiología, la capacidad de los laboratorios, la fuerza laboral y las alianzas comunitarias», escribieron Hogan y Cuomo en la carta.
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