Un grupo de gobernadores republicanos visitaron este lunes la ciudad tejana de Eagle Pass para analizar la crisis de inmigración ilegal que sigue afectando al estado fronterizo.
Los gobernadores de Nebraska, Iowa, Dakota del Sur y Oklahoma se unieron a un recorrido en la frontera junto al gobernador de Texas, Greg Abbott, en Eagle Pass, frente al Río Grande. Luego de la visita, realizaron una conferencia de prensa donde expresaron sus preocupaciones sobre la crisis que afecta a sus estados.
“Estamos presenciando literalmente una zona de guerra”, dijo la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, quien señaló que envió a su Guardia Nacional y helicópteros a Texas para vigilar la frontera.
«Los cárteles están sedientos de sangre y están facilitando el tráfico de nuestros niños todos los días», agregó.
El gobernador de Nebraska, Jim Pillen, también resaltó el aumento del tráfico de drogas debido a las políticas fronterizas de Biden, las cuales están perjudicando a su estado debido al ingreso de drogas fatales como el fentanilo.
“Estamos luchando contra carteles que intentan matar a nuestros hijos”, dijo Pillen. «Este es un problema de seguridad nacional que debe abordarse. Apoyamos al gobernador Abbott mientras su estado trabaja a diario para detener la entrada de drogas ilegales, armas y delincuentes en Estados Unidos».
La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, se unió al pedido de Pillen, y señaló que en su estado, se ha percibido un aumento del 500 % en la cantidad de fentanilo incautado desde 2020, así como el 100% de aumento en la metanfetamina incautada.
«Hemos visto que las muertes relacionadas con las drogas aumentaron un 35%», añadió.
Mientras que el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, dijo que en su estado «hubo un aumento del 500% de muertes por fentanilo en los últimos de dos años, y sabemos que viene de aquí».
«Hay un muro fronterizo justo detrás de nosotros, pero no podemos defender el muro fronterizo. Tenemos que ir hacia el río y construir una barrera porque la política actual dice que si cruzas el río y llegas a ese lado del muro fronterizo, te dejan entrar a EE.UU. y te entregan a inmigración», dijo Stitt.
La conferencia se llevó a cabo frente al Río Grande, donde se encuentran instaladas las polémicas barreras de boyas y el alambre de púas en la frontera de Texas.
Esta medida generó que el Departamento de Justicia interpusiera en julio una demanda civil, exigiendo el retiro inmediato de la instalación de las boyas, argumentando que su acción era ilegal y se realizó sin supervisión federal. Hoy se llevará a cabo una audiencia en relación con la demanda.
Un estudio bilateral de la Comisión Internacional de Límites y Aguas que se incluyó en la demanda, señalaba que cerca del 80 % de las boyas colocadas por Texas estaban en territorio mexicano. Sin embargo, la semana pasada, se confirmó que el estado había movido las boyas nuevamente hacia territorio estadounidense.
Durante la conferencia de prensa el lunes, Abbott reconoció que las boyas se habían desviado al lado mexicano pero que luego fueron reubicadas.
“Las boyas se habían desviado hacia el lado de México. Entonces, por precaución, Texas regresó y movió las boyas a un lugar donde está claro que están del lado de Estados Unidos, no del lado de México”, dijo el gobernador.
Tanto el gobernador de Texas como funcionarios estatales han insistido que el objetivo de las boyas en el Río Grande es para disuadir los cruces fronterizos y evitar un aumento de muertes de inmigrantes por ahogamientos en el río.
Con información de NTD Noticias.
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