La administración Biden advirtió a China el 23 de marzo que no ayude a Rusia a evadir las sanciones occidentales por su invasión de Ucrania, y dijo que los países del G7 anunciarán pronto una iniciativa unificada para evitar el «incumplimiento sistemático de las sanciones».
Todos los países serán sometidos a los mismos requisitos, dijeron funcionarios estadounidenses, aunque China ha recibido una atención especial después de que Beijing anunciara una asociación «sin límites» con Rusia poco antes de que comenzara la guerra en Ucrania.
«Esto no se refiere específicamente a China, sino que se aplicará a todas las economías importantes y a las decisiones que cualquiera de esas economías tome para intentar, de forma intencionada y activa, socavar o debilitar las sanciones que hemos puesto en marcha», dijo el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, a los periodistas a bordo del Air Force One.
El presidente Joe Biden se encuentra de viaje en Europa, donde tiene previsto asistir a una cumbre de emergencia de la OTAN en Bruselas el 24 de marzo, en la que los líderes del bloque de 30 naciones debatirán la guerra en curso en Ucrania y los desafíos que plantea el apoyo táctico del régimen chino.
Biden también se reunirá con otros líderes del G7 y de la Unión Europea, antes de viajar a Varsovia, Polonia, el 25 de marzo.
Sullivan dijo que Washington ya ha comunicado este mensaje a China.
«Esperamos una comunicación similar por parte de la Unión Europea y de los distintos países europeos. Y también estamos en la misma página en ese sentido», dijo Sullivan.
La Unión Europea y China tienen programado celebrar una cumbre el 1 de abril, en la que la crisis de Ucrania ocupará un lugar destacado.
El Departamento de Comercio estadounidense impuso amplias restricciones a las exportaciones a Rusia, prohibiendo el acceso de Moscú a semiconductores, ordenadores, telecomunicaciones y equipos de información y seguridad estadounidenses.
A Estados Unidos le preocupa que empresas de Beijing y China puedan ayudar a Rusia a «suplir» y obtener estos artículos restringidos, dijo Sullivan.
«Evidentemente, tenemos herramientas a nuestra disposición para garantizar que esto no pueda producirse», añadió.
Sullivan también advirtió a Beijing que no debe aprovechar las oportunidades de negocio creadas por las sanciones occidentales.
Añadió que Estados Unidos y los aliados del G7 responderán a cualquier «esfuerzo sistemático, esfuerzos a escala industrial para tratar de reorientar la liquidación de los pagos financieros» objeto de las sanciones.
El 26 de febrero, Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido anunciaron una acción conjunta para retirar a determinados bancos rusos del sistema internacional de pagos SWIFT.
Por otra parte, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, en una entrevista con Reuters el 23 de marzo, advirtió a China que no enviara semiconductores a Rusia, afirmando que todas las empresas chinas de semiconductores dependían del software estadounidense para la fabricación de estos pequeños chips.
«Si descubrimos que están vendiendo chips a Rusia, entonces podemos esencialmente cerrarlos negándoles el uso de ese software, y estamos absolutamente preparados para hacerlo», dijo Raimondo.
La fabricación de semiconductores, potentes chips que alimentan desde teléfonos inteligentes hasta misiles, requiere miles de pasos de fabricación. En primer lugar, los chips deben diseñarse con programas de diseño de circuitos integrados, conocidos como herramientas de automatización del diseño electrónico (EDA).
China aún no puede desarrollar sus propias herramientas EDA y ese desarrollo de software está actualmente dominado por empresas estadounidenses como las californianas Synopsys y Cadence.
La ministra dijo que Estados Unidos estaba vigilando «hora a hora, minuto a minuto» las posibles violaciones de sus controles de exportación a Rusia.
Raimondo dijo que todavía no había visto ninguna empresa con sede en China que violara los controles de exportación de Estados Unidos, pero añadió que el Departamento de Comercio de Estados Unidos no revela las investigaciones o las medidas de aplicación antes de que se finalicen.
«Lo que se está viendo ahora es realmente un nivel de cooperación sin precedentes entre Estados Unidos y nuestros aliados afines», dijo Raimondo. «Estoy segura de que China toma nota de que Estados Unidos es fuerte y de que nuestra relación con nuestros socios es más fuerte de lo que ha sido en mucho tiempo».
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