La administración Biden aprobó el martes una posible venta militar a Qatar por un valor estimado de USD 1000 millones.
El anuncio de la aprobación por parte del Departamento de Estado se publicó durante el partido de la Copa del Mundo 2022 entre Estados Unidos e Irán, celebrado en Doha.
El aviso de la posible venta es obligatorio por ley. En él, el Departamento de Estado dijo que el gobierno de Qatar solicitó la compra de 10 sistemas anti-drones, denominados «Sistemas Integrados de Derrota de Aeronaves No Tripuladas (FS-LIDS)».
El gobierno de Qatar también solicitó 200 «interceptores Coyote Block 2», que se utilizan para atacar drones, así como una gran cantidad de equipos relacionados y servicios de apoyo técnico y logístico.
Qatar, junto con otros estados árabes del Golfo, enfrenta amenazas de representantes respaldados por Irán en la región.
“Esta propuesta de venta apoyará los objetivos de política exterior y seguridad nacional de Estados Unidos al ayudar a mejorar la seguridad de un país amigo que sigue siendo una fuerza importante para la estabilidad política y el progreso económico en Oriente Medio”, dijo el Departamento de Estado.
La entidad gubernamental agregó que la venta propuesta también «mejorará la capacidad de Qatar para enfrentar las amenazas actuales y futuras al proporcionar capacidades de derrota electrónica y cinética contra los sistemas de aeronaves no tripuladas».
«Qatar no tendrá dificultades para adaptar estos artículos y/o servicios en sus fuerzas armadas. La venta propuesta de este equipo y apoyo no alterará el equilibrio militar básico en la región”.
Cinco representantes del gobierno de EE.UU. y 15 contratistas de EE.UU. serán enviados a Qatar durante cinco años “para apoyar las actividades de campo, capacitación y mantenimiento”, declaró el departamento.
Los principales contratistas serán Raytheon, SRC y Northrop Grumman.
Estados Unidos y Qatar firmaron previamente en 2017 un acuerdo de armas por valor de USD 12,000 millones para que Qatar comprara hasta 36 aviones de combate F-15 y otras armas estadounidenses. En ese momento, el Departamento de Defensa dijo que la venta «dará a Qatar una capacidad de vanguardia y aumentará la cooperación de seguridad y la interoperabilidad entre Estados Unidos y Qatar”.
La administración del expresidente Barack Obama aprobó en noviembre de 2016 la venta potencial, que se estimó en ese momento en USD 21,000 millones. Antes del acuerdo de USD 12,000 millones, el entonces presidente Donald Trump denunció a Qatar como un patrocinador de «alto nivel» del terrorismo y pidió al gobierno del país que «tome una línea dura» contra la financiación al extremismo.
Si bien Qatar niega apoyar el extremismo, sus vecinos, incluida Arabia Saudita, lo han acusado de financiar a grupos terroristas, incluida la rama de Al Qaeda en Siria, y de apoyar a grupos islamistas, incluida la Hermandad Musulmana en Egipto. Debido al supuesto apoyo de Qatar a los terroristas, Arabia Saudita, Baréin, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto en 2017 cortaron las relaciones diplomáticas con el país.
En marzo de este año, el presidente Joe Biden designó a Qatar como un importante aliado de Estados Unidos fuera de la OTAN, un estatus especial otorgado a los aliados cercanos fuera de la OTAN que tienen relaciones de trabajo estratégicas con el ejército de EE.UU. Este estatus le permite a Qatar obtener ciertas ventajas en materia de defensa y seguridad con Estados Unidos.
Qatar es el hogar de la Base Aérea Al Udeid, una de las bases militares más grandes de EE.UU. en el Medio Oriente. La base alberga el cuartel general avanzado del Comando Central de EE.UU. y el centro de operaciones aéreas del Pentágono para la región. Es considerada un actor clave en la lucha contra el grupo terrorista ISIS.
En agosto de 2021, la base aérea desempeñó un papel importante y acogió a miles de refugiados que ayudaron a los esfuerzos de EE.UU. para evacuar a las personas del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, en Kabul, Afganistán, después de que las tropas estadounidenses se retiraran del país.
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