El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) dijo el lunes que los hospitales deben proporcionar abortos en situaciones de emergencia cuando una mujer que sufre de una condición médica de emergencia necesita ser estabilizada.
«En virtud de la ley, independientemente del lugar en el que vivan, las mujeres tienen derecho a recibir atención de emergencia, incluida la atención del aborto», dijo el secretario del HHS, Xavier Becerra, en un comunicado. «Hoy, en términos inequívocos, estamos reforzando que esperamos que los proveedores continúen ofreciendo estos servicios, y que la ley federal prevalece sobre las prohibiciones estatales de aborto cuando se necesita para la atención de emergencia».
Según la ley federal, añadió, «las mujeres tienen derecho a la atención de emergencia, incluida la atención al aborto». La declaración se emitió junto con una guía a través de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid.
Becerra afirmó que un estatuto federal llamado Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Trabajo de Parto Activo de 1986 permite a los proveedores utilizar su propio juicio clínico en las acciones que pueden tomar para proporcionar tratamiento durante condiciones médicas de emergencia. Esa ley federal, dijo, sustituye a las prohibiciones estatales del aborto en circunstancias de emergencia.
El estatuto «exige que los hospitales de Medicare proporcionen a todos los pacientes una revisión médica adecuada, un examen, un tratamiento estabilizador y un traslado, si es necesario, independientemente de cualquier ley o mandato estatal que se aplique a procedimientos específicos», señala el comunicado de prensa del HHS.
Si un hospital viola el estatuto, la instalación podría perder sus acuerdos de proveedor de Medicaid y Medicare, mientras que un médico podría enfrentarse a sanciones civiles.
Más medidas
La medida llega tres días después de que el presidente Joe Biden firmara una orden ejecutiva para garantizar que las mujeres puedan abortar. En esa orden, Biden ordenó al HHS que ampliara el acceso a un medicamento conocido como Mifeprex, que puede interrumpir un embarazo hasta la décima semana de gestación, entre otras medidas.
Semanas antes, la Corte Suprema anuló el caso Roe contra Wade, una decisión de 1973 que sostenía que las mujeres tienen un derecho constitucional a abortar, algo que muchos grupos religiosos y conservadores han calificado durante mucho tiempo como un asesinato. El juez Samuel Alito, en la opinión mayoritaria, escribió que las legislaturas estatales deben ser las que determinen si el aborto debe ser legalizado o prohibido.
Varios estados han prohibido o están trabajando para prohibir el aborto tras la decisión de la Corte Suprema. Sin embargo, los jueces de algunos estados han bloqueado temporalmente dichas leyes, permitiendo que los abortos continúen.
Durante el fin de semana, Biden dijo a los periodistas en Delaware que está considerando declarar una emergencia de salud pública tras el fallo.
«No tengo autoridad para decir que vamos a restablecer Roe vs Wade como ley del país», dijo Biden a los periodistas el 10 de julio. Pero días antes, la funcionaria de la Casa Blanca, Jen Klein, dijo a los periodistas que declarar una emergencia «no parecía una gran opción».
Los legisladores demócratas de la Cámara de Representantes han señalado que tienen previsto votar un proyecto de ley destinado a codificar el caso Roe vs Wade en una ley en un futuro próximo. Algunos han presionado para eliminar la regla del filibusterismo con el fin de impulsar el proyecto de ley en el Senado.
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