El gobierno de Joe Biden dijo a última hora del 12 de marzo que puso fin formalmente a la expulsión de Estados Unidos de niños inmigrantes ilegales mediante el uso de una norma de la época de la pandemia.
Con respecto a los jóvenes que llegan a la frontera de Estados Unidos sin un adulto responsable, un grupo conocido como niños no acompañados, la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. puso fin a la orden de salud pública conocida como Título 42.
El Título 42, impuesto durante el gobierno de Donald Trump, permite a las autoridades de inmigración expulsar a los inmigrantes ilegales por temor a que supongan una amenaza sanitaria en medio de la pandemia de COVID-19.
Poco después de que Biden asumiera el cargo en 2021, el gobierno dejó de expulsar a los menores no acompañados, alegando que hacerlo era cruel e inhumano.
Pero el juez de distrito de Estados Unidos, Mark Pittman, nominado por Trump, dictaminó el 4 de marzo que la administración no podía seguir eximiendo a los menores no acompañados bajo el Título 42.
Los niños «pasan en promedio más de un día agrupados en una instalación del DHS, donde pueden exponer a otros detenidos, al personal del DHS y a los ciudadanos y residentes estadounidenses a cualquier virus que lleven», dijo Pittman.
El gobierno se ha hecho cargo de miles de menores no acompañados mientras ha estado intentando localizar a un padre u otro adulto responsable que pueda ocuparse de ellos. Hasta el 10 de marzo, había unos 600 de estos niños bajo la custodia de Aduanas y Protección de Fronteras, que gestiona instalaciones en la frontera o cerca de ella y unos 9800 al cuidado del Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHS), que gestiona instalaciones en todo el país, según una declaración del gobierno. También más de 159,000 niños fueron liberados en el interior de Estados Unidos desde enero de 2021.
En su orden (pdf) que da término al Título 42 respecto a los menores no acompañados, Walensky dijo que encontró «que ya no hay un peligro grave de la introducción, transmisión y propagación de COVID-19 en Estados Unidos como resultado de la entrada de [los niños] y que no se requiere una suspensión de la introducción de [los niños] en el interés de la salud pública”.
La rescisión se basó en parte en la caída de las métricas de COVID-19 en Estados Unidos en las últimas semanas y en la evaluación de que las medidas de mitigación en las instalaciones que albergan a los niños han ayudado a reducir la transmisión del virus que causa el COVID-19, conocido como SARS-CoV-2 o virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
El cese entró en vigor de inmediato y se produjo justo cuando la orden del juez Pittman habría entrado en vigor.
Por su parte los CDC mantienen el Título 42 en vigor para otras poblaciones, incluidos los adultos solteros.
La oficina del fiscal general de Texas, Ken Paxton, que pidió a Pittman que el gobierno expulsara a los menores inmigrantes ilegales debido a la preocupación por la propagación del virus del PCCh, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios de Inmigración, escribió en las redes sociales que la decisión no tenía sentido ya que el Título 42 se seguirá aplicando a los inmigrantes ilegales que no sen niños no acompañados.
«Además, si las ‘condiciones actuales de salud pública y los recientes acontecimientos’ justifican el levantamiento del Título 42 para los menores no acompañados, entonces hay que levantar *todas* las restricciones de COVID. No se puede pretender que los adolescentes ilegales sean mágicamente diferentes», dijo.
Por otro lado, Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles, dijo que la decisión estaba justificada, pero pidió a la administración que también «pusiera fin inmediatamente» al Título 42 para las familias y los adultos.
La medida de los CDC se produjo aproximadamente un mes después de que los funcionarios de la agencia dijeran que habían decidido mantener el Título 42 en vigor, alegando que era necesario debido a las condiciones actuales de la pandemia.
También se produjo después de que la administración revelara en un informe (pdf) que las deportaciones de inmigrantes ilegales alcanzaron un mínimo histórico en el año fiscal 2021, pasando de 185,844 en el año fiscal anterior a sólo 59,011. Las deportaciones se contabilizan por separado de las expulsiones.
Bajo la administración Biden, Estados Unidos batió el récord de detenciones de inmigrantes ilegales en la frontera sur, tanto en un año fiscal como en un año natural, incluyendo un número récord de niños no acompañados.
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