El gobierno de EE.UU. llegó a un nuevo acuerdo con Moderna por 65 millones de dosis adicionales de la vacuna contra el COVID-19, anunció la administración Biden el 29 de julio.
El acuerdo está valorado en USD 1700 millones.
Moderna venderá dosis de su vacuna dirigidas a las subvariantes de ómicron, según las agencias que anunciaron el acuerdo. El contrato real aún no se ha hecho público.
Moderna y otros fabricantes de vacunas han estado actualizando sus formulaciones de vacunas contra el COVID-19 porque las vacunas se basan en la cepa de Wuhan, que no ha sido prevalente desde 2020. Las vacunas han demostrado tener cada vez menos efectividad para proteger a los receptores a medida que surgen nuevas variantes.
BA.5, una subvariante de ómicron que actualmente es dominante en Estados Unidos, elude la protección de la vacunación y la infección previa mejor que las cepas anteriores, según datos emergentes. Según los estudios, la infección previa, o la inmunidad natural, otorgan actualmente mejor protección que la ofrecida por la vacunación.
Los reguladores de medicamentos de EE.UU. recomendaron en junio a los fabricantes de vacunas que modificaran sus formulaciones para incluir componentes contra BA.5 y BA.4, otra subvariante de ómicron. Las empresas se habían centrado en las primeras cepas de ómicron, que desde entonces han disminuido considerablemente.
“Las vacunas disponibles actualmente han ayudado a reducir los resultados más graves (hospitalización y muerte) causados por el COVID-19, pero los resultados de los estudios observacionales posteriores a la autorización han demostrado que la eficacia de la vacunación primaria disminuye con el tiempo contra ciertas variantes, incluida ómicron. Y aunque las dosis iniciales de refuerzo ayudaron a restaurar la protección contra enfermedades graves y hospitalizaciones asociadas con ómicron, los estudios también indicaron una disminución de la eficacia de las primeras dosis de refuerzo con el tiempo”, dijo en una declaración reciente.
“A medida que avanzamos hacia el otoño y el invierno, es fundamental que tengamos refuerzos de vacunas seguros y efectivos que puedan brindar protección contra las variantes circulantes y emergentes para prevenir las consecuencias más graves de COVID-19”, agregó.
Cualquier formulación actualizada deberá ser aprobada por la agencia.
“Nos complace extender nuestra exitosa colaboración con el gobierno de Estados Unidos”, dijo Stéphane Bancel, CEO de Moderna, en un comunicado el viernes. “La plataforma de ARNm de Moderna nos permite crear rápidamente el ARNm-1273.222, una vacuna bivalente que se dirige específicamente a las subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron, las variantes de preocupación más prevalentes en EE.UU. en la actualidad”.
Compra de Pfizer
Antes del acuerdo de Moderna, el gobierno de EE.UU. acordó comprar 105 millones de dosis actualizadas de la vacuna Pfizer contra el COVID-19.
Ese acuerdo fue valorado en USD 3200 millones.
Ambos acuerdos se negociaron con el Departamento de Defensa, que se coordinó con el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Incluyen opciones que le permiten al gobierno comprar hasta 600 millones de dosis en total, o 300 millones de cada empresa, si se consideran necesarias dosis adicionales. Sin embargo, eso requeriría más fondos del Congreso, dicen los funcionarios de la administración Biden.
Las entregas de las vacunas Moderna y Pfizer actualizadas podrían llegar en el otoño, en espera de la autorización de la FDA y el respaldo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“Debemos permanecer atentos en nuestra lucha contra el COVID-19 y continuar ampliando el acceso de los estadounidenses a las mejores vacunas y tratamientos”, dijo el secretario de Salud, Xavier Becerra, en un comunicado. “Mientras miramos hacia el otoño y el invierno, estamos haciendo exactamente eso: Asegurarnos de que los estadounidenses tengan las herramientas que necesitan para mantenerse seguros y ayudar a que nuestra nación siga avanzando”.
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