El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, aseguró este sábado en Florida que el Gobierno está buscando maneras para que la industria turística, especialmente la de los cruceros, no se vea afectada por la crisis del nuevo coronavirus y anunció un nuevo protocolo de seguridad en estos barcos.
Los pasajeros serán escaneados a la entrada y la salida de los cruceros, habrá exámenes a bordo, y retornarán a todos los infectados o enfermos a suelo no comercial para ser tratados según el protocolo de actuación de los CDC, anunció Pence en una rueda de prensa que tuvo lugar en Port Everglades, en Fort Lauderdale.
«Los estadounidenses valoran la industria de los cruceros al ser un gran entretenimiento, y queremos asegurar que la gente puede continuar haciéndolo mientras nos enfrentamos al coronavirus», indicó.
Pence afirmó que «el riesgo para el estadounidense medio de contraer el coronavirus se mantiene bajo», pero «es esencial hallar formas para mitigar el contagio».
El nuevo coronavirus COVID-19 continúa su propagación en Estados Unidos, donde este sábado ya se contabilizan 19 muertos a causa de esta enfermedad y más de 370 casos, 21 de ellos en un crucero que se mantiene en el mar frente a la Bahía de San Francisco (California) con al menos 3500 personas a bordo.
«Estoy hoy aquí en nombre del presidente Trump para buscar formas para que esta industria (de los cruceros) pueda seguir funcionando», agregó hoy el vicepresidente ante la situación por la enfermedad.
En la conferencia de prensa, con la presencia además del gobernador de Florida, Ron DeSantis, los senadores del estado Rick Scott y Marco Rubio y el presidente de la Asociación Internacional de Cruceros, Adam Goldstein, Pence explicó que ahora los médicos pueden prescribir test a cualquier estadounidense.
«Actualmente hemos prescrito un millón de test y estamos expandiendo el acceso a ellos», agregó.
La reunión se dio en el sur de Florida por ser el primer destino para los turistas estadounidenses, afirmó Pence, y también por ser un importante puerto de cruceros.
«Quiero prometerles que bajo la Presidencia de Donald Trump vamos a continuar ofreciendo los recursos del Gobierno para frenar el coronavirus y esperamos contar con el apoyo de esta industria para ello», afirmó.
El presidente de la Asociación Internacional de Cruceros manifestó su preocupación por esta «situación sin precedentes», pero pidió a los estadounidenses que «no dejen de viajar».
Tras la breve rueda de prensa, el vicepresidente se reunió a puerta cerrada con varios dirigentes de las compañías de cruceros.
Con respecto al crucero Grand Princess, con más de 2000 pasajeros a bordo, y situado desde el miércoles frente a San Francisco (California), Pence aseguró que los pasajeros serán llevados en breve a un puerto seguro no comercial.
También apuntó que todos ellos serán sometidos al test del coronavirus y entrarán en cuarentena.
Un total de 21 personas han dado positivo en las pruebas de coronavirus practicadas en el Grand Princess, entre ellos 19 miembros de la tripulación y dos pasajeros, reveló Pence el viernes.
Esta mañana atracó en el puerto de Miami el crucero «Scarlet Lady», de la compañía Virgin Voyages, según mostró el canal de Youtube de PortMiami.
No se ha ofrecido información de si este barco lleva pasajeros.
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