El gobierno de EE. UU. ha advertido a los estadounidenses que no viajen a China debido a la aplicación arbitraria de leyes por parte del régimen comunista chino, que puede resultar en que las personas sean encarceladas sin siquiera ser conscientes de sus presuntos delitos.
“El gobierno de la República Popular China (RPC) hace cumplir arbitrariamente las leyes locales, incluida la emisión de prohibiciones de salida a ciudadanos estadounidenses y ciudadanos de otros países, sin un proceso justo y transparente conforme a la ley”, señala una alerta de viaje emitida el 30 de junio emitido por el Departamento de Estado de EE. UU. “Los ciudadanos estadounidenses que viajen o residan en la República Popular China pueden ser detenidos sin acceso a los servicios consulares de EE. UU. o a información sobre su presunto delito”.
Según la alerta, China está clasificada como “Nivel 3”, lo que significa que los posibles visitantes deberían “reconsiderar viajar” a la nación asiática. Es el segundo más alto de los cuatro niveles de alerta de viaje emitidos por el Departamento de Estado.
La alerta indicaba que funcionarios chinos habían “interrogado y detenido” a personal de gobiernos extranjeros, académicos, periodistas y empresarios, entre otros, por presunta violación a las leyes de seguridad nacional.
“Las autoridades de la República Popular China parecen tener amplia discreción para considerar una amplia gama de documentos, datos, estadísticas o materiales como secretos de estado y para detener y enjuiciar a ciudadanos extranjeros por presunto espionaje”.
La alerta llega después de que las autoridades chinas condenaran a un ciudadano estadounidense de 78 años, John Shing-Wan Leung, a cadena perpetua por cargos de espionaje en mayo. El tribunal intermedio de la ciudad de Suzhou anunció la sentencia en un breve comunicado a través de las redes sociales, pero no proporcionó ningún detalle.
Este tipo de juicios suelen celebrarse a puerta cerrada y no suelen ofrecer ninguna información al público. China también aprobó recientemente leyes que amenazan con tomar medidas estrictas contra las personas y entidades extranjeras que se consideren un riesgo para el régimen chino.
En un tuit del 1 de julio, Daren Nair, presentador del podcast “Pod Hostage Diplomacy”, criticó al gobierno estadounidense por ser blando con China. “¿Por qué China está en el Nivel 3 cuando Irán, Venezuela y Rusia están todos en el Nivel 4? ¿Son nuestros lazos económicos con China la razón por la que China recibe un trato diferente?”.
Prohibiciones de salida
El aviso de viaje advertía de que las autoridades chinas podían detener a ciudadanos estadounidenses por realizar investigaciones, acceder a material de acceso público y enviar mensajes electrónicos privados críticos con el régimen chino.
Además, Beijing ha utilizado las restricciones de viaje y salida, también conocidas como prohibiciones de salida, para obligar a personas extranjeras a participar en investigaciones gubernamentales, presionar a sus familiares en el extranjero para que regresen a China, resolver disputas civiles a favor de ciudadanos chinos y obtener influencia sobre otras naciones, decía el aviso.
“Es posible que los ciudadanos estadounidenses apenas se den cuenta de una prohibición de salida cuando intentan salir de la República Popular China, y es posible que no haya un proceso legal disponible para impugnar una prohibición de salida ante un tribunal de justicia. Los familiares, incluidos los hijos menores, de las personas bajo investigación en la República Popular China pueden quedar sujetos a una prohibición de salida”.
En un tuit del 3 de julio, Mike Abramowitz, presidente de la organización prodemocrática Freedom House, calificó la alerta de viaje como «escalofriante» para los estadounidenses que piensan visitar China.
Leyes de espionaje de China
El 1 de julio entró en vigor la Ley de Relaciones Exteriores de China. La ley autoriza al régimen chino a tomar las contramedidas necesarias contra actos considerados una amenaza para la seguridad y los intereses del país.
La ley antiespionaje revisada recientemente de China también entró en vigor el 1 de julio. La revisión amplió la definición de espionaje, haciéndola más vaga y amplia. Los activistas de derechos humanos creen que las leyes actualizadas le darán a Beijing el poder de aumentar la opresión a sus ciudadanos al tiempo que le permitirán atacar a personas y empresas extranjeras.
En una entrevista con The Epoch Times, Zheng Xuguang, un economista y comentarista chino radicado en EE. UU., criticó al régimen chino por usar una vaga definición de “seguridad” e “intereses nacionales” en la ley revisada.
«En el pasado, la obtención de los llamados secretos nacionales clasificados se consideraba espionaje. Ahora, cualquier cosa que obstaculice la seguridad nacional se considera espionaje», afirmó.
«Según esta ley, realizar investigaciones industriales se considera una amenaza para la seguridad económica, e investigar los antecedentes de los funcionarios puede considerarse un asunto de seguridad nacional».
Sophia Lam contribuyó a este artículo.
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