Opinión
Cuando se creó Google en 1998, adoptó el lema «Don’t Be Evil» (No seas maligno).
Ya deberíamos habernos preocupado. Es un poco extraño, ¿no? Digamos que hay una tienda de donuts en la ciudad con el eslogan «No te envenenaremos».
Te preguntarás: ¿por qué esta tienda de donuts piensa en el veneno? ¿Por qué niegan algo de lo que nadie más habla? ¿Alguien más arriba sugirió envenenar a la gente y luego otro dijo que no, que no lo hagamos?
Podría ser incluso más extraño si el lugar de repente quitara el eslogan. Quizás ese sería el momento en el que empezarías a preocuparte por el envenenamiento por donuts.
Pues bien, Google retiró el eslogan de cara al público en 2015, cuando la empresa creó la corporación paraguas Alphabet. Sin duda, debió ser en ese momento cuando la empresa decidió abrazar el mal.
Los problemas han aumentado desde entonces, por supuesto. Los resultados de las búsquedas están cada vez más sesgados. Tras la elección de Donald Trump, en una fiesta corporativa se oyó el llanto y el crujir de dientes. Nadie necesitaba instrucciones. Toda la empresa se sumió en un síndrome de enajenación de Trump a gran escala. Y no solo eso: la empresa se puso en contra de sus propios usuarios y anunciantes, cooperando estrechamente con los intereses del Estado profundo para utilizar todas las herramientas para estrangular el auge del populismo aquí y en el extranjero.
Hace años que me rendí con la empresa, pero incluso ahora domina el mercado de las búsquedas. Con el 96 por ciento del mercado bajo su control, los competidores apenas le sacan ventaja. Mi favorito es DuckDuckGo, pero ronda el 1 por ciento. Brave es otro que se está poniendo en marcha, pero está muy por detrás. Mientras tanto, Google desembolsó USD 26,300 millones en 2021 a Apple y Samsung para ser el predeterminado en los dispositivos de esas compañías. Está cerca de tener un monopolio.
Sigo esperando el acontecimiento que provocaría una decisión consciente por parte de los consumidores de dar a esta empresa el tratamiento de Bud Light. Pero no había llegado… hasta hoy.
Esto es lo que ha pasado. Google lanzó su versión de Inteligencia Artificial (IA), a la que llamó (de forma poco creativa) Gemini. Como parte de ella, incluía un creador de imágenes. Tras un solo día de lanzamiento, los usuarios descubrieron algo muy extraño. El motor de IA simplemente no crearía una imagen de gente blanca. Así es, ¡la programación woke había ido tan lejos que era casi imposible mostrar a una persona blanca!
Los usuarios empezaron a probar trucos. Mostrar un hombre negro: hecho. Mostrar una mujer negra: hecho. Mostrar a un hombre blanco: no se puede hacer además aquí hay una conferencia sobre diversidad e inclusión. Mostrar una mujer blanca: no se puede hacer más aquí está una conferencia sobre la diversidad y la inclusión. Era tan extremo que se aplicaba también a todas las figuras históricas. Mostrar a los padres fundadores de América: una extraña asamblea de no blancos. Mostrar algunos papas: mujeres y hombres negros. Mostrar a los vikingos: varios nativos de color. Era una auténtica locura.
Ni siquiera los deportes totalmente dominados por hombres blancos, como la Liga Nacional de Hockey, podían generar algo preciso.
Google estaba tan dedicado a la inclusión que excluyó a todos los blancos de su motor de inteligencia artificial.
Esto va más allá de Orwell. Se trata de una reconstrucción mental deliberada que utiliza técnicas ideológicas torpes para odiar al 70 por ciento de los estadounidenses. No se trata de privilegiar a los blancos sobre los demás, sino simplemente de reconocer su existencia. Estamos hablando de una locura de nivel superior.
El escándalo llegó a la portada del New York Post. En ese momento, Google desactivó su creador de imágenes por IA. Dijeron que al parecer tenía algunos fallos y que trabajarían en ello. Pues sí. Estaba haciendo exactamente lo que se supone que debe hacer. Solo que no debía ser tan obvio.
Parece una extralimitación de Google. Mostró su mano, para usar una metáfora de póquer. Reveló el verdadero carácter de la empresa. En resumen, la tienda de donuts sirvió veneno después de todo.
Si hace esto con imágenes, todo su sistema de IA está roto. Su búsqueda está rota. Su análisis y los anuncios empujados están rotos. Está haciendo el mal.
Voy a dar un raro paso hacia el activismo aquí, y esto no es propio de mí porque no hay nada peor que un columnista exhortatorio. Aún así voy a decirlo: ¡NO UTILICES GOOGLE PARA NADA SI PUEDES EVITARLO!
El usuario medio de tecnología es increíblemente deferente con los preajustes de las aplicaciones. Supongo que menos del 1 por ciento de la gente va a sus preferencias y examina lo que sucede bajo el capó. Confían en lo que su tecnología les da a pesar de todo.
En innumerables ocasiones he visto a gente comprobar sus teléfonos en busca de ventanas emergentes y, cuando les pregunto qué está pasando, me dicen que es una noticia de la CNN. Les señalo que pueden desactivarlo y rápidamente lo hacen cuando les explico cómo. La verdad es que la mayoría no lo sabe.
Lo mismo ocurre con las preferencias de búsqueda. Abre las preferencias en la aplicación y mira la búsqueda de artículos y simplemente elige un sistema de búsqueda diferente. Brave no está en la lista pero DuckDuckGo sí. Es un pequeño paso pero es algo. Si suficientes personas hacen esto, Google podría perder millones de usuarios y miles de millones en ingresos por publicidad.
No hay que olvidar que Google es propietaria de YouTube. Es un servicio de vídeo fuertemente censurado. Eliminan todo lo que va en contra de la narrativa de los medios de comunicación. Tenemos alternativas perfectamente válidas con Rumble. Es hora de cambiar. Ya.
Cierto, soy de los que hablan, porque sigo usando Gmail. Sin embargo, Proton Mail es una maravillosa otra opción y estoy llegando allí en eso también. Sigo sin encontrar una buena alternativa a Google Docs. Es una bestia de un gran conjunto de servicios que es mucho mejor que Word. Pero también es peligroso. A mí nunca me ha pasado, pero tengo amigos a los que Google les ha hecho desaparecer sus documentos si sus escritos se alejaban demasiado de la verdad.
Me gustaría que alguna empresa ofreciera una alternativa mucho mejor. Sin embargo, ahora que lo pienso, probablemente esa empresa estaría litigando por el derecho de inmediato, lo que es verdaderamente trágico. A Google se le permitió obtener demasiado poder y demasiado dominio del mercado desde su creación hasta el presente, gracias sobre todo a sus conexiones con la comunidad de inteligencia.
No hay que olvidar que Google se puso en marcha con una subvención de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA). Hubo un tiempo en que creía que eso no importaba. Pero sí importa. Ahora lo veo. Por eso adoptaron el lema «Don’t Be Evil» (No seas maligno): sabían desde el principio que llegaría el momento y quizá tenían toda la intención de resistir desde el principio.
Aquellos días ya pasaron. Estamos donde estamos. Ahora debemos actuar en consecuencia.
Las opiniones expresadas en este artículo son opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times.
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