El presidente del Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes, el diputado James Comer (R-Ky.), anunció el 13 de marzo que su panel ha puesto en marcha «una investigación en todo el gobierno» sobre los «esfuerzos en curso del Partido Comunista Chino (PCCh) para apuntar, influir e infiltrarse en todos los sectores y comunidades en los Estados Unidos».
Esa investigación incluirá el análisis de cómo las agencias federales están combatiendo las operaciones de influencia del PCCh y las estrategias de «guerra política» para determinar los mejores pasos «para frustrar la campaña de guerra política y económica del PCCh», dijo Comer en un comunicado.
Sin disparar una sola bala», dijo, «el Partido Comunista Chino está librando una guerra contra los EE.UU. apuntando, influyendo e infiltrándose en todos los sectores económicos y comunidades de América».
«Sabemos», continuó Comer, «que esta campaña coordinada de influencia e infiltración del PCCh amenaza la preparación militar de Estados Unidos, el sector tecnológico, los mercados financieros, la industria agrícola, los sistemas educativos y la propiedad intelectual. Las vidas y la seguridad de todos los estadounidenses se ven afectadas».
En los próximos meses, el presidente dijo que su panel llevará a cabo varias audiencias «para abordar esta amenaza a la seguridad nacional.» Envió cartas a nueve agencias federales pidiéndoles «información sobre cómo combaten la guerra del PCCh».
En su carta de 12 páginas del 13 de marzo al Fiscal General de EE.UU. Merrick Garland, Comer le pide a él y a otros representantes del Departamento de Justicia (DOJ) que comparezcan ante el panel de supervisión para discutir «los esfuerzos sistemáticos del PCCh para infiltrarse en los EE.UU. y la respuesta de las agencias federales».
«El comité busca información sobre lo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos está haciendo para proteger a los estadounidenses de las ambiciones de dominio global de la República Popular China (RPC)», dice la carta. «Esto incluye los esfuerzos [del DOJ] para salvaguardar a las comunidades objetivo, incluidas las empresas estadounidenses, los estadounidenses de origen chino y el sistema judicial de nuestro país de la guerra política del PCCh.
Para abordar eficazmente la infiltración subversiva que presenta «el desafío de Beijing», Comer dijo que los funcionarios deben ser «claros en público sobre las acciones e intenciones del partido-estado chino» y ser «públicamente responsables de las acciones que el gobierno de EE.UU. tome en respuesta».
En su carta de ocho páginas del 13 de marzo al Secretario de Agricultura de Estados Unidos, Thomas Vilsack, Comer pide al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) que hable de la «infiltración activa del PCCh en la agricultura estadounidense, y de los esfuerzos que (el USDA) está llevando a cabo para proteger el suministro de alimentos y la industria agrícola estadounidenses de esta amenaza».
Comer señala en la carta a Vilsack que «se ha informado de que China ha penetrado en las paredes internas de la industria agrícola estadounidense en lo que posiblemente haya sido el mayor atraco de la historia de la agricultura y que actualmente está intentando robar o piratear todas las facetas imaginables de la tecnología agrícola estadounidense».
Comer hace súplicas similares en cartas dirigidas a la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA), la Administración para el Control de Drogas (DEA), la Agencia de Medios de Comunicación Globales de Estados Unidos (USAGM), la Red para la Represión de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (FinCEN) y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
En cada una de ellas, concluye, el comité «implora a cada agencia federal que cumpla con su deber para con las comunidades estadounidenses de las que son responsables».
En su carta de ocho páginas del 13 de marzo al presidente de la Comisión Federal Reguladora de la Energía (FERC), Willie Phillips, Comer pidió a la comisión que discutiera «los objetivos destructivos de la CCP en el campo de la energía, incluidos sus peligrosos esfuerzos por controlar la cadena mundial de suministro de baterías de iones de litio».
En su carta de ocho páginas del 13 de marzo al director de la National Science Foundation, Sethuraman Panchanathan, Comer le pide que comparezca ante la comisión para testificar sobre «el uso como armas, por parte del PCCh, de la investigación y la tecnología respaldadas por Estados Unidos para usos contrarios a la seguridad nacional y la competitividad de Estados Unidos».
Comer solicita específicamente a la National Science Foundation (NSF) que hable de «los programas de captación de talentos de gobiernos extranjeros» y de lo que está haciendo «para garantizar que sus esfuerzos contrarrestan eficazmente las graves amenazas planteadas por el PCCh a la seguridad de la investigación estadounidense».
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