Los que tratan de clasificar la política exterior del presidente electo Donald Trump como intervencionista o aislacionista se equivocan, según uno de sus principales asesores políticos, Sebastian Gorka.
Gorka, que fue ayudante adjunto del presidente durante el primer mandato de Trump, volverá a desempeñar ese papel en la segunda administración Trump. El 17 de diciembre, en el programa «American Thought Leaders» de Epoch TV, Gorka compartió sus ideas sobre la política exterior y los planes de seguridad nacional de Trump.
La gama de acciones de Trump durante su primer mandato, combinada con su retórica en la campaña electoral y la mezcla de personas que ha elegido para puestos en su nueva administración, han llevado a muchos a especular sobre cómo pretende dirigir la política exterior de Estados Unidos.
En cuanto a la actual guerra entre Rusia y Ucrania, Trump insiste en su deseo de entablar negociaciones para poner fin a los combates, pero dijo menos sobre la continuación del apoyo estadounidense a las fuerzas ucranianas a medida que se prolonga la guerra. En otras ocasiones, Trump criticó a los miembros de la OTAN por no aportar más fondos a la alianza militar colectiva. Este mes, mientras el líder sirio Bashar al-Assad perdía el control del poder, el presidente electo instó a Estados Unidos a dejar que la situación se desarrolle por sí sola.
Algunos de los compañeros republicanos de Trump, como el líder de la minoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, han instado a no adoptar un enfoque aislacionista. En un artículo de opinión del 16 de diciembre en Foreign Affairs, McConnell elogió a Trump por su decisión de primer mandato de comenzar a enviar armas a Ucrania y por ordenar ataques aéreos estadounidenses contra las fuerzas mercenarias rusas que operan en Siria durante la Batalla de Khasham, de 2018. Sin embargo, McConnell escribió que Trump «a veces socavó estas duras políticas a través de sus palabras y hechos».
Cuando se le preguntó por sus pensamientos sobre la retórica de la política exterior de Trump y su reciente llamado a que Estados Unidos se mantenga fuera del vacío de poder post-Assad, Gorka dijo que Trump ha adoptado un enfoque deliberado de política exterior que evita tanto el aislacionismo como el intervencionismo, favoreciendo en cambio un enfoque que Gorka ha denominado «fuerza quirúrgica».
Dijo que la batalla de Khasham fue un ejemplo de su enfoque de política exterior.
«Cuando se enteró de que 300 mercenarios rusos andaban sueltos por Medio Oriente, no dijo: ‘No hagas eso, Putin’. Ordenó al entonces secretario de Defensa que los matara a todos», dijo Gorka.
Dijo que el incidente de 2018 mostró que la administración Trump no estaba interesada en invadir Siria, pero tampoco toleraría los esfuerzos rusos para desestabilizar la región o poner en peligro a las fuerzas estadounidenses que ya están allí.
Dijo que otro ejemplo del enfoque de política exterior de «fuerza quirúrgica» de Trump fue el ataque con drones del 3 de enero de 2020 que mató al general iraní Qasem Soleimani mientras viajaba por Bagdad, Irak. Irán lanzó una salva de misiles contra las fuerzas estadounidenses en Irak en los días posteriores a la muerte de Soleimani, pero ningún miembro del servicio estadounidense murió, y las tensiones entre Irán y Estados Unidos disminuyeron en las semanas siguientes.
«Se trata de un uso muy preciso y abrumador de la fuerza cuando es necesario, pero… centrándose en la seguridad nacional de Estados Unidos, en la prosperidad de los estadounidenses», dijo Gorka.
Los retos futuros
En cuanto a los retos inmediatos a los que se enfrentará la administración entrante, Gorka dijo que uno de los primeros objetivos será evaluar los riesgos de atentados terroristas en Estados Unidos.
Gorka estimó que hasta 16 millones de personas han entrado en Estados Unidos por medios ilegales durante el mandato del presidente Joe Biden. Planteó su preocupación por el número de personas que cruzan ilegalmente la frontera y que pueden tener motivaciones extremistas.
«Si sólo el 1 por ciento de ellos son malhechores, son yihadistas, Al Qaeda, ISIS, Al Nusra, Hamás, entonces estamos hablando de activos del tamaño de una división. Estamos hablando potencialmente de miles, si no decenas de miles de malhechores», dijo.
Gorka dijo que la gestión de la administración Biden de la retirada de Estados Unidos de Afganistán, así como la reciente agitación en Siria, han alimentado la preocupación por el resurgimiento de las amenazas extremistas en todo el mundo.
Además de retomar su papel como ayudante adjunto del presidente, Gorka será el director principal de contraterrorismo del Consejo de Seguridad Nacional.
«Tenemos mucho que hacer desde el primer día, en lo que se refiere a la amenaza terrorista doméstica y en lo que se refiere al recrudecimiento del yihadismo global», dijo.
La administración Trump entrante también tendrá que lidiar con la creciente asociación de Rusia, China e Irán. Aunque esa asociación podría sentar las bases de un bloque geopolítico para contrarrestar a instituciones occidentales como la OTAN y la Unión Europea, Gorka dijo que requiere armonía entre ideologías en conflicto.
China y Rusia siguen siendo competidores naturales, dijo, mientras que China representa un enfoque comunista maoísta y la Rusia moderna adopta cada vez más un enfoque similar al de su imperio pre-soviético: Una «Rusia proto-imperialista». Irán sigue una línea teocrática islámica.
«Se trata de matrimonios de conveniencia, que son relaciones temporales, ¿verdad?», dijo Gorka. «¿Ayuda a China vender equipos a Rusia mientras atacan Ucrania? Claro que pueden ganar dinero con ello. ¿Pero quiere China dominar a Rusia a largo plazo? Por supuesto».
Gorka dijo que la caída de Assad del poder en Siria también socava tanto a Rusia como a Irán en el escenario mundial. Ambos países apoyaron a Assad en su lucha por conservar el poder a lo largo de la guerra civil siria, aún en curso y con múltiples bandos.
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