El senador Lindsey Graham (R-S.C.) suavizó su postura anterior sobre Arabia Saudí tras lo que describió como una reunión «muy productiva» con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y su equipo directivo el 12 de abril.
En un hilo de Twitter tras la reunión, Graham dijo que «la oportunidad de mejorar la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí es real y las reformas que se están llevando a cabo en Arabia Saudí son igualmente reales».
Los comentarios positivos representan un cambio significativo en las opiniones de Graham sobre el régimen saudí.
Duras palabras anteriores
El republicano de Carolina del Sur criticó previamente al reino en 2018 tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, calificando el incidente de «traición» e indicando que apoyaría sanciones contra los saudíes.
Las circunstancias que rodearon la muerte de Khashoggi hicieron recaer las sospechas sobre los saudíes, a quienes la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha considerado responsables del asesinato.
En aquel momento, Graham declaró: «Si el príncipe amara de verdad a su país, no habría puesto a su país en esta situación. Si de verdad respetara la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí, nunca habría pensado en esto».
Ahora, sin embargo, Graham parece estar más abierto a la idea de mejorar las relaciones con los saudíes, expresando su deseo de «llevar la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí al siguiente nivel».
Hizo hincapié en que una asociación más fuerte entre las naciones podría conducir a un «tremendo beneficio económico para ambos países y traer la tan necesaria estabilidad a una región turbulenta».
Graham también elogió la reciente decisión de Arabia Saudí de comprar dos Boeing 737 construidos en Carolina del Sur, un acuerdo valorado en 37,000 millones de dólares.
«Inversiones como ésta cambian las reglas del juego», dijo Graham.
Modernizar y reformar
Aunque algunos puedan criticar a Graham por cambiar su postura sobre Arabia Saudí, el senador argumentó que su nueva perspectiva se basa en los esfuerzos del reino por modernizarse y reformarse.
En los últimos años, Arabia Saudí ha emprendido una serie de reformas, como la flexibilización de las restricciones a los derechos de la mujer y el levantamiento de una prohibición de cines impuesta durante décadas.
A pesar de sus controvertidas políticas sociales, Arabia Saudí ha desempeñado durante mucho tiempo el papel de uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en la región, en parte debido a que ambas naciones comparten adversarios como Irak e Irán.
La reunión de Graham con el príncipe heredero se produce en un momento en que el prestigio de EE. UU. en la escena mundial se ha visto amenazado por una filtración sin precedentes de documentos clasificados, incluidos algunos documentos a los que sólo podían acceder las personas con la más alta habilitación de seguridad.
Al mismo tiempo, otros rivales mundiales clave de Estados Unidos —sobre todo Rusia y China— han aumentado su agresividad hacia Ucrania y Taiwán.
Para aumentar la inquietud de Estados Unidos en la región, China ayudó recientemente a Irán y Arabia Saudí —durante mucho tiempo rivales regionales— a restablecer relaciones diplomáticas normales, lo que sugiere una amenaza a la supremacía diplomática de Estados Unidos en la región.
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