Reino Unido condenó los continuos ataques cibernéticos del régimen chino a gobiernos y empresas a nivel mundial.
«Hoy tenemos otro ejemplo de cómo los chinos utilizan la actividad cibernética maliciosa con fines delictivos», dijo el miércoles el secretario de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, después que el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunciara la acusación de cinco ciudadanos chinos y dos malayos por cargos relacionados con ataques cibernéticos.
Los cinco ciudadanos chinos son presuntamente responsables de ataques cibernéticos que afectaron a más de 100 empresas en Estados Unidos y otros países, entre ellas empresas de desarrollo de programas informáticos, fabricantes de equipo informático, proveedores de telecomunicaciones, empresas de redes sociales, empresas de videojuegos, organizaciones sin fines de lucro, universidades, centros de estudio y gobiernos extranjeros, así como políticos y activistas prodemocracia en Hong Kong.
Tres de los cinco imputados fueron acusados de atacar las redes informáticas del gobierno en Reino Unido, aunque no lograron comprometer las redes.
«Condenamos los intentos de ataque contra gobiernos y empresas. Este tipo de comportamiento oportunista y temerario en el ciberespacio es totalmente inaceptable», dijo Raab a través de un comunicado publicado en el sitio web del gobierno británico.
«Reino Unido seguirá contrarrestando a los que llevan a cabo esos ataques cibernéticos y trabajando con nuestros aliados para que los autores rindan cuentas», añadió.
En julio, Raab expresó su preocupación por las evidencias de que el régimen chino estaba involucrado en los ataques cibernéticos maliciosos contra instituciones comerciales, médicas y académicas en 11 países, incluido Reino Unido.
A ello siguió la acusación de Estados Unidos de dos piratas informáticos chinos por robar secretos comerciales y otra información sensible por valor de millones de dólares e intentar robar datos de la investigación sobre la pandemia de COVID-19, causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
En diciembre de 2018, Reino Unido emitió una declaración pública en la que expresaba su grave preocupación por las actividades de los piratas informáticos vinculados al Ministerio de Seguridad del Estado de China, que habían estado robando propiedad intelectual comercial en Europa, Asia y Estados Unidos mediante una campaña mundial de piratería informática malintencionada, ampliamente conocida como Cloud Hopper.
Reino Unido está preparando su defensa contra las amenazas cibernéticas de estados hostiles como Rusia y China, como parte de la revisión integral en curso de la política exterior, de seguridad y de defensa del gobierno.
El ministerio de Defensa británico está planeando apartarse de la defensa tradicional y «operar mucho más en los más nuevos dominios del espacio: ciber y sub-sea», dijo el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, en julio.
El impredecible panorama mundial cambió el carácter de la guerra en manera tal que desafió a Occidente a seguir el ritmo de los adversarios que no siguen las reglas, declaró el teniente general Jim Hockenhull, jefe de inteligencia de defensa de Gran Bretaña, en una reunión informativa para los medios de comunicación la semana pasada.
El conflicto se está desangrando en nuevos dominios como el espacio y el ciberespacio, amenazando la cohesión, la resistencia y los intereses globales de Gran Bretaña, advirtió Hockenhull, añadiendo que el régimen chino «plantea la mayor amenaza al orden mundial».
Con información de Cathy He y Mimi Nguyen Ly
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