Otros 1.5 millones de estadounidenses solicitaron beneficios de desempleo para la semana que terminó el 13 de junio, un número elevado que, aunque ligeramente inferior a la semana anterior, sugiere que el camino hacia la recuperación económica será largo.
El informe semanal de reclamos por desempleo del Departamento de Trabajo (pdf), publicado el jueves, muestra que 1.50 millones de trabajadores estadounidenses presentaron reclamos iniciales por desempleo para la semana que terminó el 13 de junio, 58,000 menos que los 1.56 millones revisados al alza en la semana anterior.
Mientras que la decimoprimera caída semanal consecutiva alejó los reclamos de un récord de 6.86 millones a fines de marzo, los reclamos semanales iniciales siguen siendo aproximadamente el doble de su pico durante la Gran Recesión 2007-2009.
«La gente dirá que los reclamos están bajando, pero para una economía que se está reabriendo, es un número enorme», dijo Steven Blitz, economista jefe de Estados Unidos en TS Lombard en Nueva York.
“La economía está perdiendo trabajadores y empleo más allá del impacto inicial vinculado a las empresas que cierran. Hay muchas industrias que se están perjudicando y que están comenzando a caer en cascada, eso es lo que muestran esos números», dijo.
El informe semanal de reclamos por desempleo, que es la información más oportuna sobre la salud de la economía, muestra una imagen de la continua angustia del mercado laboral a pesar de que los empleadores contrataron a un récord de 2.5 millones de trabajadores en mayo, cuando las empresas reabrieron después de cerrar a mediados de marzo para frenar la propagación de COVID-19.
Los continuos despidos, en medio de una demanda débil, y las cadenas de suministro fracturadas probablemente mantengan elevadas las nuevas solicitudes de beneficios de desempleo, lo que alimenta la opinión de que la economía enfrenta una recuperación larga y difícil de la recesión producida por la pandemia.
«Algo así como cerca de 25 millones de personas han sido desplazadas de la fuerza de trabajo, ya sea parcialmente o a través del desempleo, y por lo tanto tenemos un largo camino por delante para hacer que esas personas vuelvan a trabajar», dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, al Comité Bancario del Senado en su comparecencia del martes.
Powell dijo a los legisladores que la Fed usaría todas las herramientas de política monetaria disponibles para ayudar a la economía a recuperarse, pero instó al Congreso a proporcionar más apoyo fiscal, lo que calificó como una «diferencia crítica» para limitar un daño duradero a la economía.
Powell renovó los llamados a medidas fiscales en una audiencia del miércoles, a través de un enlace de vídeo, al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.
«En la Reserva Federal necesitamos mantener el pie en el acelerador hasta que estemos realmente seguros de que hemos superado esto, esa es nuestra intención, y creo que usted puede encontrar que hay más para hacer también», dijo Powell.
«Sería una preocupación si el Congreso retirara demasiado rápido el apoyo que está brindando», dijo.
Robert Johnson, profesor de finanzas en el Heider College of Business de la Universidad de Creighton, le dijo a The Epoch Times, en un comunicado enviado por correo electrónico, que la gravedad del impacto económico de la pandemia justifica pasos extraordinarios, aunque algunos analistas puedan encontrarlos «alarmantes».
“Las medidas monetarias por sí solas no asegurarán que la economía de EE.UU. supere la pandemia. Se requieren medidas monetarias y fiscales coordinadas”, dijo. «Dado que, la recuperación será en años y no en meses, y en forma de W y no en forma de V, creo que se justifican más medidas de estímulo fiscal».
Las cifras del Departamento de Trabajo mostraron que los mayores aumentos en las reclamaciones iniciales se produjeron en California (+27,202), Massachusetts (+17,512) y Oklahoma (+17,149). Las mayores caídas fueron en Florida (-95,546), Texas (-17,001) y Georgia (-13,909).
El número de reclamos continuos, que representan a las personas que anteriormente presentaron reclamos iniciales y permanecen desempleados, fue de 20.54 millones para la semana que finalizó el 6 de junio. Esto se redujo en 62,000 reclamaciones en comparación con la semana anterior, que se revisó a 20.60 millones.
La tasa de desempleo asegurada ajustada por estacionalidad fue de 14.1 por ciento para la semana que terminó el 6 de junio, sin cambios con respecto a la semana anterior. La tasa de desempleo asegurada más alta para la semana que finalizó el 30 de mayo fue en Nevada (24.2 por ciento), dependiente de la industria hotelera, seguida de Puerto Rico (21.2 por ciento) y Hawái (20.2 por ciento).
Reuters contribuyó a este informe.
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