‘Grandes farmacéuticas y sus socios adinerados’ deberían dejar de buscar la división, dice Navarro

Por Emel Akan
26 de marzo de 2020 8:35 PM Actualizado: 26 de marzo de 2020 8:35 PM

WASHINGTON.  El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, criticó el intento de las grandes farmacéuticas (Big Pharma) por enviar una carta al presidente Donald Trump oponiéndose a una posible orden ejecutiva de «comprar productos americanos».

La orden ejecutiva propuesta por Trump, que tiene como objetivo reducir la dependencia de China, alentará a las empresas a reubicar la producción de medicamentos esenciales, equipos médicos y suministros a Estados Unidos.

En respuesta al impulso de los grupos que presionaron contra la orden ejecutiva, Navarro le dijo a The Epoch Times, en un correo electrónico: «Estados Unidos está más que preparado para esa tarea. Las grandes farmacéuticas a y sus criaturas de pantano adineradas necesitan dejar de ser un elemento tan divisorio en la política estadounidense».

La Asociación de Medicamentos Accesibles, un grupo comercial de los principales fabricantes de productos farmacéuticos como 3M, redactó una carta fechada el 24 de marzo a Trump, oponiéndose a los planes de redefinir las cadenas de suministro médico. El borrador de la carta, que fue filtrada por la revista Spectator USA, declaró que tales medidas «podrían socavar los complejos acuerdos entre empresas que permiten la entrega eficiente de medicamentos a los pacientes».

La carta, firmada por 40 organizaciones, incluida PhRMA, una organización de cabildeo de las grandes farmacéuticas, advirtió que el plan propuesto podría perjudicar los esfuerzos para suministrar el equipo y los medicamentos necesarios que ayuden a enfrentar la creciente pandemia.

«Ninguna de las disposiciones de para comprar productos americanos en la Orden Ejecutiva propuesta se aplicaría durante la actual crisis del COVID-19», respondió Navarro.

«Esa una acción engañosa de las grandes farmacéuticas diseñada para preservar su oligopolio en alta mar a expensas de los ciudadanos estadounidenses», agregó.

Navarro ha estado trabajando durante semanas en la orden ejecutiva, que puede publicarse en unos días. La esperanza es que el aumento de la demanda del gobierno por productos hechos en EE.UU. ayudará a crear un mercado para que los fabricantes inviertan y produzcan en Estados Unidos.

«Si esta crisis nos enseña algo, es que no podemos confiar en las grades farmacéuticas, que ya son conocidas por su especulación de precios a la hora de proporcionar a Estados Unidos los medicamentos y suministros médicos que necesitamos urgentemente de su producción deslocalizada, durante la crisis del virus de China», dijo Navarro.

Señaló que otros países donde se ubican las cadenas de suministro y las plantas ya están imponiendo restricciones a la exportación de artículos de necesidad crítica. Por lo tanto, cada vez es más difícil para las grandes productoras farmacéuticas llevar productos a Estados Unidos.

«Diez de los 20 principales países que exportan medicamentos a Estados Unidos, incluidos cuatro de los cinco principales, ya han impuesto alguna forma de restricciones», dijo.

La orden ejecutiva garantizaría que las agencias gubernamentales, incluidos los departamentos de Asuntos de Veteranos, Salud y Servicios Humanos y Defensa, compren productos estadounidenses.

«Amenaza a la seguridad nacional»

El virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, ha interrumpido la cadena de suministro global de la industria farmacéutica estadounidense, que depende en gran medida de China, prendiendo las alarmas sobre un nivel peligroso de dependencia de Estados Unidos en este competidor global.

China es el proveedor dominante de miles de medicamentos que se encuentran en hogares y hospitales de EE.UU., desde antibióticos hasta quimioterapias, y desde medicamentos contra el VIH/SIDA hasta antidepresivos y analgésicos.

Eso ha hecho que Estados Unidos sea vulnerable a las interrupciones de la cadena de suministro derivadas de la pandemia, que ha alarmado al Congreso y a la Casa Blanca.

El creciente dominio de Beijing en la fabricación de medicamentos plantea una «amenaza de seguridad nacional» para Estados Unidos, dijo el representante John Garamendi (D-Calif.) a La Gran Época.

«Dependemos totalmente de China, ciertamente el ejército estadounidense lo es, el público estadounidense igualmente», dijo.

El régimen chino es el principal desarrollador de medicamentos genéricos (copias de medicamentos recetados que se pueden vender después de que caducan las protecciones de patentes de los medicamentos originales), que representan casi el 90 por ciento de los productos farmacéuticos.

China también es el proveedor dominante de equipos de protección personal (EPP), como máscaras, respiradores, batas quirúrgicas y guantes, que actualmente tienen una gran demanda.

Global Times, una organización de medios de comunicación estatal china, publicó un artículo el 11 de marzo que establece que Beijing «podría prohibir la exportación de máscaras faciales y otros equipos médicos a Estados Unidos que están en grave escasez», en respuesta a las recientes acciones de Estados Unidos para restringir el acceso al mercado de la empresa china de telecomunicaciones, Huawei.

Estados Unidos es «dramáticamente dependiente» de China para obtener suministros médicos, según Rosemary Gibson, asesora principal del Centro Hastings, un instituto de investigación de bioética, y coautora de «China RX: Exponiendo los riesgos de la dependencia médica de Estados Unidos en China».

«Nuestra dependencia es un riesgo para nuestra seguridad nacional», dijo a The Epoch Times.

«Para los medicamentos recetados, el 90 por ciento de los ingredientes principales, los productos químicos y otros ingredientes dependen de China», dijo.

Bowen Xiao contribuyó a este informe.

Sigue a Emel en Twitter: @mlakan

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