Las grúas fabricadas en China podrían ser la última vulnerabilidad de seguridad a la que se enfrenta Estados Unidos, ya que los equipos podrían ofrecer a Beijing una mirada a los datos de importación y exportación del país.
Un fabricante de grúas buque-tierra que se utiliza para cargar y descargar contenedores de los buques a los muelles y viceversa es Shanghai Zhenhua Heavy Industries Co (ZPMC), una empresa estatal china. Se calcula que ZPMC fabrica casi el 80 por ciento de las grúas de este tipo que se utilizan actualmente en los puertos estadounidenses, según The Wall Street Journal.
A algunos expertos de seguridad les preocupan que los sofisticados sensores presentes en los equipos, que potencialmente pueden rastrear el origen y el destino de los contenedores, estén brindando a Beijing la oportunidad de acceder a la entrada y salida de mercancías de Estados Unidos.
Los actores de amenazas que pretendan interrumpir el flujo de mercadería en Estados Unidos podrían hacer uso del acceso remoto que tienen estas grúas, según declaró a The Wall Street Journal, Bill Evanina, exalto funcionario de contrainteligencia estadounidense.
«Las grúas pueden ser el nuevo Huawei», dijo Evanina. «Es la combinación perfecta de negocio legítimo que también puede hacerse pasar por recolección clandestina de inteligencia».
Chris Wolski, quien anteriormente dirigió la ciberseguridad del puerto de Houston, dijo a The Wall Street Journal que no sería difícil para un atacante desactivar un sensor en una grúa e impedir que la grúa se mueva.
A su vez, una evaluación clasificada de 2021 realizada por la Agencia de Inteligencia de Defensa descubrió que China puede recopilar potencialmente información sobre el envío de material militar a través de las grúas.
ZPMC es una filial de China Communications Construction Co. (CCCC). En 2020, Washington restringió a cinco unidades de CCCC el acceso a tecnología estadounidense debido a sus vínculos con la iniciativa de fusión militar-civil del régimen chino, informó The Wall Street Journal.
Estudio de la NDAA y proyecto de ley para limitar las grúas extranjeras
Los legisladores y funcionarios estadounidenses están tomando cada vez más medidas para contrarrestar la amenaza potencial de las grúas de fabricación china.
La Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA) de 2023, firmada en diciembre, contiene una disposición que obliga al Administrador Marítimo a colaborar con el Pentágono, el Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras (CISA) para realizar un estudio sobre si las grúas extranjeras utilizadas en los puertos estadounidenses constituyen una amenaza para la seguridad, informó la CSO.
Está previsto que el estudio esté terminado en diciembre y se presente a la Comisión de Transportes de la Cámara de Representantes, a la Comisión de Comercio del Senado y a las comisiones de Servicios Armados de la Cámara de Representantes y del Senado.
En enero del año pasado, el representante Carlos Gimenez (R-Fla.) presentó un proyecto de ley denominado Ley de Seguridad e Inspección de Grúas Portuarias de 2022.
El proyecto de ley pretendía limitar el uso de grúas extranjeras fabricadas por adversarios en los puertos estadounidenses. También habría exigido que las grúas extranjeras fueran inspeccionadas por la CISA para detectar vulnerabilidades y amenazas a la seguridad antes de ponerlas en funcionamiento.
Espionaje chino
La preocupación por el uso de grúas para espiar a Estados Unidos se produjo luego que un globo espía chino derribado el mes pasado por la Fuerza Aérea estadounidense, aumentó las tensiones entre ambas naciones.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, admitió también que el globo había inquietado a la clase dirigente de Estados Unidos por la posibilidad de que quedaran al descubierto las capacidades nucleares del país. Al parecer, el globo había volado cerca de emplazamientos estratégicos militares críticos.
Mientras tanto, la Oficina de Gestión y Presupuesto de Estados Unidos ordenó a finales de febrero el retiro de la aplicación TikTok, de propiedad china, de todos los sistemas y dispositivos gubernamentales, como una medida para proteger los datos.
Según una encuesta sobre el espionaje chino contra Estados Unidos, realizada entre 2000 y julio de 2021, el 42 por ciento de los involucrados han sido militares o empleados gubernamentales chinos.
La encuesta, conducida por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, descubrió que el 34 por ciento de los incidentes pretendían conseguir tecnología militar y el 51 por ciento querían acceder a tecnologías comerciales.
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