CONDADO DE KINNEY, Texas—Viajando de noche con mochilas y ropa oscura, grandes grupos de hasta 50 inmigrantes ilegales, en su mayoría hombres jóvenes de México, atraviesan clandestinamente este pequeño condado de Texas haciendo todo lo posible para evitar ser atrapados.
Aunque desde hace años, grupos pequeños han estado cruzando la frontera entre EE. UU. y México hacia el condado de Kinney, Texas, ahora son los grupos grandes y bien organizados los que preocupan a las fuerzas de seguridad.
«Están extremadamente organizados», dijo el sheriff del condado de Kinney, Brad Coe, a The Epoch Times el 18 de enero.
«Y los grupos son cada vez más grandes. Incluso si controlan a un grupo de 25 y los atrapan, estás atado de manos, por lo que pueden dirigir a su grupo de 50 y 60 [personas] a otro lugar. O pueden dejar que pasen las drogas».
El sheriff dijo que los grupos se reúnen en un gasoducto que los conduce hacia el noreste hasta que se alejan de la mayor parte de las fuerzas de seguridad y del puesto de control de la carretera de la Patrulla Fronteriza. Es un terreno inclemente—lleno de matorrales, espinas y serpientes de cascabel. Los inmigrantes ilegales con frecuencia llevan una cabeza de ajo metida en sus mochilas con la esperanza de ahuyentar a las serpientes.
El asistente de Coe, encargado de recopilar información sobre las rutas del tráfico ilegal ha descubierto una pequeña área junto al Río Grande—la cual es la frontera internacional—por donde pasan al menos 1100 inmigrantes ilegales cada mes. Pero esa es solo un área de la frontera de las 16 millas del condado con México.
«Es una locura allí abajo. Y la única razón por la que detuvieron a 16 es porque el dueño del rancho se topó con ellos. Y nos las arreglamos para que la Patrulla Fronteriza bajara allí, porque yo no tenía a nadie», dijo Coe.
«La Patrulla Fronteriza acudió allí y atrapó a 16 de ellos. El grupo era probablemente de más de 50».
Coe dijo que los inmigrantes ilegales se han acostumbrado a enterrar su basura o llevársela con ellos para mantener sus huellas más ocultas.
En el pasado, el tráfico ilegal peatonal no aumentaba sino hasta finales de enero hasta marzo y abril, dijo.
«Nunca se redujo», este año, dijo.
A mediados de enero sus asistentes ya habían detenido el doble de indocumentados y el doble de traficantes que en todo el mes de enero del año pasado.
Dijo que su adjunto, en colaboración con el Departamento de Seguridad Pública de Texas, suelen colocar una nueva cámara de rastreo en el condado que dentro de una hora captará a un grupo.
“Casi todo lo que estamos detectando en estos momentos es mexicano. El tráfico que estamos captando [en vehículos] son muchos hondureños y guatemaltecos. Pero todo lo que viene a pie, parece ser mexicano», dijo Coe.
El fiscal del condado de Kinney, Brent Smith, está por procesar a más de 2000 extranjeros ilegales por invadir ranchos locales bajo la iniciativa estatal Operation Lone Star, que el gobernador Greg Abbott lanzó en marzo de 2021.
«Todavía no creo que estemos abordando a más del 5 por ciento de los inmigrantes ilegales que pasan por el condado de Kinney», dijo.
«Atrapamos a seis grupos anoche y dos cargas de contrabando».
Coe dijo que la «parte aterradora» es que los residentes del condado se están acostumbrando a ello.
«Esto se ha convertido en la nueva norma», dijo Coe.
«No debería de ser la nueva norma. El gobierno federal debe intervenir, asegurar la frontera y partir de ahí».
«Nunca hay que acostumbrarse a que suba la tasa de criminalidad. No deberían acostumbrarse a ver a un grupo de 30 o 40 [personas] caminando por su patio trasero».
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