La feroz resistencia de Ucrania contra las fuerzas rusas invasoras podría ser un modelo de cómo Taiwán debería defenderse en caso de una invasión por parte del régimen chino, dijo un alto funcionario de defensa a los senadores en una audiencia del Congreso el 10 de marzo.
«Creo que la situación que estamos viendo en Ucrania ahora mismo es un caso de estudio muy valioso para ellos sobre por qué Taiwán necesita hacer todo lo posible para construir capacidades asimétricas, para tener a su población preparada, para que pueda ser lo más rápido posible en caso de que China decida violar su soberanía», dijo Mara Karlin, secretaria adjunta de defensa para estrategia, planes y capacidades.
Karlin añadió: «Es absolutamente prioritario asegurar que Taiwán esté obteniendo las capacidades asimétricas que necesita, que son las más apropiadas para el desafío al que se enfrenta».
La invasión rusa de Ucrania ha suscitado la preocupación generalizada de que el régimen chino pueda llevar a cabo su esperado plan de apoderarse de Taiwán. El líder chino Xi Jinping declaró abiertamente su deseo de gobernar la isla en octubre del año pasado, cuando prometió que la «reunificación» de Taiwán con China se haría «definitivamente realidad».
China considera a Taiwán como una parte de su territorio, aunque la isla es una entidad independiente de facto con su propio gobierno democrático.
Xi podría estar más envalentonado ahora para invadir Taiwán, ya que probablemente contaría con el apoyo político de Moscú. En el marco de la actual asociación «sin límites», Beijing ha proporcionado un apoyo tácito a la invasión rusa de Ucrania al negarse a condenar a Moscú por la agresión militar y abstenerse dos veces en las votaciones de las Naciones Unidas.
Estados Unidos y Taiwán no son actualmente aliados formales, ya que Washington cambió su reconocimiento diplomático a favor de Beijing en 1979. Sin embargo, Washington ha sido el principal proveedor de armas de Taiwán, vendiéndole equipos militares como aviones de combate F-16V, drones avanzados, misiles y tanques M1A2 Abrams.
Hasta ahora, Ucrania ha podido frenar el avance militar de Rusia mediante el uso de armas móviles, como los misiles antitanque Javelin y los sistemas portátiles de defensa aérea Stinger.
El éxito de estas armas demostró que la guerra asimétrica es eficaz cuando se lucha contra una fuerza militar superior, dijo Ma Cheng-kun, director del Instituto de Estudios de Asuntos Militares de China de la Universidad de Defensa Nacional de Taiwán, durante un foro en Taiwán el 1 de marzo, según el medio de comunicación de la isla Taipei Times.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, desde que asumió el cargo en 2016, ha destacado la importancia de que la isla adopte una estrategia de defensa asimétrica. En mayo de 2019, Tsai dijo que la isla aceleraría la producción de submarinos y misiles antiaéreos y antibuque de fabricación nacional como forma de mejorar las capacidades de guerra asimétrica de la isla.
Jessica Lewis, subsecretaria de Estado para Asuntos Político-Militares, dijo en la audiencia del Senado que Taiwán debería seguir adquiriendo sistemas militares asimétricos de Estados Unidos, dado que habían sido «utilizados con gran efecto en Ucrania».
Lewis sugirió que Taiwán dé prioridad a los sistemas de defensa aérea de corto alcance, a las minas marinas navales y a los misiles de defensa costera y de crucero. Añadió que las dos partes han compartido cada vez más la misma comprensión de lo que constituye un sistema asimétrico.
«Hoy estamos trabajando en eso con ellos. Creo que ahora tenemos una comprensión mucho más profunda de eso», explicó Lewis.
También sugirió que Taiwán aprenda de Ucrania sobre las reformas de las fuerzas de reserva del país que hacen posible que su población esté rápidamente «lista para luchar».
Para ello, Lewis dijo que Taiwán está trabajando con la Guardia Nacional de EE.UU. en el establecimiento de «una organización de movilización de defensa total».
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