La guerra de Rusia contra Ucrania y las sanciones resultantes están empujando al mundo a una crisis alimentaria, según el multimillonario de fertilizantes y carbón Andrei Melnichenko.
La guerra “ya ha provocado un aumento de los precios de los fertilizantes que ya no los hace asequibles para los agricultores”, dijo a Reuters Melnichenko, fundador de EuroChem, uno de los mayores productores de fertilizantes de Rusia. “Ahora la guerra conducirá a una inflación de alimentos aún más alta en Europa y probablemente a una escasez de alimentos en los países más pobres del mundo”.
Rusia representa el 13 por ciento de la producción mundial de fertilizantes. Es el mayor exportador de urea y el segundo en exportaciones de potasa. Además de esto, el país es un importante productor de fertilizantes que contienen nitrógeno y fosfato.
Los precios altísimos del gas natural, un componente clave de los fertilizantes a base de nitrógeno, ya están elevando los precios de los productos. Con Occidente imponiendo sanciones a Rusia por su incursión militar en Ucrania, el suministro de fertilizantes de Moscú podría verse gravemente afectado. Los precios más altos aumentarían el costo de la producción de los alimentos, elevando los precios a nivel mundial.
El presidente ruso Vladimir Putin había advertido el 10 de marzo que, si Occidente crea impedimentos para las exportaciones de fertilizantes rusos, los precios de los alimentos se dispararían en todo el mundo.
En Ucrania, una nación agrícola líder, los agricultores están entrando en un momento crucial en el que los factores de entrada como las semillas, el agua y los fertilizantes determinarán el rendimiento de la próxima cosecha. Si no se agregan fertilizantes, la producción de cultivos podría reducirse a la mitad para la próxima cosecha, advirtió Yara International, un importante productor de fertilizantes, en un comunicado de prensa del 1 de marzo.
Los países que son los más débiles financieramente podrían enfrentar una interrupción grave al suministro de alimentos. Al menos 50 naciones dependen de Ucrania y Rusia para el 30 por ciento o más de su suministro de trigo.
“Mi mayor temor es que el conflicto continúe, entonces tendremos una situación de aumentos significativos en los precios de los alimentos, en países pobres que ya estaban en una situación financiera extremadamente débil debido al COVID-19. El número de personas con hambre crónica crecerá significativamente, si ese es el caso”, dijo a The Guardian Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La crisis entre Rusia y Ucrania puede afectar a miles de millones de personas en todo el mundo que dependen de las granjas de subsistencia, dijo a Fox News Manish Raizada, profesor del Departamento de Agricultura Vegetal de la Universidad de Guelph, una universidad pública de investigación en Canadá.
Cuando los precios del gas natural o del aceite esencial aumentan, el precio de los fertilizantes nitrogenados también aumenta, señaló, y agregó que la última vez que esto ocurrió fue alrededor de 2008, cuando 150 millones de personas sufrieron desnutrición crónica.
«Realmente me temo que eso esté ocurriendo ahora», dijo Raizada.
La crisis en Ucrania podría hacer subir los precios de los alimentos y forrajes internacionales entre un 8 por ciento y un 22 por ciento por encima de sus “niveles ya elevados”, afirma un informe reciente de la FAO (pdf).
Si el conflicto provoca una reducción de las exportaciones de Rusia y Ucrania más allá de la temporada 2022/23, y los precios del crudo se mantienen en niveles elevados, se podría crear un «considerable déficit de suministro» en los mercados mundiales de semillas de girasol y cereales, advirtió la organización.
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