El mundo debería prepararse para una posible crisis alimentaria mundial en los próximos meses, en medio de las consecuencias del conflicto ruso-ucraniano, según un nuevo informe (pdf) del asesor financiero agrícola Rabobank.
En los últimos 20 años, Rusia, Bielorrusia y Ucrania se han convertido en los principales proveedores de los mercados mundiales de cereales y productos agrícolas, produciendo entre el 20% y el 30% de una serie de productos primarios, como el trigo, el maíz, la cebada, la canola, el aceite de girasol, las legumbres, los abonos a base de nitrógeno y la potasa.
Rabobank señaló que, dada la imposibilidad de estimar la cantidad de grano y otros productos agrícolas que Ucrania podrá producir en la próxima temporada de cultivo —incluso con estimaciones de modelos conservadores— era probable que se produjera un déficit de grano y piensos, que podría suponer una grave amenaza para la seguridad alimentaria mundial.
«El mundo aún no ha sentido del todo la fuerte ausencia de suministros de Ucrania», decía el informe. «Sin embargo, esto va a cambiar a partir de julio».
«En los años en que la oferta mundial de cereales ha caído entre 40 y 50 [millones] de toneladas métricas por debajo del consumo tendencial en una temporada, la tendencia histórica ha sido que el índice mundial de precios de los alimentos se eleva a niveles muy altos. La crisis ucraniana más reciente ha llevado el índice de precios de los alimentos de la FAO a un nivel récord, ya que se han previsto fuertes pérdidas de suministro en el mercado mundial».
El asesor financiero dijo que esperaba que «los elevados precios mundiales de los cereales y las semillas oleaginosas persistieran durante todo el año, y durante los próximos años».
La escasez de alimentos podría provocar inestabilidad política
El 13 de mayo, las autoridades indias dijeron que prohibirían la exportación de trigo, con efecto inmediato, para reforzar su propia seguridad alimentaria.
La noticia fue recibida con pesimismo por parte de los países que dependen de las importaciones, y el ministro de Agricultura de Alemania, Cem Ozdemir, argumentó que la medida podría exacerbar la crisis actual, especialmente si otros países siguen su ejemplo, reportó Aljazeera.
«Si todo el mundo empieza a imponer restricciones a las exportaciones o a cerrar mercados, eso empeoraría la crisis», dijo. «Pedimos a India que asuma su responsabilidad como miembro del G20».
Matt Dalgleish, de la empresa de análisis de mercados Thomas Elder Markets, en Australia, dijo que el conflicto entre Ucrania y Rusia ha llevado definitivamente a algunos países dependientes de las importaciones al punto de la desesperación.
«Los países que están a nuestro umbral, como Indonesia, que tienen una enorme población y están luchando por la autosuficiencia en términos de su [propia] autosuficiencia, podrían tener problemas», dijo Dalgleish a The Epoch Times. «En la zona de Oriente Medio y el Norte de África, como Argelia, Libia y Egipto, todos son países susceptibles de sufrir riesgo e inseguridad alimentaria».
Dalgleish dijo que debido a los niveles de ingresos más bajos en esos países; gran parte de la población ya gasta una mayor proporción de los ingresos en cuestiones relacionadas con la alimentación, y a medida que los suministros de granos caen, los precios podrían aumentar a medida que los países compiten por el suministro.
«Cuando la gente sufre inseguridad alimentaria, es una forma muy rápida de conseguir desobediencia civil e inestabilidad dentro de un país», dijo.
Dalgleish señaló que países como Australia, que no dependen del suministro de alimentos importados, sentirían en cambio presiones inflacionistas al aumentar los precios de productos básicos como el combustible y los fertilizantes, debido a las sanciones impuestas a Rusia. Esto podría tener un efecto de arrastre y provocar un aumento de los precios de productos básicos como la harina, la leche, las verduras y la carne.
Temor a la recesión mundial
Los precios de los fertilizantes alcanzaron un máximo histórico en abril de 2022, según Rabobank, después de que se restringiera el suministro de Bielorrusia y Rusia. Los productores australianos podrían verse en apuros para encontrar suficiente producto para apoyar el crecimiento de los cultivos y la producción de carne.
Además, la decisión de los países de la Unión Europea de dejar de comprar suministros de combustible ruso (pdf) y la decisión de Rusia de dejar de exportar combustible a los países que apoyan a Ucrania, exacerbarían las volatilidades en el mercado de la energía y harían subir el precio del transporte marítimo, otro factor que contribuye al aumento de los precios.
«Con la probabilidad de que Europa reduzca aún más las importaciones de energía rusa con una prohibición de las importaciones de petróleo ruso a finales de 2022, y con Rusia preparando una legislación para interrumpir las exportaciones de productos básicos a los países que imponen sanciones o suministran armas a Ucrania, esperamos que los precios de la energía se mantengan volátiles y altos», dijo Rabobank. «Aunque los precios del petróleo por encima de los 100 USD/bbl ya se sienten caros, es posible un alza adicional de los precios superior al 50% como consecuencia de esas sanciones».
Por ejemplo, los precios de los combustibles en Australia han ido subiendo constantemente, y el precio promedio de la gasolina rondaba los 2.06 dólares el litro a fecha de 23 de mayo, lo que supone un aumento de 45.6 céntimos desde los mínimos recientes, después de que el anterior gobierno de coalición decidiera recortar el impuesto sobre el consumo de carburantes.
Dalgleish afirma que estas presiones sobre los sectores de la agricultura y el transporte causarán más dolor inflacionario a países como Australia y Estados Unidos, y el analista advierte que el mundo podría dirigirse hacia un periodo de recesión similar al de los años 70.
«Las economías desarrolladas, cruciales para el crecimiento mundial, están sufriendo los efectos de estos factores inflacionistas, que están empezando a reducir su PIB y su crecimiento económico», afirmó. «Creo que existe un riesgo de recesión y potencialmente de estanflación a nivel mundial».
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