Empezar a educar en casa puede ser tan emocionante como desconcertante. Algunos están contentos porque por fin pueden tomar las riendas y empezar a trabajar. Otros no tienen ni idea por dónde empezar y desean que alguien les diga qué tienen que hacer.
Lo cierto es que no hay una única forma correcta de educar en casa. Hay muchas posibilidades. Eso es, por supuesto, una enorme bendición, pero también puede ser agobiante. Cuando se puede hacer casi cualquier cosa, es posible que al final no se haga nada.
Así que, si quiere un poco de orientación, aquí tiene una hoja de ruta. No es la única forma de empezar, pero es una de ellas. A menudo, la clave para empezar es simplemente empezar, poniendo un pie delante del otro. Podrá hacerlo.
Paso 1: Consulte la normatividad de su estado o su país
Cada estado de Estados Unidos o país tiene su propia normativa para los que educan en casa. Algunos le exigen una serie de cosas a los padres y otros no exigen casi nada. Conozca lo que se le exigirá y tome nota.
Paso 2: Desescolarización
La desescolarización es el acto de sacudirse y dejar de lado muchas nociones, suposiciones y creencias que la escuela les ha inculcado a usted y a sus hijos sobre el aprendizaje y la educación. En especial si sus hijos están saliendo del sistema escolar público (incluso si han estado haciendo escuela virtual recientemente, que no se parece en nada a la educación en casa), querrá pasar algún tiempo desescolarizando, ya sea unas semanas o unos meses.
¿Cómo? Pase los días disfrutando de la compañía de los demás, jugando, sumergiéndose en actividades que le interesen a sus hijos, leyendo en voz alta, haciendo y elaborando y, en general, haciendo las cosas que sus hijos están naturalmente inclinados a hacer cuando no «tienen escuela».
En lugar de actividades centradas en la pantalla, yo recomendaría realizar aquellas que involucren sus mentes y sus corazones. Pasar mucho tiempo al aire libre y en conversaciones profundas con sus hijos. Escúchelos y obsérvelos atentamente. Observe cómo su curiosidad innata comienza a reencontrarse con el mundo y cómo la monotonía de la escuela se convierte en un recuerdo lejano. Tendrá la sensación de no estar haciendo nada, pero es probable que en algún momento le sorprenda lo mucho que está aprendiendo sin la «ayuda» de la escuela. En ese momento sabrá que la desescolarización está funcionando.
Paso 3: Haga una planificación en su calendario
Mientras desescolariza, sería un buen momento para echar un vistazo a su calendario. Decida cuántas semanas de clases completará en el próximo año y cuándo tomará descansos a lo largo del año.
Empiece una lista con cada semana numerada en la parte izquierda de la página, con la fecha de inicio de cada semana. Cada vez que piense en algo que quiera incluir en su educación en casa durante el año, inclúyalo en su lista. Por ejemplo, si antes del Día de los Veteranos quiere estudiar la historia de la fiesta, anótelo como recordatorio.
Este ejercicio lo ayudará a saber cuándo será su primer y último día de educación en casa, los descansos que hará y cuándo se producirán, y en qué momento del año se encuentra. Por supuesto, puede ajustar esto en cualquier momento (después de todo, es educación en casa), pero establecer algunas restricciones básicas para usted para empezar puede ser útil.
Paso 4: Buscar planes de estudio
Como nuevo educador en casa, es posible que tenga la tentación de sumergirse en todas las materias posibles que podrían enriquecer la vida de sus hijos. Lo felicito. No lo haga.
En primer lugar, concéntrese en dos asignaturas: matemáticas y lenguaje. Éstas son fundamentales para entender otras asignaturas y en las que se centran los exámenes estandarizados.
Investigue un poco en Internet y pregunte a sus conocidos qué planes de estudio de matemáticas y lengua y literatura serían los más adecuados para usted. Esta es mi opinión: Para las artes del lenguaje, utilice el libro «The Good and the Beautiful» (Lo bueno y lo hermoso) y compleméntelo con una sólida biblioteca de los mejores libros que se disfrutan tanto en el tiempo de lectura en voz alta como en el tiempo de lectura independiente.
Paso 5: Apunte al ritmo
Antes del primer día, trate de imaginar un ritmo diario que sea agradable, placentero, productivo y fácil de mantener para su familia cada día. Reflexione sobre cómo serán las mañanas, las comidas, las tardes —incluyendo cómo terminará la jornada escolar— y las noches.
Por ejemplo, un ritmo diario con niños menores de 11 años podría ser el siguiente:
Por la mañana temprano: Levantarse, prepararse, hacer tareas, desayunar, reunirse en el sofá para la lectura matutina en voz alta.
A última hora de la mañana: Lección de matemáticas, breve descanso, lección de lengua y literatura
Almuerzo
Tarde: Estilo libre (tiempo de proyectos, manualidades libres, lectura libre, escritura libre, tiempo extra para terminar el trabajo de la mañana, paseo por la naturaleza, jugar fuera, etc.).
Fin de la jornada escolar: Limpieza
Actividades extraescolares o tiempo libre
Cena
Hora de acostarse
No sea demasiado estricto con usted mismo en cuanto a seguir su plan con exactitud. Pronto descubrirá lo que funciona y lo que no en tiempo real. Solo es una buena idea empezar con un plan en mente.
Paso 6: Empiece a educar en casa
Empiece muy despacio. Haga que el primer día sea divertido, en el que presente cómo va a funcionar esto, reparta material escolar nuevo y divertido y organice una fiesta para celebrar su nueva libertad.
Con el paso de los días y las semanas, ponga un pie en frente del otro, trabajando despacio y con constancia en las dos asignaturas principales y dejando mucho tiempo para que sus hijos exploren sus intereses. Cuando sus hijos tengan dificultades con algún tema, tómese el tiempo necesario para ayudarles a superarlo. Esto no es una carrera. Si se pasan el material más rápido de lo que se imagina, contemple la posibilidad de añadir lecciones más exigentes o saltárselas de vez en cuando.
Paso 7: No se rinda
Es posible que en algún momento sienta ganas de rendirse. Se ha embarcado en el camino menos transitado y a veces puede ser accidentado. Es probable que dude de su capacidad para seguir adelante, para enseñarle a sus hijos y para no arruinarles totalmente la vida. No es un camino fácil.
No se rinda. Siga adelante. No podrá saber si esto funciona para su familia sin tener al menos un año de experiencia. Mantenga el rumbo. Puede hacerlo. Tardará más tiempo del que cree en sentirse seguro. No pasa nada. Siga adelante.
Paso 8: Personalizar
Muy pronto, la experiencia le dictará lo que necesita más o menos en su escuela en casa. En algún momento, probablemente se sentirá preparado para añadir historia y ciencias, arte y música, y cualquier otra materia que sea adecuada para sus hijos. Añada o quite gradualmente lo que crea que debe hacer.
Cada año que pase, probablemente encontrará que su escuela en casa es diferente a la anterior. Probablemente se sorprenderá lo mucho que aprende junto a los hijos. En algún momento, verá hacia atrás su forma de entender la escuela en el pasado y se preguntará cómo pudo estar convencido de que era la mejor forma de educar a sus hijos. Cuando vea esto, ya será un educador en casa completo y se sentirá muy feliz de serlo.
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