La campaña presidencial del Partido Republicano de la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley ha anunciado una compra de 10 millones de dólares en publicidad, ejemplificando su esfuerzo por reemplazar al gobernador de Florida Ron DeSantis como la alternativa presidencial republicana al expresidente Donald Trump.
La compra cubrirá anuncios de televisión, radio y digitales en Iowa y New Hampshire a partir de diciembre, según un comunicado de la campaña del 13 de noviembre.
«El impulso de Nikki Haley y su camino a la victoria son claros», dijo la jefa de campaña de Haley, Betsy Ankney, en el comunicado.
«No se puede decir lo mismo de Ron DeSantis, quien, incluso con una muestra decente en Iowa, no puede permitirse una taza de café en el Red Arrow Diner en New Hampshire y es un mero turista en Carolina del Sur», continuó.
«La campaña de Nikki está construida para ganar las primarias contra Donald Trump y todas las encuestas muestran que ella es, de lejos, la republicana más fuerte contra Joe Biden en las generales».
El debate ejemplifica la rivalidad
El anuncio se produce pocos días después del debate del 8 de noviembre.
Haley, que también fue embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, se enfrentó a DeSantis en el tercer debate de las primarias presidenciales del Partido Republicano en Miami sobre temas que van desde la extracción de petróleo y el fracking hasta China.
Mientras tanto, el ex presidente Trump celebró un mitin en la cercana Hialeah.
Haley reiteró su crítica de que DeSantis prohibió la extracción de petróleo y la fracturación hidráulica en la costa de Florida, lo que él negó a pesar de que Haley tenía razón.
Su campaña llamó a DeSantis en una declaración horas antes del debate en respuesta a la gran derrota del Partido Republicano en las elecciones del 7 de noviembre.
En Virginia, el Partido Republicano perdió el control de la Cámara de Delegados, mientras que los demócratas mantuvieron el control del Senado estatal. En Ohio, los votantes aprobaron una enmienda constitucional que permite el aborto hasta la viabilidad del feto, que suele ser a las 23 ó 24 semanas de embarazo.
«Para vencer a Biden y salvar a Estados Unidos, los datos son concluyentes: Trump es un perdedor. DeSantis es un perdedor. Haley es una ganadora», dijo la campaña en un comunicado.
Haley arrecia sus ataques contra DeSantis y Trump
En las últimas semanas, Haley intensificó las críticas contra DeSantis y el presidente Trump.
El 28 de octubre, los tres estuvieron entre los ocho aspirantes presidenciales del Partido Republicano que se dirigieron a la influyente Coalición Judía Republicana, que copatrocinó el tercer debate. Más de 1000 personas asistieron al evento en el centro de conferencias del Venetian Resort en Las Vegas.
Dio crédito al presidente Trump por ser «pro-Israel» y por sus logros en nombre del Estado judío. Entre ellos, la negociación de los históricos Acuerdos de Abraham, la retirada del acuerdo nuclear con Irán y el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, lo que supone el reconocimiento de esa ciudad como capital del Estado judío.
Pero Haley también argumentó que ella merece los votos de los estadounidenses más que el presidente Trump y que el Partido Republicano necesita un candidato que pueda vencer al presidente Biden.
En muchas encuestas, el presidente Trump está ligeramente por delante o en un empate estadístico con el presidente demócrata Joe Biden.
Aunque Haley dijo que «todas las encuestas» la muestran ganando al presidente Biden, RealClearPolitics revela resultados mixtos para un hipotético enfrentamiento entre Haley y el titular demócrata. La media de los sondeos muestra que supera al presidente Biden en un 1.6 por ciento; el presidente Trump le aventaja en un 0.5 por ciento.
Haley atacó a sus compañeros candidatos republicanos, incluido el presidente Trump, cuando dijo: «Hay muchos demócratas y republicanos que no comprenden la naturaleza de las amenazas a las que nos enfrentamos. Hoy ya han oído hablar de algunos de ellos. Y no soy la última oradora de hoy».
El discurso del presidente Trump siguió inmediatamente al de Haley. Su ataque a Haley provocó algunos aplausos.
También declaró que no haría comentarios polémicos similares a los que hizo recientemente el presidente Trump. «No elogiaré a Hezbolá ni criticaré al primer ministro de Israel en medio de una tragedia», dijo la exgobernadora de Carolina del Sur.
Haley se refería a un discurso pronunciado el 11 de octubre en West Palm Beach (Florida), en el que el presidente Trump reveló que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se había echado atrás en el ataque estadounidense de 2020 que «acabó» con el terrorista iraní Qasem Soleimani.
Cuatro días antes de ese discurso, los terroristas de Hamás habían invadido Israel, sumiendo a la nación de Netanyahu en la guerra.
El presidente Trump fue objeto de críticas por mostrarse crítico con el líder israelí en ese momento. La campaña de Trump replicó que el ex presidente declaró repetidamente su devoción a Israel a lo largo de ese mismo discurso y que algunos de sus comentarios se sacaron de contexto.
Cuando describió a los terroristas de Hezbolá como «inteligentes», estaba advirtiendo de que son astutos y no hay que subestimarlos, dijo la campaña de Trump.
Harry DeMell, un abogado jubilado de Nueva York, dijo a The Epoch Times que las críticas de Haley al candidato republicano, el presidente Trump, se volvieron más agresivas en la conferencia del RJC.
Se sintió envalentonada después de que su compañero candidato presidencial republicano Mike Pence, quien se desempeñó como vicepresidente del presidente Trump de 2017 a 2021, anunciara que se retiraba de la carrera, dijo DeMell.
Anteriormente, Haley parecía estar «postulándose para vicepresidenta» y «no quería pisarle los talones a Trump», dijo DeMell. Escuchó a Haley, a Pence y al presidente Trump hablar en la cumbre de la Coalición Judía Republicana en Las Vegas.
DeMell, que es judío, dijo que la retirada de Pence de la carrera le hizo llorar. Había tenido la intención de votar por el exvicepresidente.
«Pence tenía integridad, y eso es exactamente lo que deberíamos querer. Ahora apoyo a Nikki Haley. Ella también la tiene», dijo.
DeMell dijo que anteriormente había votado por el presidente Trump, pero se «desilusionó» por los ataques personales del expresidente contra quienes se cruzan políticamente con él.
Dijo que estaba haciendo una clara referencia al presidente Trump cuando dijo: «No podemos tener cuatro años de caos, venganzas y drama», mientras se enfrentaba a la volátil situación política mundial en torno a la guerra entre Israel y Hamás.
Ese comentario suscitó aplausos y vítores del público de la coalición judía, que sin embargo aplaudió con más fuerza al presidente Trump cuando subió al escenario después de Haley.
Haley centra sus anuncios en DeSantis
El encuestador Rich Baris señaló que, en algunas encuestas, ella supera a DeSantis.
Una encuesta CNN 31 de octubre fue «devastadora» para DeSantis, dijo Baris. Mostró que «está muy por detrás de Nikki Haley en su estado natal de Carolina del Sur, donde había estado por delante de ella».
Haley y DeSantis están «intercambiando partidarios en este momento», dijo Baris durante su podcast del 1 de noviembre.
DeSantis «ya no es el segundo candidato de facto», añadió, señalando que Haley ha subido en las encuestas, mientras que DeSantis ha tendido a la baja.
El SFA Fund Inc, un súper comité de acción política que respalda a Haley, lanzó anuncios acusando a DeSantis de «mentir» y estar «desesperado».
La campaña del presidente Trump pesó, diciendo: «Cuando dos candidatos deciden luchar entre sí por el distante segundo lugar, es inevitable que haya anuncios de ataque brutales de cada lado».
Un anuncio de Haley del 7 de noviembre señala que DeSantis prohíbe las perforaciones petrolíferas en alta mar y el fracking frente a Florida. Durante el debate del 27 de septiembre, Haley había señalado correctamente esto, que DeSantis negó.
Después de que múltiples encuestas mostraran a DeSantis por detrás de Haley, el gobernador de Florida atacó a Haley «para recuperar el terreno perdido y conseguir un premio de consolación», dijo la campaña de Trump en un comunicado el 1 de noviembre. Pero DeSantis no esperaba que ella «le lanzara un lanzallamas a la cara en represalia», dijo la campaña de Trump, refiriéndose al anuncio de la campaña de Haley de mediados de octubre.
La campaña de DeSantis emitió una declaración despectiva de la Sra. Haley.
«Cuando los estadounidenses miren detrás de la cortina, verán que ella no tiene el extenso historial de logros conservadores de los que Ron DeSantis presume», dijo el director de comunicaciones de la campaña de DeSantis, Andrew Romeo, a The Epoch Times.
«Está claro que no hay forma de que Nikki Haley pueda derrotar a Donald Trump, y cada dólar gastado en su candidatura es un aporte en especie a la campaña de Trump», continuó. «Ron DeSantis tiene la mejor combinación de respaldos, juego terrestre y mensaje en los primeros estados, razón por la cual el expresidente continúa atacándolo solo a él. Confiamos en que los votantes de Iowa verán quién los representará mejor a ellos y a sus valores.»
Haley perdió una oportunidad de mantener su impulso, aunque al parecer se debió a motivos familiares. Hace dos semanas, ella no asistió a la Cumbre de la Libertad de Florida del GOP en un estado crucial en las primarias posteriores si el presidente Trump no bloquea la nominación del partido para entonces.
El GOP de Florida incentiva a los candidatos a firmar sus papeles y pagar 25,000 dólares en la conferencia para aparecer en la papeleta del estado. Los que no lo hacen deben pagar 100,000 dólares. Por lo tanto, la ausencia de Haley «debe haber sido por una buena razón porque le costó 75.000 dólares», según una fuente familiarizada con la situación.
Sin embargo, fuera de los gastos de campaña, la rivalidad entre Haley y DeSantis no tiene precio, y la moneda de cambio son los ataques verbales. Espere ver más de eso antes del cuarto debate primario del GOP el 6 de diciembre.
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