Según un informe de laboratorio, se han detectado dos tipos de antibióticos y uno de anticonceptivos para animales en muestras de alimentos de las 10 cadenas de comida rápida más populares de Estados Unidos.
En septiembre, Madres por América (MAA, por sus siglas en inglés) envió muestras de alimentos de 10 populares cadenas de comida americanas al Instituto de Investigación de la Salud, un laboratorio sin ánimo de lucro con sede en Iowa que analiza los alimentos en función de su valor nutricional, biofuncionalidad y contaminantes y toxinas, solicitando que el laboratorio analizara las muestras en busca de más de 100 medicamentos veterinarios y hormonas comunes.
MAA es un grupo activista sin ánimo de lucro formado por madres con la intención de sensibilizar sobre los alimentos que contienen organismos modificados genéticamente (OMG) y pesticidas.
El científico molecular y jefe del Instituto de Investigación Sanitaria, John Fagan, confirmó que su laboratorio analizó las muestras de alimentos.
8 de cada 10 cadenas populares de comida rápida dieron positivo
La mayoría de las muestras procedían de las 10 cadenas de comida rápida más populares de Estados Unidos. Los voluntarios de MAA fueron a sus McDonald’s, Starbucks, Subway, Chick-fil-A, Burger King, Taco Bell, Chipotle, Dunkin’, Wendy’s o Domino’s locales y pidieron la misma comida varias veces.
Cada comida se conservaba en su envase, se sellaba, se congelaba y se enviaba por correo al Instituto de Investigación Sanitaria.
En el laboratorio, los alimentos y sus envases se trituraban y se analizaban en busca de medicamentos veterinarios y hormonas.
A excepción de Chipotle y Subway, todas las muestras de alimentos dieron positivo en medicamentos veterinarios.
Monensina, narasina y nicarbazina
El antibiótico monensina se detectó en Taco Bell, Dunkin’, Wendy’s, Domino’s, Burger King y McDonald’s.
La monensina es un antibiótico veterinario de uso común con un escaso margen de seguridad. Los efectos secundarios de la monensina en animales incluyen anorexia, diarrea, debilidad y problemas motores. Una sobredosis puede causar la intoxicación o incluso la muerte del animal.
La intoxicación por monensina es rara en humanos, y no existe ningún tratamiento eficaz utilizado en la práctica clínica.
Un caso se produjo en un hombre que ingirió 300 miligramos de monensina, lo que provocó una rabdomiólisis grave, o descomposición del tejido muscular. Esta afección médica es bastante grave y puede provocar daños en el corazón y los riñones.
Sin embargo, la dosis que ingirió el hombre es un millón de veces superior a las dosis de microgramos detectadas en las muestras de alimentos.
La narasina se detectó en una hamburguesa con queso de Wendy’s y se encontró en cantidades ínfimas en una comida de Dunkin’, Domino’s y un sándwich de Starbucks.
El narasín es un antibiótico y un aditivo antiparasitario para piensos que ayuda a controlar las infecciones parasitarias en los pollos de engorde. También suele añadirse a los piensos para ganado, ya que aumenta la ingesta de materia seca. Tanto la narasina como la monensina son ionóforos, lo que significa que pueden alterar el equilibrio de iones en las células y se utilizan a menudo en animales para controlar infecciones bacterianas y parasitarias.
Los efectos secundarios de la narasina en los animales incluyen anorexia, diarrea y degeneración de los músculos cardíacos y esqueléticos.
.Estos antibióticos ionóforos no se utilizan en humanos debido a la preocupación por su toxicidad, aunque hay pocos casos documentados de toxicidad por estos fármacos.
En la muestra del sándwich de pollo de Chick-fil-A se detectó nicarbazina, un antiparasitario y anticonceptivo para animales.
El fármaco se utiliza principalmente como antiparasitario en pollos y pavos de engorde, pero también se ha empleado para el control de la población de gansos y palomas.
Dado que es muy tóxico para los embriones agrícolas y disminuye la puesta de huevos y la eclosión entre las poblaciones de aves de corral cultivadas, muchos granjeros han pedido más normativas para proteger a sus animales de tales exposiciones.
Hasta la fecha, ningún informe ha demostrado que la nicarbazina cause efectos tóxicos en los seres humanos, aunque se desconocen sus ramificaciones a largo plazo. Un informe de investigación daba por sentado que la nicarbazina sería segura para los consumidores, ya que la mayoría de los pavos alimentados con el fármaco actuarían como filtro, descomponiéndolo antes de llegar al mercado.
«El impacto de que millones de estadounidenses, especialmente niños y adultos jóvenes, consuman diariamente un conocido anticonceptivo animal es preocupante», dijo Zen Honeycutt, director ejecutivo de MAA. «Con los problemas de infertilidad en aumento, la salud reproductiva de esta generación está en primer plano para nosotros, a la luz de estos resultados».
Pocos estudios han investigado los efectos de los medicamentos veterinarios en los seres humanos.
«Ese es el problema», dijo Honeycutt a The Epoch Times. «Se trata de medicamentos y hormonas veterinarios… así que los únicos estudios que he encontrado y que encontrarán serán para animales. [No están autorizados para los seres humanos y, sin embargo, se permiten [en el suministro de alimentos]».
«Algunas personas consumen estos alimentos todos los días, por lo que no sabemos cuánto acumulan en su organismo», añadió Honeycutt.
¿Están afectadas todas las cadenas de comida rápida?
Dado que cada muestra de comida se compró en una sola tienda por cadena de comida rápida, Honeycutt dijo que tendrían que hacer más pruebas para saber si todas las demás cadenas servían comida que contenía medicamentos veterinarios similares.
Sin embargo, sospechaba que otras cadenas también podrían estar afectadas.
«Tengo entendido que están triturando la carne de cientos de aves para hacer estas hamburguesas de carne procesada. Así que cuando una está contaminada, es probable que contamine posiblemente cientos de otras muestras… Si una de ellas contrae esta enfermedad en particular, es probable que el granjero trate a todas las aves en una instalación», explicó Honeycutt.
Cuando se le preguntó sobre la posible contaminación de los paquetes, Fagan, del Instituto de Investigación Sanitaria, dijo que los paquetes procedían de diferentes estados de Estados Unidos, por lo que, si bien un paquete podría estar contaminado, sería difícil que todos ellos lo estuvieran.
La MAA analizó previamente 43 almuerzos escolares proporcionados por los participantes. Las pruebas de laboratorio revelaron que el 95 por ciento de los almuerzos contenían glifosato, y el 74 por ciento, al menos un pesticida nocivo.
El glifosato es un herbicida, y la exposición infantil al glifosato se ha relacionado con el desarrollo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, incluido el linfoma no Hodgkin.
Se detectó tiabendazol, un inmunosupresor, en alrededor del 30 por ciento de las muestras, y una toxina del desarrollo en más del 40 por ciento de ellas.
The Epoch Times se puso en contacto con las cadenas de comida rápida mencionadas en este artículo para pedirles comentarios.
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