Según un estudio reciente, por primera vez se han descubierto microplásticos en órganos reproductores masculinos, lo que suscita preocupación por el impacto de estos contaminantes en la salud sexual de las personas.
El estudio, revisado por expertos y publicado en la revista International Journal of Impotence Research el 19 de junio, investigó si los microplásticos (MP) se agregaban en el tejido del pene.
Los microplásticos son partículas de menos de cinco milímetros y se han encontrado en tejidos humanos, como pulmones, tejido cardiaco y placenta, lo que ha suscitado preocupación por sus repercusiones en la salud.
Los investigadores analizaron muestras de tejido del pene de cinco individuos del estudio y descubrieron siete tipos de microplásticos en cuatro de las muestras. «Los MP más prevalentes fueron el PET (47.8 por ciento) y el PP (34.7 por ciento), que representaban alrededor del 82 por ciento de la cantidad total de MP», señala el estudio.
Se necesitan más investigaciones para descubrir las consecuencias de los microplásticos en los organismos vivos, dada su «capacidad para actuar como vector de patógenos, así como para inducir y ser influenciados por el estrés oxidativo, la inflamación y la respuesta inmunitaria», señala el estudio.
El PET (tereftalato de polietileno) es un tipo de plástico utilizado para fabricar botellas de agua, bolsas de la compra, recipientes para microondas y material para viviendas. Se sabe que el PET libera sustancias tóxicas relacionadas con el cáncer, los problemas en el embarazo y los problemas cutáneos.
El PP (polipropileno) es un plástico flexible y blando que se utiliza en productos como pajitas, frascos de medicamentos, vasos de yogur y botellas de ketchup. Suele considerarse el más seguro de todos los plásticos para uso humano. Sin embargo, también puede crear problemas de salud. Por ejemplo, la inhalación de partículas finas de PP puede causar irritación respiratoria. Los vapores del PP pueden provocar síntomas similares a los del asma.
Según los autores, éste es el «primer estudio que conocemos que identifica la presencia de MP en el tejido del pene».
Los investigadores del estudio señalan que «normalmente se cree que los microplásticos entran en el cuerpo humano a través de la ingestión y la inhalación». Los estudios han propuesto que los microplásticos de menos de 150 micrómetros «pueden tener el potencial de migrar desde la cavidad intestinal hasta la linfa y el sistema circulatorio, dando lugar a una exposición sistémica».
En el estudio, el 84 por ciento de las muestras de microplásticos medían entre 20 y 100 micrómetros, muy por debajo del umbral de 150 micrómetros.
Cuando el pene se hincha debido al aumento del flujo sanguíneo, el cuerpo cavernoso y los tejidos asociados se expanden. El cuerpo cavernoso es el tejido eréctil del pene. La dilatación de los vasos sanguíneos en tal situación puede permitir que los microplásticos que circulan por el cuerpo entren en contacto con el tejido del pene, lo que puede dar lugar a la acumulación de microplásticos.
«Los microplásticos impregnan nuestro medio ambiente y están aquí para quedarse en un futuro previsible. Por lo tanto, es imperativo entender cómo interactúan con el cuerpo humano para comprender sus posibles implicaciones en la salud y la fisiología humanas», escribieron los investigadores.
Uno de los autores reveló tener intereses contrapuestos, ya que es editor asociado de la revista International Journal for Impotence Research.
Microplásticos en testículos y placenta
Un estudio publicado el mes pasado había identificado microplásticos en testículos humanos. Los investigadores examinaron muestras humanas y caninas y descubrieron que los testículos humanos tenían tres veces más microplásticos que los caninos.
Los investigadores descubrieron que las muestras caninas con mayores niveles de microplásticos de cloruro de polivinilo (PVC) presentaban un menor recuento de espermatozoides. Sin embargo, esta correlación no se identificó con los microplásticos de polietileno.
El PVC se utiliza para fabricar tuberías, suelos, algunas botellas de plástico, envases, tarjetas de crédito, letreros, discos de vinilo y productos inflables.
«El PVC puede liberar muchas sustancias químicas que interfieren con la espermatogénesis y contiene sustancias químicas que causan alteraciones endocrinas», dijo en un comunicado de prensa el Dr. Xiaozhong Yu, profesor de la Facultad de Enfermería de la UNM e investigador principal.
También se han encontrado microplásticos en otras partes del cuerpo humano. Un estudio del 17 de febrero identificó microplásticos en la placenta humana.
Las 62 muestras de placenta analizadas contenían microplásticos, con concentraciones que oscilaban entre 6.5 y 790 microgramos por gramo de tejido.
La placenta proporciona oxígeno y nutrientes al bebé, al tiempo que elimina los productos de desecho de la sangre del niño.
Matthew Campen, profesor del Departamento de Ciencias Farmacéuticas de la UNM, que dirigió el equipo que realizó el estudio sobre la placenta, cree que la acumulación de microplásticos en los tejidos humanos podría explicar el desconcertante aumento de ciertos problemas de salud como el cáncer de colon entre los menores de 50 años, la enfermedad inflamatoria intestinal y la disminución del recuento de espermatozoides.
«No hace más que empeorar, y la trayectoria es que se duplicará cada 10 o 15 años… Así que, aunque lo detuviéramos hoy, en 2050 habrá tres veces más plástico en el ambiente que ahora. Y no vamos a detenerlo hoy», afirmó.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.