La vicepresidenta Kamala Harris dijo el jueves que cualquiera que irrumpa en su casa «recibirá un disparo», en comentarios que parecían ser en broma durante una entrevista con Oprah Winfrey en Michigan, mientras destacaba que es propietaria de un arma de fuego.
Winfrey preguntó a la candidata presidencial demócrata sobre los comentarios que hizo sobre ser propietaria de un arma de fuego en su debate con el expresidente Donald Trump a principios de este mes.
«Si alguien entra en mi casa, le dispararé», dijo Harris en el intercambio con Winfrey. Después de reírse, añadió: «Probablemente no debería haber dicho eso, pero mi personal se ocupará de eso más tarde».
Anteriormente, Harris destacó que posee un arma de fuego por motivos de seguridad personal, pero que apoya la prohibición de lo que ha dicho que son «armas de asalto», refiriéndose a ciertos tipos de rifles semiautomáticos.
Ese tipo de armas de fuego, dijo a Winfrey, fueron «literalmente diseñadas para ser una herramienta de guerra» y «no tienen cabida en las calles de una sociedad civil».
«Creo que durante demasiado tiempo, en el tema de la violencia armada, algunas personas han estado presionando con la falsa opción de decir que o estás a favor de la Segunda Enmienda o quieres quitarle las armas a todo el mundo. Yo estoy a favor de la Segunda Enmienda, y estoy a favor de la prohibición de las armas de asalto, la comprobación universal de antecedentes, las leyes de bandera roja», dijo Harris, lo que llevó a Winfrey a preguntarle sobre la posesión de un arma.
En sus comentarios a Winfrey, Harris no se explayó específicamente sobre qué tipos de armas querría ver prohibidas. En comentarios públicos en 2019, Harris aludió a la Prohibición Federal de Armas de Asalto de 1994 durante una entrevista en su primera campaña presidencial.
Esa prohibición, que expiró en 2004, prohibía a los estadounidenses poseer ciertos tipos de armas de fuego semiautomáticas y cargadores con una serie de exenciones. La prohibición incluía el término «arma de asalto semiautomática», que desde entonces se ha acortado a «arma de asalto», que engloba una serie de rifles semiautomáticos, pistolas y determinadas escopetas.
En una entrevista con Craig Melvin en 2019, Harris dijo que apoyaba un «programa obligatorio de recompra» para ciertos tipos de armas. Ella le dijo a Winfrey el jueves que ya no apoya tal programa.
Harris ha dicho previamente en eventos públicos que apoya las leyes de «bandera roja», que pueden permitir a un juez retirar temporalmente un arma a un individuo que el juez considere peligroso, y mejorar los controles de antecedentes de los compradores de armas.
Harris, ex fiscal del distrito de San Francisco y ex fiscal general de California, dijo a los periodistas en 2019 que posee un arma. «Soy dueña de un arma, y tengo un arma probablemente por la razón por la que mucha gente lo hace: por seguridad personal», dijo. «Fui fiscal de profesión».
Los grupos pro-armas, incluida la Asociación Nacional del Rifle (NRA), se han opuesto a las políticas de Harris en torno a las armas de fuego. A principios de esta semana, la NRA sugirió que los comentarios públicos de Harris durante la temporada de campaña no son indicativos de cómo implementaría sus políticas si es elegida, a menudo centrándose en sus comentarios de 2019 sobre los programas obligatorios de recompra de armas.
«Con una larga historia de apoyo a la confiscación de armas, y una falta de voluntad por parte de Harris y sus sustitutos para renunciar a impulsar la confiscación si gana la Casa Blanca, está claro que Harris todavía apoya la confiscación de armas y es una amenaza para los derechos de todos los propietarios de armas respetuosos de la ley», dijo la NRA.
Mientras tanto, una serie de grupos que apoyan leyes de armas más estrictas, incluyendo Everytown for Gun Safety, apoyaron públicamente a Harris para la presidencia después de que ella declarara su candidatura a principios de este verano.
«A lo largo de su carrera en el servicio público, la vicepresidenta Harris ha sido una fuerza poderosa en la lucha por nuestras libertades, incluida la libertad de vivir libres de la amenaza de la violencia armada», dijo Angela Ferrell-Zabala, directora ejecutiva de Moms Demand Action, en un comunicado de prensa de Everytown.
El expresidente Donald Trump, quien ha enfrentado dos intentos de asesinato en los últimos dos meses, ha dicho a menudo que nombrará jueces federales que se opongan a nuevos límites a las armas de fuego si es elegido en noviembre.
«Veremos una continuación del apoyo y la defensa de la Segunda Enmienda, y realmente donde eso entra en juego es, ya sabes, el poder judicial», dijo Chris LaCivita, asesor principal de Trump, en un evento organizado por el grupo de derechos de armas U.S. Concealed Carry Association en julio.
Y en febrero, Trump dijo en un acto de la NRA que «nadie pondrá un dedo sobre sus armas de fuego» y prometió hacer retroceder las normas sobre armas de la era Biden si volvía a ocupar la Casa Blanca.
Con información de Reuters.
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