La vicepresidente Kamala Harris dijo el lunes que espera y “requeriría” que las empresas de redes sociales trabajen con la administración Biden para prevenir la llamada información errónea y desinformación, y para “proteger la democracia”.
Durante una entrevista con NPR que se emitió el lunes, se le preguntó a Harris qué pensaba sobre los cambios realizados en Twitter desde que Elon Musk se hizo cargo de la plataforma.
“Pienso en este tema de manera un poco diferente, que es mi profunda y honda preocupación sobre cómo la información errónea y la desinformación se han infiltrado en los flujos de información en nuestro país”, dijo Harris.
La vicepresidente señaló sus cuatro años como miembro del Comité de Inteligencia del Senado, durante los cuales participó activamente en la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Harris dijo que los informes sobre el asunto, tanto clasificados como públicos, mostraban que había una “gran cantidad de desinformación intencional e información errónea dirigida a datos demográficos específicos para aprovechar lo que podrían ser disparidades y escepticismo preexistentes sobre el papel y la importancia del gobierno”.
Agregó que supuestamente esto se hizo para debilitar la democracia estadounidense.
Las Big Tech deben “cooperar” con el gobierno
“Cuando veo cómo se usan las redes sociales de esa manera, me causa un nivel de preocupación muy profundo”, dijo Harris. “Entonces, lo que diría sobre cualquier sitio de redes sociales es esto: Espero y requeriría que los líderes en ese sector cooperen y trabajen con nosotros que estamos preocupados por la seguridad nacional, preocupados por defender y proteger nuestra democracia, para hacer todo en su poder para garantizar que no se permita o se pase por alto ninguna manipulación que se haga con la intención de poner patas arriba la seguridad de nuestra democracia y nuestra nación”.
Los comentarios de la vicepresidente se producen tras informes de colusión del gobierno federal con las Big Tech para censurar a los usuarios. Los funcionarios de la Casa Blanca han negado las afirmaciones de que la administración se confabuló con las empresas de redes sociales para censurar la libertad de expresión sobre múltiples temas, incluido el COVID-19.
El representante Jim Jordan (R-Ohio) escribió el 14 de diciembre a cinco Big Tech (Apple, Amazon, Alphabet, Meta y Microsoft) exigiéndoles documentos relativos a sus supuestas prácticas de censura y a la «naturaleza y el alcance de la connivencia de sus empresas con la Administración Biden”.
“Las Big Tech van tras los conservadores y están cada vez más dispuestas a socavar los valores de la Primera Enmienda al cumplir con las directivas de la Administración Biden que suprimen la libertad de expresión en Internet”, escribió Jordan.
«Este planteamiento socava principios estadounidenses fundamentales y permite a poderosos agentes gubernamentales silenciar a los oponentes políticos y reprimir los puntos de vista contrarios. La información públicamente disponible sugiere que el tratamiento que sus empresas dan a determinados oradores y contenidos puede derivarse de directivas u orientaciones gubernamentales diseñadas para suprimir las opiniones discrepantes”, agregó.
Dorsey dice que el gobierno busca controlar la conversación pública
Esa carta llegó cuando el CEO de Twitter, Elon Musk, acudió a la plataforma en las últimas semanas para revelar los llamados «Expedientes de Twitter», que detallan cómo la plataforma censuró los tweets de los comentaristas conservadores y cómo los empleados trabajaron para suprimir un artículo del New York Post sobre la computadora portátil de Hunter Biden antes de las elecciones de 2020.
Tras la publicación de los expedientes, el exdirector ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, escribió en una publicación de blog que las redes sociales deben “ser resistentes al control corporativo y gubernamental”.
Dorsey agregó que los gobiernos buscan controlar y dar forma a la conversación pública y utilizarán “todos los métodos a su disposición” para hacerlo, lo que, según el empresario, incluye a los medios.
“Es fundamental que la gente tenga herramientas para resistir esto, y que esas herramientas sean, en última instancia, propiedad de la gente. Permitir que un gobierno o unas pocas corporaciones sean dueños de la conversación pública es un camino hacia el control centralizado”, agregó Dorsey.
Bryan Jung contribuyó a este artículo.
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