La Universidad de Harvard declaró el martes que se abstendrá de tomar postura en asuntos que no estén relacionados con «la función principal» de la universidad, en medio de las protestas por la actual guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
Esto surge luego que los dirigentes de la universidad aceptaran el informe de un comité de la facultad, que establece que no deben «emitir declaraciones oficiales sobre asuntos públicos que no afecten directamente a la función central de la universidad», según una declaración del 28 de mayo.
El comité, denominado Grupo de Trabajo de la Voz Institucional, afirmó en un informe de tres páginas que «la integridad y credibilidad de la institución se ven comprometidas cuando la universidad se pronuncia oficialmente sobre asuntos ajenos a su ámbito institucional de competencia».
«Esas presiones, procedentes de dentro y fuera de la universidad, distraerán la energía y la atención del propósito esencial de la universidad», se lee en el informe.
«La universidad no es un gobierno, encargado de abordar toda la gama de cuestiones de política exterior e interior, y sus líderes no son, ni deben ser, seleccionados por sus creencias políticas personales».
El informe afirma que Harvard «corre el riesgo de parecer que se preocupa más por unos lugares y acontecimientos que por otros» al emitir «declaraciones oficiales de empatía» sobre cuestiones nacionales y mundiales.
«Dado que pocos acontecimientos mundiales, por no decir ninguno, pueden aislarse por completo de puntos de vista opuestos, emitir declaraciones oficiales de empatía conlleva el riesgo de alienar a algunos miembros de la comunidad al expresar una solidaridad implícita con otros», se lee en el documento.
«Además, las calmantes declaraciones oficiales pueden causar más angustia a los mismos grupos a los que pretenden reconfortar», añade a continuación. «Cuando aumente la presión sobre la universidad para que haga una declaración oficial, como ocurrirá a veces, la universidad debería remitirse públicamente a su directriz».
Harvard dijo que aceptaba las recomendaciones del comité, pero añadió que «el proceso para traducir estos principios en prácticas concretas requerirá, por supuesto, tiempo y experiencia, y esperamos con interés el trabajo que tenemos por delante».
La universidad se ha enfrentado a críticas desde que más de 30 de sus grupos de estudiantes firmaron una carta en la que culpaban a Israel de ser «totalmente responsable» del ataque del 7 de octubre de 2023, cuando terroristas de Hamás lanzaron un ataque sorpresa contra Israel en el que murieron más de 1200 civiles.
La presidenta de Harvard, Claudine Gay, dimitió en enero tras las críticas recibidas por su testimonio ante el Congreso, en el que se negó a afirmar que pedir el genocidio de los judíos constituía acoso.
Cuando la representante Elise Stefanik (R-N.Y.), presidenta del Partido Republicano de la Cámara de Representantes, le preguntó durante la audiencia del año pasado si pedir el genocidio de los judíos era intimidación o acoso, Gay se negó.
«Puede serlo, dependiendo del contexto», dijo la Sra. Gay. «La retórica antisemita, cuando se convierte en conducta, que equivale a acoso, hostigamiento, intimidación, es una conducta punible, y tomamos medidas».
La Sra. Gay emitió posteriormente un comunicado disculpándose por sus respuestas. A pesar de su dimisión como presidenta de la universidad, Gay seguirá siendo miembro del profesorado de Harvard. Su mandato fue de poco más de seis meses, el más breve en los 387 años de historia de la universidad.
Con la contribución de Jackson Richman, Bill Pan y Aaron Pan.
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