Hasta 3000 menores no acompañados que entraron ilegalmente a Estados Unidos serán albergados temporalmente en un centro de convenciones en el centro de Dallas, en momentos en que Estados Unidos se esfuerza por albergar la afluencia de estos menores que llegan a la frontera del país con México, dijeron el lunes las autoridades de la ciudad.
Durante un máximo de tres meses, los chicos de 15 a 17 años que cruzaron ilegalmente la frontera sur sin un adulto serán alojados por las agencias federales en una sala de exposiciones en el Centro de Convenciones Kay Bailey Hutchinson de Dallas a partir de esta semana.
Según un memorando obtenido por The Associated Press y distribuido entre los miembros del Ayuntamiento de Dallas, la instalación fue descrita como un «centro de descompresión».
La noticia surge cuando la afluencia de inmigrantes ilegales, entre ellos muchos menores, en la frontera entre México y Estados Unidos alcanzó nuevos máximos desde la última crisis de 2019. En la medida en que el presidente Joe Biden comienza a implementar su plan, con el que hizo campaña, para hacer retroceder las normas y políticas migratorias destinadas a frenar el flujo de inmigración ilegal de la era Trump, el número de cruces ilegales se está disparando.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó la semana pasada que el número de menores no acompañados en custodia a lo largo de la frontera sur era en esos momentos más de 3250, más del triple que hace tres semanas. De esos niños, más de 1360 permanecían en las celdas de retención más de los tres días permitidos por la ley.
El viernes, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) se puso en contacto con Dallas para utilizar el Centro de Convenciones Kay Bailey Hutchinson, con el objetivo de alojar a los jóvenes no acompañados, indica un correo electrónico enviado el lunes por Rocky Vaz, director de gestión de emergencias de la ciudad, según The Dallas Morning News.
Los funcionarios del gobierno confirmaron al día siguiente que deseaban alquilar un espacio en el centro.
«Estamos ultimando el contrato y preparando las instalaciones para su uso y queríamos compartirlo con ustedes», dijo Vaz en su correo electrónico, señalando que todos los costes serían pagados por los contribuyentes a través de FEMA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
T.C. Broadnax, administrador de la ciudad de Dallas, dijo a The Epoch Times en un comunicado que la ciudad «hará todo lo posible para apoyar este esfuerzo humanitario».
«Estamos comprometidos a trabajar con nuestros socios federales para acomodar la solicitud de utilizar nuestras instalaciones», dijo Broadnax.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo el lunes en un comunicado que las «imprudentes políticas de puertas abiertas del gobierno de Biden crearon una crisis humanitaria para los menores no acompañados que entran a través de la frontera» y que «sus políticas están arriesgando la salud y la seguridad de los texanos y poniendo a los niños en riesgo de los cárteles y los traficantes de personas».
Biden rechazó las sugerencias de que la situación en la frontera está llegando a un punto de crisis y aún no ha anunciado ningún plan concreto para hacer frente al creciente número de cruces ilegales. Cuando un periodista le preguntó la semana pasada si hay una crisis en la frontera, Biden respondió que «No, nosotros podremos manejar esto».
Sin embargo, el gobierno de Biden reconoció el lunes que el reciente aumento de inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera es «un gran problema». La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo durante una rueda de prensa diaria que el gobierno está evaluando la posibilidad de añadir instalaciones adicionales para los niños no acompañados.
Psaki defendió la afluencia, diciendo que la política del gobierno de Biden de aceptar a los menores no acompañados se introdujo para dar prioridad a la «humanidad».
El gobierno está «trabajando en la puesta en marcha de políticas que puedan abordar lo que estamos viendo», como el aumento del número de instalaciones de Salud y Servicios Humanos para que los menores no acompañados sean trasladados después de ser detenidos en la frontera sur, añadió.
También está trabajando para aumentar de forma «segura» el número de niños que pueden ocupar las instalaciones actuales de acuerdo con las directrices de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, dijo Psaki.
Con información de Zachary Stieber y Janita Kan.
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