Las autoridades federales de inmigración revelaron que más de 425,000 inmigrantes ilegales condenados por delitos, incluidos más de 13,000 condenados por homicidio, se encuentran en libertad actualmente en los Estados Unidos.
Los datos fueron revelados en una carta del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés) del 25 de septiembre, dirigida al representante Tony Gonzales (R-Texas), quien emitió un comunicado calificando el hecho como «más allá de inquietante».
«La verdad es clara: los inmigrantes ilegales con antecedentes penales están entrando a nuestro país», dijo Gonzales. «Los datos publicados por el ICE son más que inquietantes, y deberían ser un llamado de atención para la administración Biden-Harris y las ciudades de todo el país que se esconden detrás de las políticas de santuario».
La carta, enviada a Gonzales por el subdirector del ICE, Patrick Lechleitner, confirma que, al 21 de julio, había 662,566 inmigrantes ilegales con antecedentes penales en el registro nacional de la agencia. De ellos, 435,719 han sido condenados por delitos, mientras que otros 226,847 enfrentan cargos penales pendientes.
Del total de delincuentes condenados, 425,431 no están detenidos actualmente, lo que significa que permanecen en Estados Unidos bajo la supervisión del ICE pero no están bajo custodia.
Entre las cerca de 425,000 personas que aparecen en la lista de «no detenidos» del ICE, hay 13,099 condenados por homicidio, mientras que otros 1845 afrontan cargos de homicidio.
La publicación de los datos generó fuertes reacciones políticas. El expresidente Donald Trump acudió a las redes sociales para arremeter contra la vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia, por lo que describió como una afluencia «no verificada ni controlada» de criminales peligrosos.
«¿Pueden imaginar que Kamala se levantó ayer y trató de fingir que hizo un buen trabajo en la FRONTERA, cuando ni siquiera fue allí, e hizo imposible que los grandes hombres y mujeres de la Patrulla Fronteriza hicieran correctamente su trabajo?», escribió Trump en un posteo en Truth Social. «Ella dejó entrar a 14,000 ‘ASESINOS»’ CON FRIALDAD DE PIEDRA. LOS SACARÉ, ¡¡¡Y RÁPIDO!!!».
De ser elegido en noviembre, Trump ha prometido restaurar las políticas fronterizas que estuvieron en vigor bajo su administración, terminar de construir el muro a lo largo de la frontera sur, «llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos» y aumentar las condenas por cruzar ilegalmente la frontera, entre otras propuestas.
Harris, a quien Biden encargó abordar el problema de la inmigración ilegal en Estados Unidos, ha sido objeto frecuente de críticas por su gestión de la crisis fronteriza. El 27 de septiembre visitó Douglas, Arizona, y pronunció un discurso en el que pidió políticas de asilo más estrictas.
«Aquellos que crucen nuestras fronteras ilegalmente serán detenidos y expulsados y se les prohibirá volver a entrar durante cinco años. Aplicaremos cargos penales más severos contra los infractores reincidentes, y si alguien no presenta una solicitud de asilo en un punto de entrada legal y en lugar de eso cruza nuestra frontera ilegalmente, se le prohibirá recibir asilo», dijo Harris, prometiendo aplicar esta política si es elegida.
El historial de la actual administración en materia de inmigración, que incluye más de 8 millones de personas que han llegado a lo largo de la frontera suroeste con México solo desde enero de 2021, ha sido un punto focal para los críticos, incluidos Trump y otros republicanos que están en campaña este año.
El gobierno de Biden ha defendido sus políticas fronterizas, argumentando que equilibran la necesidad de ofrecer un trato humano a quienes cruzan ilegalmente la frontera con la aplicación de las leyes de inmigración.
El 4 de junio, Biden firmó una proclamación para suspender las solicitudes de asilo de inmigrantes ilegales cuando la cifra de personas que cruzan la frontera ascienda a 5000 al día. Sin embargo, también canceló muchas de las políticas de inmigración de Trump en su primer día en el cargo, incluida una que obligaba a los solicitantes de asilo a permanecer en México hasta recibir una cita en el tribunal de inmigración de Estados Unidos.
Con información de Allan Stein y Jacob Burg.
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