Las grabaciones de audio de la entrevista del presidente Joe Biden con un abogado especial difieren de las transcripciones de la entrevista, pero las diferencias son intrascendentes, dijo el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, por sus siglas en inglés) en una nueva presentación judicial.
«Las transcripciones de la entrevista son transcripciones exactas de las palabras de la entrevista contenidas en la grabación de audio, excepto en casos menores, como el uso de palabras de relleno (como ‘um’ o ‘uh’) al hablar que no siempre se reflejan en las transcripciones, o cuando se pueden haber repetido palabras al hablar (como ‘yo, yo’ o ‘y, y’) pero a veces solo figuraba una única vez en las transcripciones», dijo Bradley Weinsheimer, funcionario del DOJ, en el documento obtenido por The Epoch Times.
«Aparte de estas extremadamente pequeñas diferencias, según mi revisión simultánea de las transcripciones mientras escuchaba la grabación de audio, las transcripciones recogen con precisión las palabras pronunciadas durante la entrevista en la grabación de audio, sin diferencias materiales entre la grabación de audio y las transcripciones», añadió el Sr. Weinsheimer.
La declaración se hizo en apoyo de la petición del Departamento de Justicia de desestimar una demanda judicial presentada contra el gobierno por su negativa a divulgar las grabaciones de la entrevista del presidente Biden con el abogado especial Robert Hur.
Varios grupos, entre ellos Judicial Watch, y medios de comunicación demandaron al gobierno por la negativa y vieron sus casos consolidados. El asunto está siendo examinado en una corte federal de Washington.
El gobierno de Biden se ha visto obligado «a admitir lo que todo el mundo sospechaba: que la transcripción no es exacta y que se modificó para ayudar a Biden», declaró en un comunicado Tom Fitton, presidente de Judicial Watch. «No hay nada ordinario en esto, y los problemas de inexactitud de la transcripción parecen ayudar a las necesidades de la campaña política de Biden».
Los funcionarios señalaron cómo han hecho públicas las transcripciones de la entrevista, que tuvo lugar a lo largo de dos días en octubre de 2023, y cómo el Sr. Hur describió su investigación sobre el manejo de documentos clasificados por parte del presidente Biden en un informe de 345 páginas.
«Como resultado, cualquier aumento marginal en la comprensión pública de cómo el abogado especial Hur llevó a cabo su investigación (el único interés público reconocible aquí) es insuficiente para superar los importantes intereses de privacidad en juego», dijeron Brian Boynton, ayudante del fiscal general adjunto del DOJ, y otros dos funcionarios del DOJ en otra presentación en apoyo de una petición de juicio sumario.
Añadieron después que las transcripciones son «palabra por palabra».
Preocupación por el «Deepfake»
Los funcionarios del gobierno, además de reiterar su preocupación por el hecho de que la divulgación de las grabaciones podría hacer que las personas no acusadas tuvieran menos probabilidades de hablar con las fuerzas policiales en el futuro, también dijeron que las grabaciones podrían ser alteradas si se hicieran públicas.
«Si se hiciera pública la grabación de la entrevista del presidente Biden, existe un riesgo sustancial de que agentes malintencionados pudieran alterar la grabación para (por ejemplo) insertar palabras que el presidente Biden no dijo o suprimir palabras que sí dijo», dijo el Sr. Weinsheimer.
Ese problema «se ha agravado sustancialmente en los últimos años, dado que ahora existe una tecnología ampliamente disponible que puede utilizarse para crear ‘deepfakes’ de audio totalmente diferentes basados en una grabación», dijo.
Aunque ya existen muchas grabaciones de audio y video del presidente Biden en Internet, la publicación de estas grabaciones de audio «haría mucho más probable que actores malintencionados pudieran hacer pasar una deepfake por la grabación auténtica», alegó más adelante.
Si las grabaciones se guardan, el DOJ podría averiguar mejor si el audio que circula es un deepfake, dijeron los funcionarios.
Los grupos que presentaron la demanda aún no han respondido formalmente a los archivos.
Los legisladores también buscan las grabaciones, afirmando anteriormente que los archivos son «materialmente diferentes de las transcripciones, ofreciendo un medio único e inestimable de información que capta el tono vocal, el ritmo, las inflexiones, el matiz verbal y otras idiosincrasias». Dicen que las grabaciones son necesarias mientras investigan al presidente Biden por posible conducta indebida relacionada con los negocios de su familia mientras era vicepresidente.
El fiscal general Merrick Garland y el Departamento de Justicia también rechazaron esa petición, lo que dio lugar a un intento de declarar al Sr. Garland, nombrado por el presidente, en desacato.
En mayo, dos grupos de la Cámara de Representantes de EE. UU. impulsaron la iniciativa, pero el pleno de la Cámara aún no ha votado la medida.
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