Un conductor chino de un camión cisterna de combustible describió su experiencia en el reparto de combustible en Xinjiang como una «dificultad permanente». Prometió: «A pesar de todo, no volveré a ir a Xinjiang».
Lu Ming (seudónimo) es un camionero de Shandong, provincia costera del este de China. En una reciente entrevista con Epoch Times, relató su viaje a una base militar de Xinjiang.
«Cuando entras en Xinjiang, hay puestos de control en cada esquina. Hay policías armados en cada escuela, unidad gubernamental y puerta». dijo Lu.
Describió que todas las gasolineras están rodeadas por una valla de alambre de puas, como si fuera una prisión, y la gente tiene que pasar su tarjeta de identificación para comprar gasolina.
En la región noroccidental de Xinjiang, el régimen comunista chino ha implementado un amplio sistema de represión y vigilancia dirigido a los habitantes de etnia turca musulmana de la región, en lo que Estados Unidos y otros países occidentales han calificado de genocidio.
Más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas han sido detenidos en una red de campos de reclusión, mientras que los que se encuentran fuera de los campos están sometidos a una vigilancia casi total llevada a cabo a través de una serie de puestos de control, cámaras de circuito cerrado y vigilancia policial.
Tensión bajo el estricto control en Xinjiang
A mediados de junio, Lu salió de Shandong con un tanque de diesel en dirección a Xinjiang.
Mientras tanto, su teléfono móvil ya había sido rastreado y marcado con un asterisco por los funcionarios chinos debido a su anterior viaje a Wenzhou, donde el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, surgió después de su partida. El asterisco tarda 14 días en ser cancelado.
Beijing adoptó el sistema de big data «código de itinerario» como medida para contener el virus del PCCh. El asterisco indica que hay zonas de riesgo medio o alto en la ciudad que el propietario del móvil ha visitado en los últimos 14 días, pero no significa que el propietario haya visitado realmente las zonas de riesgo medio y alto.
Por lo tanto, esta marca lo siguió hasta Xinjiang.
De camino a Yecheng (frontera con Pakistán e India), al suroeste de Xinjiang, la policía lo siguió todo el camino.
Explicó que, tras entrar en Xinjiang, la policía selló la puerta de su camión. No se le permitió salir del camión, ni comer, ni beber. Cuando llegaba al siguiente condado, la policía entregaba todos los documentos a los agentes de allí. «Tuve que pasar por el control de identidad, el escaneo del código QR, etc., en cada puesto de control (…) Me llevaron de un condado a otro», dijo Lu.
«Había que ir al baño de alguna manera, ¿no? Pero te tienes que aguantar. Cuando ya no pude aguantar más, le toqué el claxon al coche de policía que me seguía. Cuando nos dirigíamos al área de servicio, quitaba el sello de la puerta. Lo volvían a sellar cuando terminabas». dijo Lu.
Al entrar en la frontera del condado de Yecheng, tuvo que ir al área de servicio de Yecheng y hacerse otra prueba de ácido nucleico.
Lu dijo: «Ningún otro vehículo puede acercarse a mi camión. Una persona en particular me hizo la prueba de ácido nucleico (…) Tuve que conducir hasta el estacionamiento del área de servicio y pasar una noche allí. No se me permitió salir hasta que el resultado de la prueba salió al día siguiente».
Tras la prueba, Lu tuvo que pasar una cuarentena de siete días, en el camión, antes de continuar su viaje.
Lu volvió a ser escoltado durante todo el trayecto hasta salir de la zona. Una vez que entró en la zona montañosa, finalmente lo dejaron solo para el resto del viaje de 250 millas.
Lu dijo que entregaba el diesel en el lugar donde tuvo lugar el conflicto fronterizo entre China e India, y que las tropas estacionadas allí están listas para establecer una base militar.
La zona militar estaba fuertemente vigilada por policías y soldados.
«Uno o dos kilómetros más adelante del depósito de combustible están cubiertos de campos de minas». dijo Lu.
Le dijeron que no se preocupara por descargar, y le advirtieron que no tomara fotos ni videos.
Después de descargar el combustible, era 1 de julio y el régimen celebraba el centenario del Partido Comunista. Xinjiang no permitía que los vehículos de mercancías peligrosas salieran de la región. Lu fue puesto en cuarentena en la zona montañosa durante tres días.
Lu dijo que, además de los dos días que perdió antes y tras la cuarentena en Yecheng, «estuve en cuarentena un total de 12 días».
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