Hay que tener cuidado con la crisis de apaciguamiento de China que se avecina en los EE. UU.

Por Cheng Xiaonong
31 de marzo de 2021 10:20 PM Actualizado: 31 de marzo de 2021 10:20 PM

Opinión

Desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) inició la nueva guerra fría sino-estadounidense en la primera mitad de 2020, el ejército estadounidense ha reconocido la gravedad del problema. Aceleró su armamento y emitió una serie de informes públicos sobre las amenazas militares del PCCh.

Sin embargo, cuando el ejército estadounidense intentó compensar la falta de seguridad nacional, se encontró con una fuerza creciente de apaciguamiento de China en casa. Para que Estados Unidos gane esta nueva guerra fría sino-estadounidense, primero debe derrotar esas voces de apaciguamiento.

Políticas de apaciguamiento: pasado y presente

En este contexto, la definición de apaciguamiento es hacer concesiones políticas y económicas hacia la estrategia expansionista de un régimen totalitario para lograr una paz temporal.

El ex primer ministro británico Neville Chamberlain es conocido por su política de apaciguamiento exterior hacia Alemania.

Chamberlain firmó el Acuerdo de Munich con la Alemania nazi en 1938, que cedió los Sudetes de Checoslovaquia a Alemania. El 30 de septiembre de ese año, regresó a Londres desde Munich y anunció triunfalmente al público que había asegurado «la paz para nuestro tiempo». Sin embargo, su llamada «paz» solo duró medio año. La Alemania nazi anexó Checoslovaquia en marzo del año siguiente e invadió Polonia en septiembre. Como resultado, Gran Bretaña tuvo que declarar la guerra a Alemania.

En ese momento, algunos medios británicos apoyaron la política de apaciguamiento de Chamberlain. Por ejemplo, Norman Ebbutt, periodista de The Times of London, destacado en Berlín en ese momento, advirtió sobre el belicismo nazi. Pero el editor de The Times suprimió sus artículos. Además, los resultados de una encuesta de Gallup de 1938–el cual mostraba que el 86 por ciento del público en Gran Bretaña creía que Adolf Hitler estaba mintiendo sobre sus futuras ambiciones territoriales–fueron censurados del News Chronicle a último minuto por el editor, quien era leal a Chamberlain. Además, el propio Chamberlain manipuló directamente a la BBC para hacer alarde de su política de apaciguamiento y prohibió a la BBC criticar a Hitler y al dictador italiano Benito Mussolini.

Más tarde, los historiadores británicos criticaron el completo fracaso del Acuerdo de Munich de Chamberlain, el cual impidió que Gran Bretaña hiciera los preparativos completos para la Segunda Guerra Mundial en los campos de batalla europeos.

Misiles chinos en camiones durante un desfile militar en Beijing el 3 de septiembre de 2019. (Kevin Frayer/Getty Images)

Hoy, el régimen totalitario del PCCh persigue su objetivo de dominación mundial y hegemonía internacional y se ha embarcado en un camino que amenaza la paz mundial. Mientras tanto, ha surgido una nueva era de apaciguamiento de China en los Estados Unidos y en todo el mundo.

Una vez que comenzó la nueva guerra fría sino-estadounidense el año pasado, muchos políticos estadounidenses, bajo la influencia de la corrección política, deliberadamente hicieron la vista gorda ante el hecho de que el PCCh amenaza militarmente a Estados Unidos. Y el presidente Joe Biden incluso atenuó la definición de la relación del PCCh con Estados Unidos de enemigo estratégico a «competidor».

De hecho, muchas personas en todo el mundo han interpretado la dura postura de la administración Trump hacia el PCCh como la causa de esta nueva guerra fría, ignorando el hecho de que fueron las acciones del PCCh las que condujeron a la situación actual.

Amenazas militares y estrategia expansionista de Beijing

El PCCh lanzó de manera proactiva tres operaciones militares contra Estados Unidos en la primera mitad de 2020.

Primero, el régimen chino envió una flota naval a la base militar estadounidense en Midway Island para plantear provocaciones militares.

En segundo lugar, el PCCh anunció que controlaría todas las aguas internacionales del Mar de China Meridional y las utilizaría como una “fortaleza en aguas profundas” para submarinos nucleares estratégicos capaces de lanzar misiles contra Estados Unidos.

En tercer lugar, el PCCh anunció que su sistema de navegación por satélite Beidou está en pleno funcionamiento y permitiría apuntar con precisión las armas nucleares de China contra Estados Unidos.

Ahora que China es una gran potencia con una gran cantidad de armas nucleares, fueron las amenazas del PCCh las que realmente encendieron la guerra fría entre China y Estados Unidos.

En octubre de 2020, el PCCh revisó su Ley de Defensa Nacional, que justificaba ir a la guerra si los «intereses de desarrollo» de China se veían afectados, incluido el lanzamiento de una campaña nacional para movilizar a los ciudadanos chinos a participar tanto como fuera posible. Yo expliqué esta revisión con gran detalle en mi artículo, «La ambivalencia de la política de Biden en China«.

Además, el PCCh aprobó recientemente la “Ley de Policía Marítima”, declarando que se utilizarían grandes barcos de la policía marítima para hacer cumplir la ley en las aguas que el PCCh considera su territorio. Este es un acto de tomar el control por la fuerza de las aguas internacionales.

Estos movimientos audaces indican que el PCCh está implementando su estrategia expansionista extranjera paso a paso, y sus países vecinos, así como Estados Unidos, que busca proteger la región del Indo-Pacífico, enfrentan amenazas crecientes. Sin embargo, ante esta situación internacional, ha aparecido una actitud de apaciguamiento.

Propaganda actual de apaciguamiento

El 17 de marzo, la edición china de la BBC publicó un análisis de noticia titulado «Cumbre Estados Unidos-China en Alaska, ¿tendrán éxito los diplomáticos en romper el hielo?»

“Hay profundas diferencias entre China y Estados Unidos en temas como economía, comercio y derechos humanos. El año pasado, las relaciones bilaterales cayeron al punto más bajo en las más de cuatro décadas desde el establecimiento de relaciones diplomáticas”, dice el artículo.

¿El deterioro de la relación entre China y Estados Unidos se debe únicamente a cuestiones económicas, comerciales y de derechos humanos? China tiene un régimen totalitario y autocrático, y las violaciones de derechos humanos siempre han sido un gran problema desde que el PCCh asumió el poder. Los problemas económicos y comerciales entre Estados Unidos y China han existido durante más de una década.

Estos no son problemas nuevos en absoluto. Los expresidentes de Estados Unidos, con la excepción de Donald Trump, no se preocuparon ante una realidad tan dura. Ellos simplemente hicieron algunos comentarios y mantuvieron una relación de «luna de miel» con China. La verdadera razón por la que las relaciones entre Estados Unidos y China han caído a un punto bajo es que el PCCh inició la nueva guerra fría y amenazó descaradamente la seguridad nacional de Estados Unidos. Este es el estado actual de las relaciones sino-estadounidenses.

El 22 de marzo, The New York Times publicó un artículo en un tono similar, con el titular: «Eso fue rápido: Explosiones con China y Rusia en los primeros 60 días de Biden». El autor, David Sanger, ha trabajado para The New York Times durante 38 años, centrándose en las relaciones internacionales.

Sanger ha cubierto temas relacionados con la Casa Blanca y la seguridad nacional durante mucho tiempo. Ciertamente sabe cómo encontrar la información más reciente sobre la confrontación entre Estados Unidos y China en los sitios web del Departamento de Defensa de Estados Unidos y del Pentágono. Sin embargo, él ignoró por completo las repetidas advertencias del ejército de los EE. UU. con respecto a las amenazas militares del PCCh, diciendo: «Si bien la Guerra Fría no se ha reanudado, hay poca amenaza nuclear de esa época, y la competencia actual se centra en la tecnología, los conflictos cibernéticos y las operaciones de influencia: las escenas que se desarrollan ahora tienen ecos de los malos tiempos».

Si el PCCh realmente, como dice Sanger, solo está expandiendo su influencia internacional en términos de tecnología y conflictos cibernéticos, ¿por qué el régimen envió su flota a la base militar estadounidense en Midway Island en enero de 2020 y declaró claramente que sus ejercicios intimidatorios estaban destinados a para «apuntar la espada a Pearl Harbor?, ¿Y por qué el PCCh anunció en junio del año pasado que el sistema de satélites Beidou le permitiría lanzar un ataque preciso utilizando misiles nucleares en cualquier lugar de los Estados Unidos? ¿No es la amenaza de los misiles nucleares una amenaza nuclear? La amenaza de misiles nucleares de la Unión Soviética en su día no tenía una navegación precisa; su amenaza nuclear a los Estados Unidos era mucho menor que la amenaza nuclear que representa el PCCh actualmente.

Un cohete Long March 3B que lleva el satélite Beidou-3GEO3 despega desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Xichang en Xichang, provincia de Sichuan, suroeste de China, el 23 de junio de 2020. (STR/AFP a través de Getty Images)

Una de las razones por las que el PCCh no teme a Estados Unidos es que hay una gran cantidad de figuras influyentes, similar a la quinta columna, dentro del círculo de influencia del Partido Demócrata. Ellos intentan manipular la política estadounidense hacia China, restan importancia a la amenaza del PCCh en la seguridad nacional estadounidense y dan forma a las políticas estadounidenses de una manera que favorezca al PCCh.

Esta facción de la «corrección política» tiene buenos sentimientos hacia el marxismo, el Partido Comunista, y Mao Zedong. Entonces, naturalmente no les gusta cualquier acción que ataque o reprima al PCCh. Aunque esta facción difiere en sus objetivos y motivos del apaciguamiento bajo Chamberlain en Gran Bretaña, los efectos de sus acciones son muy similares.

El ejército de los EE. UU. hace preparativos para la guerra

Frente al expansionismo global del PCCh y las amenazas militares a los Estados Unidos, los líderes militares estadounidenses han testificado continuamente en el Congreso sobre la necesidad de preparativos de guerra y seguridad nacional en los últimos meses, y emitieron una serie de informes sobre las amenazas militares del PCCh a Estados Unidos y los preparativos del lado estadounidense.

La Marina de los EE. UU., el Departamento de Defensa y el Congreso han publicado una serie de informes como referencias para la formulación de políticas. Además del informe «El marco estratégico de EE. UU. para el Indo-Pacífico», que fue formulado en 2018 y publicado a fines de 2020 por la administración Trump, la Marina de los EE. UU. también publicó varios informes que generalmente son inaccesibles para el público y los países extranjeros. Un informe, titulado «Modernización naval de China: Implicaciones para las capacidades de la Marina de los EE. UU.–Antecedentes y problemas para el Congreso», se sometió a una revisión final el 27 de enero. Otro fue un plan de navegación de 10 años, titulado «Jefe de Operaciones Navales NAVPLAN”, que fue publicado por el jefe de operaciones navales de la Marina de los EE. UU. el 11 de enero. El informe nombró a China como la mayor amenaza para Estados Unidos y describió las acciones detalladas que la Marina de los Estados Unidos debe llevar a cabo para competir y ganar.

También hubo un informe de investigación naval para el público estadounidense, titulado «Ventaja en el mar: Prevaleciendo con el poder naval integrado en todos los dominios». El documento, completado en diciembre del año pasado, se centró en la discusión de la integración de la Armada, el Cuerpo de Marines, y la Guardia Costera de los Estados Unidos para «competir con, disuadir y, si es necesario, derrotar» al enemigo de los Estados Unidos.

En respuesta al informe de la Armada antes mencionado, el Servicio de Investigación del Congreso de EE. UU. también emitió un informe para los miembros del Congreso y los miembros de los Comités Militares y de Inteligencia el 28 de enero, titulado “Competencia estratégica entre EE. UU. y China en los mares del sur y este de China: Antecedentes y Temas para el Congreso». Esto no solo sirve como referencia para que el Congreso discuta sobre políticas y presupuestos de defensa, sino también para que el público estadounidense comprenda la situación actual de la confrontación marítima entre Estados Unidos y China.

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El 3 de febrero, el almirante Charles Richard, comandante del Comando Estratégico de EE. UU., publicó un artículo en la edición de febrero de la revista autorizada de la Armada de EE. UU., Proceedings, en el que pedía a los líderes militares de EE. UU. y al gobierno federal que mantuvieran bajo control la agresión de China y se enfrentaran a la «posibilidad real» de una guerra nuclear.

El almirante Richard advirtió que Rusia y China han «comenzado a desafiar agresivamente las normas internacionales» de «formas no vistas desde el apogeo de la Guerra Fría».

“Estos comportamientos son desestabilizadores y, si no se controlan, aumentan el riesgo de una gran crisis de poder o conflicto”, escribió.

El 2 de febrero, Kathleen Hicks, candidata a subsecretaria de Defensa de los Estados Unidos, declaró durante su audiencia de confirmación en el Senado: “Debemos modernizarnos para que la disuasión perdure y, si se me confirma, buscaría aumentar la velocidad y la escala de la innovación en nuestra fuerza».

Esta audiencia discutió el problema principal del presupuesto naval insuficiente, incluido el presupuesto insuficiente para el plan de construcción naval a largo plazo de la marina.

Esta es la primera vez en los más de 70 años posteriores a la Segunda Guerra Mundial que Estados Unidos ha emitido informes militares con tanta intensidad. Es una clara indicación de que la situación es urgente. Y todos estos informes apuntan al fortalecimiento militar del PCCh como una gran amenaza para Estados Unidos.

La disputa sobre el gasto militar de EE. UU.

Según un informe del Wall Street Journal del 24 de enero, el ejército estadounidense notó por primera vez la amenaza del ejército chino a Estados Unidos en 2018.

El Departamento de Defensa decidió centrar su atención en la «competencia de las grandes potencias», es decir, «un cambio importante en el gasto y los programas para contrarrestar a China y Rusia», señaló el informe.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, está considerando asignar fondos de acuerdo con este importante cambio. Por ejemplo, la Armada está buscando el desarrollo de barcos no tripulados, la Fuerza Aérea está trabajando en la modernización de los bombarderos B-52, y los Marines se están deshaciendo de sus tanques y, en cambio, están desarrollando la capacidad de operar desde las islas del Pacífico occidental para contrarrestar la flota de China, de acuerdo con el informe.

Los preparativos de guerra actuales en los Estados Unidos son mucho mejores que la situación antes del ataque a Pearl Harbor que provocó la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial; pero todavía hay algunas similitudes: inteligencia insuficiente y armamento insuficiente. El verdadero problema es un presupuesto militar insuficiente.

Bajo la administración de Obama, el gasto militar se redujo considerablemente, lo cual condujo al problema actual de un presupuesto de defensa insuficiente. Cuando el ejército de EE. UU. instó a la Casa Blanca, al Congreso y al público a que se apresuraran y se prepararan para la guerra en respuesta a la creciente amenaza del PCCh, un enemigo que Estados Unidos había descuidado durante mucho tiempo, la administración actual y el Congreso deberían haber cooperado.

Sin embargo, la facción de la corrección política en el poder ha ido en la dirección opuesta. Aunque no pueden negar la dura realidad de la amenaza militar del PCCh, su política de apaciguamiento se refleja en la forma en que evalúan y aprueban los presupuestos militares.

En los últimos meses, militares estadounidenses, desde la Armada, la Fuerza Aérea, hasta los generales de alto rango y generales retirados del Comando Estratégico, testificaron ante los comités militares de las dos cámaras del Congreso que la defensa militar de Estados Unidos es inadecuada en comparación con el fortalecimiento militar del PCCh, porque la administración Obama tenía una defensa significativamente insuficiente.

Sin embargo, Biden y algunos demócratas en el Congreso reaccionaron pasivamente a los fuertes llamamientos de los militares. La demanda de defensa nacional no parece caer en el ámbito de la corrección política. La administración Biden es muy generosa al pagar enormes cantidades de dinero a los inmigrantes ilegales. También es resuelto y generoso al aumentar los gastos diplomáticos y dar dinero a algunas organizaciones sin fines de lucro para que puedan alimentar a más partidarios demócratas. Pero la administración Biden y los demócratas en el Congreso planean recortar el gasto militar. El sitio web oficial de la Marina informó el 10 y el 16 de marzo que el primer presupuesto militar de la administración se reduciría en un 2,5 por ciento con respecto al año fiscal anterior. Debido a esta reducción, el Pentágono tuvo que considerar reducir la escala de la flota naval. Como resultado, Estados Unidos enfrentará la dificultad de contar con recursos militares inadecuados al tratar de cumplir con su compromiso de salvaguardar la región del Indo-Pacífico.

La revista Politico informó el 3 de marzo que el comandante del Comando Indo-Pacífico de EE. UU., Phil Davidson, pidió al Secretario de Defensa que presione al Congreso para que apruebe un presupuesto de casi USD 5000 millones en 2022 para contrarrestar la acumulación de China en la región, que incluye dinero para nuevos sistemas de defensa antimisiles. La solicitud de Davidson recibió “comentarios positivos” de los principales líderes del Pentágono, pero el presidente de los Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Adam Smith (D-Wash.), declaró que es escéptico sobre los importantes aumentos en los gastos de defensa. Vale la pena ver cuál es su motivo.

Por un lado, el PCCh ha aumentado los gastos militares en un 6,8 por ciento este año; por otro lado, Estados Unidos reducirá su gasto militar en un 2,5 por ciento este año. ¿No refleja esto una política de apaciguamiento? La facción de la corrección política no se atrevería a criticar explícitamente al ejército estadounidense, pero en sus acciones están repitiendo el Chamberlainismo. Para Estados Unidos, este es uno de los muchos peligros que enfrenta el país.

Cheng Xiaonong es un académico de la política y la economía de China con sede en Nueva Jersey. Cheng fue investigador de políticas y ayudante del exlíder del Partido Comunista Chino, Zhao Ziyang. También se desempeñó como editor en jefe de Modern China Studies.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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