Una congresista novata demócrata del estado de Washington advirtió que el gobierno de Biden no tiene «control operativo» de la frontera sur y pidió que se retomen las políticas de la era Trump para contrarrestar la crisis de inmigrantes ilegales.
«Ha sido uno de los errores fundamentales en torno a la inmigración, es debatir si una política de inmigración está o no, ya sabes, motivada por la hostilidad racial», dijo la congresista Marie Gluesenkamp Perez (D-Wash.) en una entrevista con NPR el 29 de abril.
«Mucha gente en comunidades rurales y de clase trabajadora como la mía, venimos de comunidades que han sido vaciadas por el fentanilo, y por eso estamos viendo a nuestros primos, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo sufrir sobredosis y morir, y estamos exigiendo el control operativo de la frontera sur».
«Eso no puede esperar a que llegue una política de inmigración perfecta».
Estados Unidos «no tiene el control operativo de la frontera sur… Biden necesita ejercer su autoridad existente bajo Permanecer en México y el Congreso necesita devolverle la autoridad presidencial de expulsión bajo el Título 42».
Permanecer en México fue una política introducida por la Administración Trump en 2019 que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México hasta que se fijaran sus fechas judiciales. Cuando el presidente Biden llegó al poder, inmediatamente puso fin a esta política.
Después de que más tarde los tribunales federales ordenaran al gobierno de Biden restablecer la política, la Corte Suprema dictaminó en junio de 2022 que el gobierno tenía derecho a poner fin a la permanencia en México. El gobierno de México también dijo que no estaba interesado en revivir la política.
Bajo la Administración Trump, el Título 42 permitía al gobierno federal negar el derecho a solicitar asilo y devolver a los inmigrantes ilegales en la frontera.
El presidente Biden mantuvo inicialmente la política, pero intentó ponerle fin en 2022. Una vez finalizada la declaración nacional de emergencia de salud pública por el COVID-19, la política fue abolida.
Cuando el presentador de NPR le dijo a la Sra. Perez que su política fronteriza se parecía a la de los republicanos, ella rechazó tales argumentos, afirmando que las preocupaciones sobre la frontera «no eran una cuestión partidista».
«No sé si eso es partidista. Quiero decir, creo que en el fondo es como una imagen más completa de lo que es el humanitarismo».
«Tenemos que escuchar a la gente de las comunidades rurales, obreras y comerciales sobre el impacto de una frontera insegura en nuestras comunidades, así que parte de esto es simplemente volver a la narrativa y decir que esto no es una cuestión partidista. Es una cuestión de comunidad», afirmó.
Los comentarios de Perez se producen cuando una encuesta reciente de Axios/The Harris Poll encontró que el 53% de los demócratas autodenominados admitieron que había una crisis real en la frontera en lugar de ser una narrativa de los medios de comunicación. También estaban de acuerdo con las políticas de la era Trump de estrictas regulaciones contra la inmigración ilegal.
El 42 por ciento apoyaba «implementar deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados». El 38 por ciento respaldó «implementar prohibiciones de viaje a personas de ciertos países».
Otro 35 por ciento quiere cerrar la frontera sur por completo, y el 30 por ciento apoyó «poner fin a la ciudadanía automática para los niños nacidos en EE. UU.».
Entre octubre de 2021 y marzo de 2024, bajo la Administración Biden, la patrulla fronteriza informó haber encontrado más de 7.9 millones de inmigrantes ilegales en la frontera terrestre del suroeste.
La semana pasada, la Sra. Perez y algunos de sus colegas demócratas en la Cámara —Jared Golden (D-Maine), Mary Peltola (D-Alaska), Vicente Gonzalez (D-Texas) y Don Davis (D-N.C.)— pidieron al presidente Biden y al Congreso que tomaran «medidas inmediatas» para reforzar la seguridad fronteriza.
«Nuestros intereses de seguridad nacional no se detienen en nuestras fronteras físicas. Por eso votamos a favor de enviar más armas a Ucrania para su lucha contra Rusia», dijeron en una declaración del 24 de abril. «No debemos olvidar la lección de Pearl Harbor: el apaciguamiento invita a la agresión contra nosotros. Como dijo el presidente Johnson la semana pasada, preferimos enviar ‘balas que chicos americanos'».
En enero, los senadores Tim Scott (R-S.C.) y Marsha Blackburn (R-Tenn.) presentaron la Ley de Creación de las Obstrucciones Necesarias para Abordar Rápidamente la Entrada Ilegal y Nefasta (CONTAINER, por sus siglas en inglés), que pretende facultar a los estados situados a lo largo de la frontera estadounidense para colocar barreras temporales en terrenos federales con el fin de proteger a los ciudadanos de la afluencia de extranjeros ilegales.
La Administración Biden ha agravado la crisis fronteriza «al intentar impedir el uso de medidas que aseguren nuestra frontera, como los contenedores marítimos y el alambre de púas», declaró Blackburn.
«Como Joe Biden se niega a hacerlo, está claro que el Congreso debe actuar para dar a los estados fronterizos la autoridad explícita para proteger sus comunidades y la soberanía de Estados Unidos».
El Artículo IV, Sección 4 de la Constitución de EE. UU. permite la protección de los estados contra la invasión, y el Artículo I, Sección 10 concede a los estados el derecho a defenderse. Sin embargo, según la legislación vigente, los estados no pueden colocar estructuras en terrenos federales a menos que obtengan la aprobación del gobierno federal.
La Ley CONTAINER otorga a los estados la autoridad para colocar temporalmente estructuras móviles y temporales en terrenos federales para asegurar sus fronteras sin ninguna autorización del gobierno federal.
Los estados podrán mantener dichas estructuras en terrenos federales durante un máximo de un año, sujeto a prórrogas de 90 días aprobadas por los secretarios de Agricultura e Interior.
«No debería sorprendernos que estados como Texas y Arizona, diezmados por la crisis de la inmigración ilegal, se hayan visto obligados a tomar cartas en el asunto», declaró Scott.
«Es deber del presidente Biden asegurar la frontera sur, y su incapacidad para hacer su trabajo ha puesto en riesgo la seguridad de todos los estadounidenses».
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