Terapeutas y consejeros afirman que la baja autoestima de Chet Hanks en la infancia es indicativa de problemas emocionales y psicológicos profundamente arraigados.
A pesar de ser hijo de las estrellas de cine de Hollywood Tom Hanks y Rita Wilson, ambos de 67 años, Chet Hanks contó a sus compañeros de reparto en el episodio del 23 de julio del programa de MTV Surreal Life: Villa de los Secretos de la MTV, que de niño se sentía inútil.
«La gente cree que por ser el hijo de Tom Hanks crecería sintiéndome el [improperio]», dijo Chet. «En realidad, crecí sintiéndome completamente inútil. La gente me trataba como diciendo: ‘Debes creer que eres mejor que yo’, cuando no era así».
Con éxitos de taquilla como «Philadelphia», «A League of Their Own» y «Forrest Gump», el padre de Chet es uno de los actores más conocidos de Hollywood, mientras que la madre de Chet, Rita Wilson, es conocida por papeles en la franquicia de «My Big Fat Greek Wedding» y en «It’s Complicated».
El set de «Surreal Life: Villa of Secrets» tiene lugar en una villa de Colombia donde se provoca a los miembros del reparto para que descubran su pasado y divulguen sus verdades más profundas.
«¿Qué piensa mi familia de que haga este programa? Me han desheredado», bromea Chet Hanks. «No, estoy bromeando».
En la escena, el actor de 33 años jugaba a las cartas con sus compañeros de reparto, entre los que se encontraban la personalidad televisiva Kim Zolciak Biermann, la modelo e influencer Josie Canseco y el rapero O.T. Genasis. Otros compañeros de reparto son la cantante ganadora del Teen Choice Award Ally Brooke, el patinador artístico Johnny Weir, el actor y músico Tyler Posey y la cantante ganadora del Grammy Macy Gray.
Aunque habló abiertamente de sus problemas infantiles ante las cámaras, Chet Hanks no llegó a implicar a sus padres.
El actor y músico dijo que fue «una batalla mental y emocional para mí poder salir a la calle, mirar a alguien a los ojos y decirle: ‘¿Qué tal? Soy Chet'».
A Gray le incomodaba oír hablar de problemas graves de la infancia y recondujo la conversación.
«Sea cual sea el trauma que pueda haber ocurrido a puerta cerrada, puedes asumir automáticamente que hay mucha presión en torno a ser el hijo de alguien como Tom Hanks», dijo a The Epoch Times Nicholas Mathews, fundador de Stillwater Behavioral Health.
Stillwater Behavioral Health es un centro de tratamiento psiquiátrico y de farmacodependencia para pacientes internos de California.
En lugar de a sus padres, Chet Hanks culpaba a sus compañeros y a los extraños que le rodeaban y que complicaban las cosas.
«Si entras por la puerta y dices: ‘Aquí estoy, madre [improperio]’, entonces es como: ‘Oh, mira qué arrogante hijo de [improperio]'», dijo Chet Hanks. «Interioricé toda esa negatividad. Quizá no valgo [improperio] nada, ¿sabes lo que digo?».
El escrutinio constante y los comentarios negativos de extraños pueden haber influido significativamente en su infancia, pero la terapeuta matrimonial y familiar licenciada Sandra Kushnir dijo que la fuente principal del sentido de autoestima de un niño suele provenir de la familia inmediata y las relaciones cercanas.
«El impacto de los extraños es a menudo un factor secundario que exacerba las inseguridades existentes», dijo Kushnir a The Epoch Times. «Aunque tener unos padres de éxito en Hollywood puede contribuir al sentimiento de inutilidad, a menudo hay en juego problemas familiares subyacentes».
Crecer ante la mirada constante del público significa que los hijos de las estrellas de Hollywood no pueden cometer errores sin correr el riesgo de ser publicitados.
Por ejemplo, se sabe que Chet Hanks tuvo problemas de adicción.
«El control de los impulsos es uno de sus mayores problemas», declaró Mathews a The Epoch Times. «Hacía cosas sin pensar en las consecuencias y jugándosela».
Aunque al parecer lleva dos años viviendo sobrio, Chet Hanks admitió anteriormente que consumió cocaína hasta que sus famosos padres organizaron una intervención en 2008, cuando estaba en el instituto.
La terapeuta matrimonial y familiar licenciada y autora Jeanie Chang identificó en parte los sentimientos de inutilidad de Chet como el «síndrome del impostor».
«Quizá cuando Chet se sentía más vulnerable, no era escuchado o no lo tenían en cuenta y quizá era subestimado», dijo Chang a The Epoch Times. «Todo el mundo quiere sentirse validado. Además, quizá la gente le señalaba lo afortunado que era, pero él nunca tuvo la oportunidad de explorar quién es sin sus famosos padres o fuera de Hollywood».
Mathews aconseja a las personas preocupadas por el bienestar de un niño que expresa sentimientos de inutilidad que sean muy sensibles.
«Si están preocupados y creen que les pasa algo, llamen al colegio», añade. «Chet podría haberse beneficiado enormemente de la terapia, el asesoramiento, la comunidad y la transparencia. Necesitaba gente a su alrededor que le entendiera y que le cubriera las espaldas».
Se contactó a Tom Hanks, Rita Wilson y Chet Hanks para pedirles comentarios.
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