WASHINGTON—Hillary Clinton dio luz verde al plan de presentar acusaciones contra Donald Trump a un reportero antes de las elecciones de 2016, testificó el director de campaña de Clinton ante una corte federal el 20 de mayo.
«Le dijimos que teníamos esto y que queríamos compartirlo con un periodista. Ella aceptó», dijo Robby Mook, el director de la campaña.
Las acusaciones supuestamente mostraban un canal secreto entre los negocios de Trump y el banco ruso Alfa Bank.
Se publicaron varias noticias sobre las acusaciones. Horas después de que se publicaran las noticias, la propia Clinton las promocionó.
«Los informáticos aparentemente han descubierto un servidor encubierto que vincula a la Organización Trump con un banco con sede en Rusia», escribió Clinton en un posteo de Twitter el 31 de octubre de 2016.
Ni ella ni Jake Sullivan, un alto funcionario de la campaña, mencionaron que la campaña difundió las acusaciones a los medios.
Las acusaciones provinieron de Rodney Joffe, un ejecutivo de tecnología que esperaba obtener un puesto en el gobierno si Clinton ganaba las elecciones, investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia y Michael Sussmann, un abogado de la campaña que está siendo juzgado por presuntamente haberle mentido al FBI.
Sussmann informó a su colega Marc Elias de las acusaciones en el verano de 2016, quien las pasó a la campaña en agosto de ese año, declaró Elias a la corte esta semana.
«Pensé que si había un artículo periodístico de las acusaciones», eso «beneficiaría a la campaña», dijo Elias.
Tanto Sussmann como los agentes de Fusion GPS, una empresa contratada por la campaña, trabajaron para sembrar noticias sobre Trump y Alfa Bank en los medios de comunicación, y tuvieron éxito cuando Slate y The New York Times publicaron noticias horas antes de que Clinton promoviera las acusaciones en Twitter.
Mook dice que Elias le informó sobre las acusaciones, que le dijeron que provenían de personas con experiencia en asuntos cibernéticos. No recuerda que le hayan dicho ningún nombre y dijo que los funcionarios de la campaña no tenían la experiencia en el tema para juzgar las acusaciones por sí mismos. Habló con Sullivan y John Podesta, otro funcionario de campaña, sobre la difusión de las acusaciones a los medios de comunicación.
Mook dijo que la campaña no actuó inmediatamente sobre las acusaciones por temor a que no fueran creíbles. Los funcionarios finalmente decidieron, a pesar de no estar completamente seguros de las alegaciones, dárselas a un reportero para que el reportero pudiera “revisarlas” o verificarlas.
“Recuerdo que fue un miembro del personal de la campaña aún no identificado… de nuestro departamento de prensa” quien se puso en contacto con la prensa, dijo Mook.
Dijo que no podía recordar exactamente cuándo Clinton aprobó la medida.
«Lo único que recuerdo es que ella estuvo de acuerdo con la decisión. No recuerdo cuándo. En algún momento del otoño, antes de las elecciones», dijo, indicando septiembre u octubre como los meses.
Las primeras noticias al respecto no se publicaron hasta el último día de octubre.
Por otra parte, Sussmann entregó documentos técnicos que describen las acusaciones y memorias USB con datos que supuestamente las respaldan al FBI a fines de septiembre de 2021, una medida que, según Elias y Mook, no fue autorizado por la campaña.
Sussmann está siendo juzgado debido a que le dijo al abogado del FBI, James Baker, que no estaba aportando la información en nombre de ningún cliente.
Tanto el FBI como la CIA determinaron que los datos no respaldaban las acusaciones, aunque ese hecho no se hizo público hasta este año a través de documentos presentados por el equipo de Durham.
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