La excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton argumentó el 20 de abril que una demanda presentada contra ella y otras 30 personas por su antiguo rival, el expresidente Donald Trump, debería ser desestimada.
Trump presentó la demanda en una corte federal de Florida en marzo, apuntando a cómo la campaña de Clinton y el Comité Nacional Demócrata pagaron por el expediente Trump-Rusia compilado por el exespía británico Christopher Steele.
Las partes «conspiraron maliciosamente para tejer una narrativa falsa de que su oponente republicano, Donald J. Trump, estaba en connivencia con una soberanía extranjera hostil», decía la demanda, alegando que Clinton y otros violaron los estatutos federales, incluyendo uno contra el fraude, al intentar amañar las elecciones de 2016 a favor de Clinton.
Como prueba adicional de la confabulación, los abogados de Trump señalaron el esfuerzo del ejecutivo de tecnología Rodney Joffe para aprovechar los datos de la Torre Trump y, una vez que Trump asumió el cargo, de la Casa Blanca con el objetivo de intentar supuestamente establecer un vínculo entre Trump y Rusia. Joffe dijo que llevó a cabo el plan para complacer a los «VIPs» que identificó como gente de la campaña de Clinton y un bufete de abogados que contrató, Perkins Coie, aunque Steele ha alegado que la propia Clinton estaba al tanto para lo que fue contratado su bufete.
En la moción de desestimación, el abogado de Clinton, David Kendall, dijo que los presuntos delitos no pueden juzgarse porque ha pasado demasiado tiempo desde que se dice que se cometieron.
“Incluso si los denuncias de los demandantes fueran oportunas, siguen siendo infundadas. Para ser claros, Clinton refuta enérgicamente las alegaciones de la demanda. Pero incluso tomando esas alegaciones como verdaderas, el demandante no puede alegar ninguna causa legal de acción reconocible», escribió Kendall.
Clinton, a través de su abogado, afirma que el «agravio principal» de Trump contra ella «es la práctica de la política» y argumenta que las declaraciones que hizo sobre Rusia, incluida la acusación ahora desacreditada, de un canal secreto entre Trump y un banco ruso, se basaron en noticias y no son suficientes por sí solas para probar que se cometieron delitos.
Clinton le está pidiendo al juez federal de distrito Donald Middlebrooks, designado por Bill Clinton que supervisa el caso, que desestime todas las demandas contra ella con prejuicio, es decir, que no deje a Trump la posibilidad de volver a presentar la demanda.
Clinton es la primera de los acusados en responder a la demanda, entre los que se encuentran Joffe, Perkins, el presidente de la campaña de Clinton, John Podesta, Steele y el exabogado del FBI Kevin Clinesmith.
Algunos de los otros acusados han pedido más tiempo para responder, incluido Igor Danchenko, de quien se dice que es la principal subfuente de Steele para el expediente; el exayudante de Clinton Charles Dolan Jr. y la antigua empresa de Joffe, Neustar.
A partir de ahora, un juicio con jurado en el caso está programado para que comience el 8 de mayo de 2023.
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