Después de darse a conocer que el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva que suspenderá las solicitudes de asilo en la frontera sur cuando los encuentros diarios superen las 2500 personas, y permanecerán bloqueadas cuando el promedio diario se mantenga por debajo de 1500 durante al menos una semana, varios demócratas y latinos en el Congreso se opusieron a la medida.

“Me decepciona que esta sea la dirección que el presidente ha decidido tomar”, dijo en el Capitolio el martes por la mañana Nanette Barragán, la representante (D-CA) y presidenta del grupo hispano del Congreso, según la periodista Daniella Díaz de Político.

«Creemos que debe ir acompañado de acciones positivas y protecciones para las personas indocumentadas que han estado aquí durante mucho tiempo”, añadió.

La representante estadounidense Verónica Escobar, de origen mexicano, coincidió con Barragán y añadió que le habría gustado ver más acciones que beneficien a los migrantes.

«Si bien entiendo que la administración está haciendo todo lo posible para afrontar este desafío sin los recursos suficientes y una legislación adecuada, me decepciona que hoy el enfoque esté solo en aplicar la ley», dijo en un comunicado la representante Escobar, quien se desempeña como copresidente de la campaña de Biden.

«Tengo la más sincera esperanza de que también se lleven a cabo acciones administrativas sobre alivio migratorio, como la libertad condicional para los cónyuges de ciudadanos estadounidenses y designaciones de Estatus de Protección Temporal para poblaciones vulnerables”, añadió.

El representante Mark Takano (D-CA) se mostró indignado y remembró una situación de 1939 cuando Estados Unidos negó la entrada de un barco alemán en St. Louis que transportaba a cientos de judíos que huían de Holoscaustro, y el barco se vio obligado a regresar a Europa.

“Los republicanos no han mostrado ningún esfuerzo de buena fe para resolver realmente la crisis y autorizar al presidente con los recursos que necesita. Creo que necesitamos más recursos para los funcionarios de inmigración [y] los jueces”, dijo Takano según The Hill.

«Pero me preocupa un movimiento que aleja a nuestro país de ser un santuario para personas que tienen un miedo creíble a la persecución», añadió Takano.

La representante Sylvia García, de origen mexicano, rechazó la medida y consideró que los esfuerzos en materia migratoria aún no son suficientes.

“No creo que cerrar la frontera, entre comillas, sea un remedio que nos llevará a donde necesitamos estar en materia de reforma migratoria”, dijo García, informó Washington Post.

Biden firma orden ejecutiva

El presidente Biden firmó la orden ejecutiva junto a varios legisladores de las comunidades situadas a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos y entrará en vigor inmediatamente.

Sin embargo, aún quedan importantes excepciones a las restricciones.

«Las personas que no manifiesten miedo serán deportadas inmediatamente, y anticipamos que las expulsaremos en cuestión de días, si no de horas», dijo un funcionario de la administración Biden, según informó The Border Report.

«Las personas que no manifiesten miedo serán procesadas como siempre lo hacemos», reiteró, y agregó que será «bajo nuestras autoridades del Título 8 a través del proceso de deportación acelerada».

Otras excepciones incluyen las solicitudes de personas con «emergencia médica aguda», víctimas de «forma grave de trata» de personas y solicitantes con visas válidas.

Esta nueva regla tampoco se aplica a quienes utilicen una de las «vías legales» para llegar a Estados Unidos, como el programa de asilo CHNV, que según confirman las autoridades recibe a 30,000 personas al mes, y las personas que tienen citas programas con la aplicación CBP One. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. permite programar 1400 entrevistas de asilo diarias a través de la aplicación.

Rechazo de proyecto de ley fronterizo

El anuncio de los nuevos límites a las solicitudes de asilo por parte del presidente Biden, llega días después de ser rechazado en el Congreso un proyecto de ley fronterizo bipartidista que incluía un mecanismo para cerrar la frontera si en siete días consecutivos se encontraba un promedio de 5000 inmigrantes ilegales o si en un solo día se encontraban más de 8500.

El proyecto también incluía la asignación de 1500 agentes adicionales de Aduanas y Protección de Fronteras, la inclusión de unos 1200 nuevos agentes de Inmigración y Protección de Aduanas, además de un paquete más amplio de ayuda exterior de 118,000 millones de dólares a Ucrania e Israel.

Muchos republicanos se opusieron firmemente al paquete, alegando que no era suficiente para asegurar la frontera sur.

El representante Eric Schmitt (R-Mo.) declaró en un posteo en X que votaba en contra del proyecto de ley porque, entre otras cosas, «concedía la ciudadanía a los inmigrantes ilegales» y codificaba tanto el programa de «Capturar y liberar» como la «entrada ilegal a través de una aplicación telefónica».

El Sr. Schmitt también dijo que el proyecto de ley «aniquila [el] poder de los futuros presidentes para asegurar [la] frontera mediante el establecimiento de un nuevo número MÍNIMO de inmigrantes ilegales que deben ser admitidos cada día» y haría «permanente la migración a nivel de invasión».

Con información de T. J. Muscaro

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